capitulo 12 - gracias -

5.5K 545 215
                                    

   
- jueves : día 3 de la apuesta.

   Era aproximadamente las once de la mañana, Yuu seguía en la cama. Hoy no fue al colegio ¿por qué? Porque no quería ver a Mikaela Hyakuya, no luego de aquel descontento de ayer.

  Flash back

— ¿y la segunda? ¿qué somos?

— ¿quieres seguir siendo amigos o algo más? — pregunto Mika.

— realmente no sé lo que quiero, es todo muy confuso.

— ¿necesitas pensarlo?

— si, ¿y para ti?, ¿qué crees que somos? ¿quieres ser mi amigo o algo más?

— ¿qué dirías si te dijera que quiero que seamos solo amigos y nada más? — respondió en pregunta el rubio mientras miraba al suelo.

— entiendo que solo fui tu juguete. — dice en tono triste y demostrando cierta desilusión.

Mika solto una carcajada.

— ¿de qué te ríes? ¿acaso el jugar conmigo fue un chiste? — ahora habla más molesto, aquella rabia se le llego a las mejillas que se tornaron en un color carmesí.

— ay yuu-chan, mira que eres ingenuo — dijo en tono divertido — solo bromeaba, nunca jugaría contigo, quiero ser más que amigos, solo espera unos días más, y sabrás mis verdaderas intenciones. — sonrió y le dio un casto beso en la mejilla. — cuando esta apuesta llegue a su fin verás que todo valió la pena — suavemente susurró.

Otro beso se dio, Yuu no opuso resistencia, fue un alivio para él el no ser lo que creía. Se enfoco en demostrar en aquella unión de labios lo que realmente sentía.

  Fin del flash back

   El sonido de su celular lo saco de sus pensamientos, miro el aparato. Quinta llamada no atendida. Miro quien llamaba, era Mika. A la sexta llamada logró contestar.

— ¿hola? — pregunto al atender.

— ¡yuu-chan! ¿por qué no viniste al colegio? Estaba preocupado por ti. — respondió lo más rápido posible.

— es que.... Me sentía mal — mintió para luego "toser".

— a la salida del colegio iré a verte, te llevare algunos remedios y te cocinare una sopa caliente para que te mejores —  dice con amabilidad al otro lado del teléfono.

— no te preocupes, no es necesario que vengas.

Corrección, lo que quiso decir es : «No vengas, no estoy enfermo, no quiero verme como un mentiroso» pero yuu, es yuu, no diria eso y todos lo sabemos.

— no quiero reclamos, iré a tu casa y punto.

Con eso claro, se terminó la llamada. Con Yuu sumamente preocupado ¿cómo haría para estar enfermo en menos de treinta minutos? Era imposible.
 
  Pasaron esos treinta minutos y el sonido de la puerta se escuchó resonar en la casa. Yūichirou fue a abrir; estaba devastado, o por lo menos eso se veía. Llevaba una manta que lo cubría casi todo el cuerpo, su nariz estaba roja (gracias a un poco de maquillaje) y unas ojeras que acaparaba la atención ( eso era "original" ya que no va durmiendo bien estos días).

  — yuu-chan, ¡te ves horrible! — alza la voz mientras le da un fuerte abrazo. — te traje algunos medicamentos y algunas cosas para cocinarte una rica sopa — dice con bondad mientras entran a la casa.

— no debías molestarte — dice en voz baja simulando estar enfermo mientras daba un "toque" a su actuación tosiendo.

— no podía dejarte así. — responde en un trayecto a la cocina. — en la bolsa están los medicamentos, tomarlos, son tres ahora y tres luego de seis horas. — advierte desde la cocina.

  Yuu va hasta su habitación y guarda esas pastillas debajo de su cama, no las tomaría, no estaba enfermo. Volví a escena viendo a Mikaela cocinar, una sonrisa se le esbozo.

— ¿cómo te fue en el colegio? — Pregunto el pelinegro mientras se acercaba al zafiro.

— no muy bien, no pude concentrarme mucho en la clase, estaba pensando en ti. — respondió con sinceridad mientras su vista no se apartaba de las verduras que cortaba.

    Las mejillas de Yuu se tornaron carmesí, pero no lo quería hacer evidente. Decide hablar.

— pero luego sabias que estaba bien.

  Mika dejo el cuchillo con el que cortaba las verduras de lado, y en un abrir y cerrar de ojos acorralo a Yūichirou contra el estante. El pelinegro solo miraba sorprendido, cuando unos labios se apoderaron de los suyos, un beso se hizo presente, suave, sin prisas qué solo disfrutaba el momento que se le es dado.

— te extrañe — le susurra al oído para volver a besarlo. Esta vez más rápido pero no le quitaba lo mágico al momento.

— nos vimos ayer, y hoy. — refutó el pelinegro soltándose de aquel beso.

— fue una eternidad no verte en el colegio — así surgió el tercer beso, más apasionado, más necesitado, las manos de Mika viajaron por el torso del contrario y su lengua exploraba cada parte de su cavidad bucal.

— m-mika, e-espera — decía entre jadeos tomando un poco de aire.

— quiero hacerte mio yuu-chan. — hablo por lo bajo chocando sus sutiles palabras con los suaves labios del esmeralda.

  Yūichirou no articuló palabra alguna, solo se dejo llevar por los besos del rubio, lo subió a la mesada y comenzó a besar cada parte de su cuerpo, despojándolo poco a poco de su ropa.

— esta vez, no te dejare ni una marca, pero ten en cuenta que sólo eres mío — hablo dominante mientras masturbaba al pelinegro.

— ah~, ah~ — solo se escuchaban los gemidos de Yūichirou; dulce sinfonía para Mikaela.

  No paso mucho para que el rubio quedase sin ropa que cubra algo de su cuerpo, metió un dedo dentro de Yuu, los gemidos fueron más fuertes; segundo dedo, aún más fuerte; tercer dedo, Yuichirou suplicaba para que lo penetre.

— Ya, yuu-chan, debo prepararte, te dolerá mañana sino. — advirtió el zafiro.

— no importa, por favor Mika, metelo, ahora, por favor. — suplicaba.

¿cómo negarse a tal petición? Sin dudarlo entro sin previo aviso, el sonido placentero que salio de la boca de Yuu no se podría describir en palabras, aquel sonido tan melódico para Mika lo incitaron a que lo siga penetrado, el vaivén se hacia cada vez mas rápido, no tardo mucho en encontrar el punto G de Yūichirou, este enroscó sus brazos en el cuello de Mikaela, junto con las piernas en sus caderas. Las estocadas aceleradas, los gritos que pedían más por parte del esmeralda, visión perfecta desde el punto del rubio.

  Habrán estado así por unos minutos más cuando Mikaela se vino dentro se Yuu, este se sintió tan lleno, emergido en el placer que el rubio le dio en unos minutos, él también eyaculó. Los dos se miraron con la respiración entre cortada, las mejillas coloradas y un poco de sudor.

— gracias Yuu-chan — hablo el pelinegro para darle un beso que sello aquel acto de amor.







Hiiiii

Aquí su buena amiga (que no actualizó muy seguido) presente.

Novedades....

Ya sé cual sera el final de la historia.

No diré nada al respecto, solo diré que ya tengo la idea, este fanfic terminara pronto.

Nos leemos el día miércoles.

no olvides dejar tu estrellita/comentario.

La apuesta de cinco reglas (mikayuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora