El rubio se encontraba mirando con desgano el gran ventanal de su oficina. Un celular en la mano y la persona a través de la linea era un problema para el rubio.
— bien, entiendo — dijo con un hilo de voz y colgó.
- viernes : día 4 de la apuesta
La salida del colegio fue lo que más anhelaba el rubio, no salio al recreo ni se vio con Yūichirou, estaba devastado y no quería demostrarlo. El tiempo jugó a su favor y en un santiamén tocó el timbre de salida. Mika salio del colegio sin dirigir la mirada a nada en concreto, ignoraba a toda persona.
El pelinegro gritaba el nombre del zafiro, pero como si éste estuviese en un transe ignoraba a Yuu. Sin embargo, con unos pasos acelerados, Yūichirou logró estar al lado de Mikaela.
— ¡hey! ¿qué te sucede? Hoy no te he visto en los recesos ni a la entrada. — dijo con un semblante preocupado — ¿ocurrio algo?
— no, nada — enseguida respondió — no te preocupes yuu-chan — prosiguió con una sonrisa.
— me estas mintiendo — miro a un lado bajando cada vez el tono de su voz. — ¿ya no me quieres más a tu lado, verdad? — pregunta triste para luego continuar —, por eso siquiera querías verme hoy.
— ¡¿qué?! ¡no! — se sobresalto de sobremanera al escuchar las hipótesis del pelinegro. — ¿cómo crees qué me apartaría de tu lado?
"Apartar de tu lado", eso le dolió rubio, el poder apartarse de su yuu-chan lo calcina en silencio. Lastimosamente, en poco tiempo tendría que hacerlo.
— ¿entonces por qué estas así? Triste, desconcentrado y con la mirada que refleja el peor de tus miedos — interrogo el pelinegro parándose frente de él, provocando que ambos parasen.
El rubio se quedo estupefacto ¿cómo logro descifrar el secreto de sus ojos? ¿era demasiado obvio? ¿realmente Yūichirou estaba preocupado por él? tantas preguntas se le cruzaron en ese momento.
Mikaela tomo la mano del pelinegro y la llevo a sus labios, un casto beso en sus nudillos bastó para que las mejillas de Yuu adaptaran un color carmesí.
— gracias por estar a mi lado — fue lo único que dijo para continuar con un abrazo tan necesitado como el aire. — no te preocupes Yuu-chan, todo estará bien, lo prometo por mi vida la cual te pertenece. — susurro suavemente a su oído para luego dedicarle una sonrisa cálida.
El silencio reino en el lugar, Mika miraba con ternura al esmeralda el cual se limitaba a sonrojarse. Yuu sabia que algo pasaba por la mente de su contrario, necesitaba hacerle saber a Mika que él siempre estaría ahí, pasé lo que pasé; sin pensarlo enredo sus brazos en el cuello del rubio, con total timidez le dio un beso, lento, sutil, que transmitía más que un sentimiento. A Mikaela le tomo por sorpresa aquel beso, pero no dudo en corresponderle, algo dentro de él se descargó, se sintió como si se hubiese librado de un gran peso, sin preocupaciones, sin miedos, solo era él y su yuu-chan; quisiera que ese beso nunca terminaría, pero, el aire es vital, así que tuvieron que separase.
— nos vemos luego, cuidate, si pasa algo solo llámame, siempre estaré ahí para ti. — hablo el pelinegro al separarse del beso — nos vemos el lunes — dio una ultima sonrisa y salio del lugar, no sin antes darle un casto beso en la mejilla.
El pelinegro salio disparando a su casa, tiro la mochila a su cama y se encerró en su habitación. ¿qué hacia? ¿qué planeaba? Bueno, lo que paso hace rato le "abrió los ojos" y se puso a escribir; escribió como su vida dependiese de ello, en ese momento sus pensamientos pasaron a la tinta y la mano se movía al compás de sus sentimientos. Una carta, una carta del color de la pasión, roja, decia mas de un sentimiento callado pero que el rubio logró escuchar, tardó más de dos horas en escribirla, encontrar las palabras indicadas, y más que todo, el valor de escribir todo lo que oculto por tanto tiempo. Sonrió a la carta y le dio un beso al sobre que envolvía otro papel.
Por otro lado, Mika estaba en la ventana de su habitación, admirando la luna la cual era testigo de más de un encuentro entre él y Yūichirou, su mirada seguía reflejando tristeza, el solo pensar dejar a su amado lo ponía en sus peores facetas. Soltó un suspiro y siguió sumergido en un mar de pensamientos. Los diamantes de la noche lo consolaron en sus desveló. Tantas preguntas, frustración, tristeza y demás ocuparon sus pensamientos toda la noche.
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Hiiii
Mijos hoy vine inspirada.
Sé que fue corto, pero ya qué, me tarde una hora en escribir por que me olvide que prometí actualizar hoy y lo hice lo más rápido posible.
La historia ya esta llegando a su fin, algunos capítulos más y este fanfic terminara.
Nos vemos el día viernes.
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Bye.
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La apuesta de cinco reglas (mikayuu)
FanfictionMika y yuu hacen una apuesta, cada quien tiene sus reglas en este juego, donde el ganador tendrá su "premio" lo cual a ambos le agrada ya que beneficia al ganador. ¿qué sera la apuesta? ¿quién ganara? ¿cuales son las reglas? se descubrirá pronto. ...