La alarma sonaba sin cesar, era hora de levantarse para ir al colegio, pero ambos chicos estaban agotados. Sexo desenfrenado por tres días seguidos realmente te quita el aliento.
— Yuu-chan~ — llamó el rubio — despiertate, debemos ir al colegio. — ordeno estando él mismo en la cama mientras lo movía de lado a lado.
— tú levantate primero — contestó entre bostezos el pelinegro.
— no~ — alargó la última vocal. — aun tengo sueño.
El rubio miro su celular que se encontraba en la pequeña mesita de luz, 7:30 a.m. Al ver la hora se levanto rápidamente y se fue a bañar. Entran a las 8:00 a.m y su alarma suena a las 6:20 ¿tanto tiempo durmió y no escucho la alarma más antes?
7:35 a.m. Mika salio con una toalla rodeando su cintura, vaya que se bañaba rápido. Yuu que apenas abría los ojos cual bebe a su primera visión al mundo, divisa el fornido cuerpo del zafiro. Se encontraba solo con bóxer y haciendo un esfuerzo sobrehumano para vestirse lo más rápido posible. Las mejillas del esmeralda se tornaron carmesí cuando el rubio se dio la vuelta para mirar al "bello durmiente".
— ¡No hay tiempo pars sonrojarse! — exclamo alarmado el rubio mientras lo metió a la tina al pelinegro. — ¡bañate rápido! — ordenó.
— ¡esta fría! — respondió mientras la puerta de baño era cerrada.
— ¡deberias haberte levantado mucho más antes! — exclamó.
7:50. Yūichirou recién sale del baño mientras Mika ya se encontraba bañado, peinado, desayunado y listo para salir.
— ¡Apresurate Yuu-chan ! — grito desde la planta baja.
— ¡estoy yendo lo más rápido posible! — respondió en el mismo tono.
7:59. Mika y Yuu corrían para llegar a horario al colegio. Era imposible, lo sabían, pero... Soñar no cuesta nada.
8:05. Debería ser el nuevo récord por correr mas de quince cuadras en seis minutos.
— llega tarde joven Hyakuya — dijo una maestra tan vieja como el tiempo. Bien, estoy exagerando, pero vamos, esa mujer vio nacer al primer hombre en la tierra. Con un aspecto tan desgastado y una mirada asesina. Era la profesora de historia.
— lo siento. — respondió el rubio con la respiración entre cortada.
— sus manos — dijo con una mirada fulminante.
El joven Hyakuya sabía lo que vendría, siempre veía a sus compañeros pasar por el mismo castigo. Nunca hubiese pensado que le tocaría a él.
Extendió las manos para que una regla de palo de 30 c.m golpeara sin piedad sus delicadas manos blancas.
— ¿cuantos minutos llego tarde? — pregunto con malicia.
— cinco minutos — respondió con miedo.
— 2 — respondió dándole otro "reglaso"— 3 — continuó — 4 — las manos de Mika ya estaban totalmente rojas — 5 — ese último casi le saca una lágrima. — vete a sentar y no quiero más atrasos joven Hyakuya.
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La campana del recreo sonó. Yuu se encontraba con sus amigos en la cafetería. Mika simplemente en el campo de fútbol mirando como los chicos jugaban. Hasta que por "casualidad del destino" ambos chicos se encontraron (por no decir que Yuu buscaba a Mika).
— Mika... Que casualidad encontrarte aquí — saludo el pelinegro con un sonrojo.
— hola yuu-chan — saludo tocando las frías graderías con sus manos rojas. Ardían como el infierno.
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La apuesta de cinco reglas (mikayuu)
FanficMika y yuu hacen una apuesta, cada quien tiene sus reglas en este juego, donde el ganador tendrá su "premio" lo cual a ambos le agrada ya que beneficia al ganador. ¿qué sera la apuesta? ¿quién ganara? ¿cuales son las reglas? se descubrirá pronto. ...