capitulo 14 - celos. -

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- sábado : día 5 de la apuesta.

   El sol hizo levantar al pelinegro, lo primero que hizo fue agarrar su celular el cual prendía una luz verde, que indicaba que le llego un mensaje. Desbloqueo su celular y entro a Whatsapp : 3 chats 12 mensajes.

  Uno de los chats era de Mika, abrió primero ése "buenos días Yuu-chan", "¿cómo despertaste?". Una sonrisa se dibujo en el rostro de Yūichirou, no era la primera vez que se levantaba y veía un mensaje así de Mika, pero, por una razón, este le alegro más que de costumbre. Se dedicó a responderle : wuenos dias Mika, hamaneci mui viem i tu?. Su ortografía nunca fue buena.

  Abrió el segundo chat, era el de su padre : "nada de sexo en la casa" "te estoy vigilando" decían los mensajes de su papá Guren luego vio que también mando un audio "hijo, no le hagas caso a tu padre, es un paranoico, pero... Nada de sexo en la casa" el audio era de su "mamá" Shinya.

   Tercer chat, el de Shinoa. "Hey" "Yuu-san, necesitó tu ayuda" "quiero darle una sorpresa a Mitsuba"  "quiero declararme a ella y para eso necesitó darle un buen regalo para que sepa que conmigo vivirá como reina" "tú eres un uke, ella es neko¹, ambos se entienden así que sera más fácil buscar un regalo para una neko con un uke XD" "te vendré a recoger a tu casa a las once o doce" "te llevaré a comer si es lo que te preocupa".

Así concluyeron los mensajes por la mañana, iría donde Shinoa lo llevase, es su amiga al fin y al cabo. Así que se levanto de la cama, se baño y bajo a desayunar, para eso ya eran las nueve y media de la mañana; aún tenia tiempo.

   En un abrir y cerrar de ojos se hicieron las once y media, en ese instante se escucha que tocan el timbre, Yūichirou va a abrir para encontrarse con su amiga de cabello púrpura.

— bueno, ya, apurate — fue lo primero que dijo la pelipúrpura.

— hola, cómo estas. — respondió el esmeralda en un tono molesto ya que su amiga ni lo saludo.

— ay que delicada — río la chica para luego ser seguida por su amigo.

  Salieron de la casa, en el viaje al centro de la ciudad fue pura risa ocasionada por Shinoa, ambos reían en todo momento, bromas, insultos, chistes y demás fueron el motivo de tanto carcajeó en el viaje. Llegaron a el centro donde hay variedad de tiendas para cualquier tipo, estuvieron más de una hora buscando el "regalo perfecto" para Mitsuba, no encontraron nada que les aparecía que le podría gustar a la rubia. Pararon por un momento a comer y a charlar un poco de la vida mientras esperaban a que les trajeran su orden.

— nunca lo encontraremos — exclamo Shinoa refiriéndose al regalo.

— buscaremos un rato más — alentó —, y... — alargo el sonido que provocaba la letra —  ¿cómo le dirás tus sentimientos a Mitsuba? ¿se lo dirás así nomas o le harás algo muy detallado? — preguntó curioso de las hazañas de su amiga.

— sera como el destino lo quiera — levantó los hombros — mi plan es que a la salida del colegio la lleve a un parque algo desolado donde solo estaremos las dos, ahí le diré todo lo que siento por ella, le daré ese regalo que buscó, junto con una carta que dirá una que otra cursilería. — explicó su plan.

— es simple, pero bonito — comentó el pelinegro.

— ¿y a ti Yuu-san, cuando se te declarará Mika? — pregunta con picardía.

— no lo sé, no creo que lo haga — responde con naturalidad, mientras ve como la comida ordenada es dejada en la mesa. — tampoco es que me importe que lo haga. — aclaró.

— ay Yuu-san, a mí no me engañas, estas que te mueres por el rubiesito — río un poco por su comentario — ¿y qué tal si tu le dices lo que sientes? — propuso — tal vez el espere eso.

La apuesta de cinco reglas (mikayuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora