capitulo 4 -una manzana para el castigo-

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La mañana se hizo presente en la ciudad, un día bastante soleado a comparación de los días fríos y algo nublados.

Yuu se encontraba en la ducha, dejando que el agua escurra por su cuerpo sudado por el desenfreno de la noche, mientras pensaba en lo que el rubio le dijo.

Flashback

bien amo, ¿usted siente algo por mi? — recordó lo que dijo.

Mika solo soltó una leve carcajada. En ese momento algo en Yuu se rompió, se sintió usado, ultrajado, desechado y miles de cosas mas. Al ver a Mika reírse de tal manera, pudo notar lo estúpido que se escucho al preguntar algo tan obvio, el rubio no sentía nada por él, eso se notaba.

ay querido Yuu... — por fin respondió — ¿por qué crees que intente por todos los métodos ganar? Quería estar contigo, sentir tu cuerpo, esencia, aliento y por lo menos despertar por una semana con la persona que me gusta - tomó un poco de aire para continuar - mira Yuu — se rasco detrás de la nuca — se que este no es el mejor escenario para decirte lo que siento ¿por qué mejor no esperamos hasta el día viernes? Cuando sea ese día se cumplira uno de mis mayores deseos.

¿y cuál es ese deseo? —pregunto el pelinegro.

espera hasta el viernes mi querido Yuu — sin más le dio un beso en la frente para luego entrar en el mundo de morfeo.

Fin flashback

Al recordar eso, se le fue inevitable evitar el sonrojo ocasionado por un hecho de hace horas.

Salio de la ducha con una toalla envolviendo su cintura, dejando al descubierto las varias marcas que tenia en torso y mayormente en el cuello.

— maldito Mika — dijo a lo bajo mientras se miraba su marcado cuerpo.

— Yuu-chan — lo llamó el rubio entre sueños — ¿donde estas yuu-chan? — lo volvió a llamar tanteando el lugar vacío que dejo el pelinegro en la cama al irse a bañar.

— aquí estoy amo — respondió acercándose a Mika.

— Yuu —  susurro para luego abrir los ojos —  buenos días —  dijo en un bostezo.

— buenos días.

— perdón por no levantarme antes que tú — hablo frotándose un ojo — quería despertarte con el desayuno en la cama, pero veo que te has levantado primero — le regalo una sonrisa acompañada con tristeza por no poder llevar a cabo su "sorpresa" — por cierto.... ¿cómo estas?

— bien ¿por qué lo pregunta?.

—  ¿no te duele ninguna parte del cuerpo? — el comentario sonrojo a Yuu.

— bueno, si a eso te refieres. Me dejaste muchas marcas en el cuerpo lo cual se ven feo, pero no duelen. — respondió simulando aquel sonrojo.

— ¿y ahí atrás? —  sonrió al preguntar eso. Sabia que con esa pregunta pondría al pelinegro más rojo que un tomate.

— bu-bueno... U-un poco — respondió apenado.

- ay yuu-chan - lo tomó del cuello guiándolo a que recaiga en la cama mientras Mika lo abrazaba - seré más cuidadoso la próxima vez. - le susurro al oído.

— ¿pro-próxima vez? — tartamudeó. —  ¿por qué crees que habrá una segunda vez?

— aún quede con el antojo de seguir probando tu exquisito cuerpo. —  respondió en un tono seductor mientras sus manos viajaban por las piernas al descubierto de Yuu. —  si quieres puedes sacarte esta toalla, no hay nadie en casa y quisiera ver nuevamente todo esto — su mano que antes estaba en las piernas del ojiverde ahora se encontraban reposadas en el miembro del mismo.

La apuesta de cinco reglas (mikayuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora