La apuesta de cinco reglas (mikayuu)

capitulo 7 - pijamada -

— ¡fondo! ¡fondo! ¡fondo! — gritaban al unísono Mikaela, Shinoa, Mitsuba y Yūichirou.

— ¡le dará una sobredosis de alcohol! — comento el pelirrojo.

— ¡tú puedes Yoichi! — grito la pelimorada apoyando a su amigo castaño que se tomaba ya más de 15 botellas de alcohol seguidas.

   Eran aproximadamente las nueve de la noche, la rubia ya estaba algo
ebria, los dos principales aún no; Shinoa obligaba a todos a beber; y el pelirrojo le decía a su amigo castaño que deje de beber, pero este caso omiso le hacia.

— ¡20! — grito Yoichi feliz de su logro. Tomar 20 latas con contenido alcohólico. Estaba más que ebrio, era evidente.

— ¡sigamos! — dijo la "anfitriona" girando una botella en el circulo ya antes formado. Le tocó a Mika. — Mika-san ¿qué escojes? ¿verdad o reto?

— ¿verdad? — respondió en forma de pregunta el nombrado.

— si estuviéramos en el fin del mundo y solo puedes salvar a una persona de los aquí presente ¿a quién seria?

— a Yuu-chan, sin pensarlo. — respondió veloz el chico rubio.

— pero deberían procrear para que la humanidad siga ¿cómo lo harían si son dos hombres? — esta vez pregunto Mitsuba.

— me follo a Yuu-chan hasta que quede en cinta. — dijo serio y cortante Mika.

— ¡pero soy un hombre! ¡no puedo quedar embarazado! — se defendió el pelinegro.

— habría que intentar hasta que lo hagas. — sonrió con malicia el joven zafiros.

— ¡hey! ¡hey! ¡hey! ¡nada de sexo! — exclamo Shinoa. — no por ahora — esta vez puso una cara de perversión.

    La botella volvió a girar. Esta vez le toco a Yūichirou. Así que Shinoa se tomo el "honor" de preguntarle a este.
— mi yuu-san — eso molesto a Mika ¿quién se creía la pelimorada a referirse a SU yuu-chan con un "MI" por delante? — ¿verdad o reto?

— no lo sé... — lo pensó un poco — escojo reto.

— te reto a hacer un baile sensual sobre la mesa. — hablo Shinoa.

— ni te atrevas a mirarlo — dijo el pelirrojo tampandole los ojos a Yoichi.
— pero... — quiso proclamar.

— estos son malas influencias, no los mires. — volvió a hablar el chico "sobre-protector".

  Yuu se paro sobre la pequeña mesa que se encontraba en el medio de los sillones. Por suerte es de madera por que si seria de vidrio tal vez lo rompería apenas lo roza.  Mika lo miraba algo furioso por que tendría que exponer su cuerpo a sus amigos, lo quería solo para él, nadie más podría verlo. Por suerte se encargó de "marcar su territorio" dejándole más de tres chupetones en el cuello y lo que es el torso.

  Sonrió al recordar eso.

Yuu comenzó a tocarse el cuerpo sacándose lentamente la polo que tenia. Tomo aquella prenda y la hizo volar por los aires mientras sus caderas se movían a sinfonía de sus brazos.

— ¡wow Yuu-san! Se nota que te tienen bien reclamado — sonríe la pelimorada.

  El pelinegro se miro el cuerpo, quería saber a lo que se refería. Cuando por fin diviso sus notables marcas. No hizo más que fulminar a Mika con la mirada, y para colmo no podía decir que fue el rubio quien se los hizo, lo verían mal, como un loco sexual, un "niño malo que hace cosas de adultos", y para colmo el pasivo.

  — No... No es lo que piensas Shinoa — dijo avergonzado mientras se cubría el pecho.

— uuy, mi pequeño Yuu ya no es virgen — hablo la de menor tamaño abrazándolo.