capitulo 6 - Nueva Apuesta-

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- no irás - habló serio el rubio mientras posaba su vista en unos papeles. Ignorando por completo al pelinegro.

- ¿qué? Pero tú dijiste... - reprochó.

- olvida lo que dije. No quiero que vayas solo a buscar a la loca de Shinoa, los tortolitos que no se declaran y a la rubia que es mi copia barata.

- y así lo llamas amigos.... - dice entre dientes.

- nunca los llame amigos. Solo los tolero por que tu los aprecias y soló por eso los respeto. Así que llamale a esos cuatro y diles que no vengan. Te doy el privilegio de inventar una excusa creíble.

- Mika no seas así ¿por qué nunca quieres divertirte?

- me gusta divertirme, pero estará Shinoa. Esa pendeja tiene los ojos puestos en ti, seguramente traerá bebidas y te obligará a hacer cosas que no quieras - dejo aquellos papeles de lado y miro al esmeralda.

- no seas idiota, Shinoa es mi amiga desde pequeño, nunca se fijaría en mí, ella sabe que me gustan los chicos, así que no tiene oportunidad - continua soltando una leve risita. - pero... ¿qué tiene de malo que le guste a Shinoa? - quedó pensando unos segundos - no sera que.... - siguió pensando cuando por fin "se le prendió el foco" - aaah... Ya veo lo que sucede aquí - formo una sonrisa. - Mika tú estas celoso. - soltó.

- sólo no quiero que esa loca no te haga daño. Sé que te confesé en parte lo que sentía por ti, pero, no soy celoso, para nada. - rodó los ojos tratando de ocultar la verdad en esas palabras.

- ay... Sí... Ajá. - sonrió y luego fue a abrazarlo. - mi amo, no sea celosito. No me gusta Shinoa - dijo mientras le dio un casto beso en la mejilla.

- ¿por qué he de estar celoso si no somos nada?.

Esa pregunta dolió a ambos.

- tienes razón - habló Yūichirou mientras se zafaba de aquel abrazo. Solo con tristeza se dio la vuelta hasta la puerta. - iré a llamarle a los chicos para decirles que se canceló la pijamada.

Estúpido.

Se dijo a sí mismo el rubio mientras se golpeaba la cabeza en el escritorio. ¿cómo le pudo decir eso? ¿qué no pensó en lo que sintiera Yuu? Se veía totalmente triste.... Pero... Eso quiere decir que... ¿el pelinegro quiere algo con él?

No eres tan estúpido.

Se dijo nuevamente a sí mismo. Se acabo de dar cuenta que el esmeralda puso aquella faceta por que realmente quería algo con él. Porque, vamos, ¿por qué te sentirías triste por eso? Si no quieres nada, no sientes nada. Si sientes algo, hasta la más minima palabra de la otra persona te dolerá, por que lo quieres.

Esa era la lógica del rubio en esos momentos. Miró la hora, seis y media de la tarde. Aun estaba a tiempo de hacer la pijamada que haría feliz a su pelinegro. 

  Fue hasta la habitación principal, donde el pelinegro tenia  permitido quedarse. Ahí estaba él, con la mano en el teléfono y un semblante que solo reflejaba tristeza.

— ya basta Shinoa, enserio lo siento, sera para la próxima en mi casa, cuando terminé la semana. Ya que ahí podre volver a mi casa. Perdón enserio — la voz de la pelimorada se escuchaba del otro lado. Estaba gritando furiosa. — perdón, perdón, perdón — y varias veces más repitió esa palabra. — luego hablamos — dijo al ver al rubio parado en la puerta. — adiós — cortó la llamada. — ¿qué quieres? — cambió el tono a lo más serio que podía, no se quería ver lastimado — ¿quieres escuchar cómo cancelo con todos? que lastima que ya les dije a todos, te perdiste el espectáculo.

La apuesta de cinco reglas (mikayuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora