La apuesta de cinco reglas (mikayuu)

capitulo 2 - dime amo -

La campana de salida sonó. Era viernes, Yuu les comento a sus amigos sobre la apuesta, recibió más de una burla por creer que él ganaría, pero decidieron apoyarlo yendo a verlo. Por otro lado Mika era más "chico solitario" no tenia amigos a excepción de Yuichirou, así que fue solo.

- ¡¡Yuu-chan!! - saludo con un abrazo el chico rubio.

- Mika... No puedo respirar - decía con dificultad siendo soltado inmediatamente.

- perdón.

- como sea ¿estas listo? Mira que yo entrene toda la noche, no te sientas mal si pierdes.

- bien... Pero, aún estas a tiempo de cancelar esta absurda apuesta que se resolverá a golpes. No quiero hacerte daño.

- pfs, Mika, por favor, yo saldré sin ningún rasguño, pero si tu quieres cancelar esto, esta bien. Se que no eras muy ágil en estas cosas - alardeó.

- mejor empecemos con esto. Sera lindo que me digas amo - dijo acercándose al pelinegro y jugando con el uniforme del contrario.

- sigue soñando - hablo con un sonrojo en sus mejillas y apartando a Mikaela.

- bien, la cosa empezará cuando diga 3. - dijo Shinoa - 1 - los chicos se posicionaron - 2 - se preparaban para atacar - ¡3! - grito y ambos corrieron para golpear al contrario.

No fue fácil para ninguno de los dos protagonistas. La batalla tardo mas de 10 minutos y ninguno se daba el lujo de caer al suelo. Pero el más afectado fue Yuichirou, con varios golpes. En cambio Mika estaba sin un rasguño pero cansado, trataba de evitar en su totalidad los ataques de su amigo. Era rápido, no lo iba a negar.

En un movimiento rápido, Mika toma de la ropa a Yuu y acerca su boca al contrario.

- me encanta ver ese cuerpo moviéndose, el uniforme marca tu cintura - le susurro dejando a Yuichirou estupefacto y con un gran sonrojo.

Aprovecho ese momento para darle una patada en la rodilla para así flexionar y que caiga de rodillas.

- el ganador Mikaela Hyakuya - exclamo Shinoa.

- ¡no es justo! ¡hiciste trampa! - grito el derrotado Yuichirou Amane.

- ¿por qué? - preguntó Mika como si no supiera nada.

- por que tú... Por que tú... - las mejillas cada vez se hacían más rojas. - tú dijiste....

- ¿qué dije yuu-chan~? - sonrió.

- olvidalo - dijo entre dientes con la mirada baja, tratando de ocultar su tono carmesí.

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- ni creas que iré a tu casa Mika - dijo molesto el pelinegro.

- nada de "Mika" por esta semana, ahora soy tu a-mo - dijo separando en silabas la palabra "Amo". - y es parte de las reglas que puse si ganó y recuerda, lo que pase en mi casa se queda ahí.

- por favor, ¿qué haré para que no le pueda decir nada a nadie?

- sera por tu propia reputación.

- realmente no entiendo nada.

- no tienes que entenderlo. Vamos - tomó la mano de el pelinegro y ambos llegaron a la humilde morada de Mika.

Entrando se veia una enorme sala, seguida de varias puertas y una escalera que llevaba a la planta de arriba. No era nada humilde, mientras Yuu vivía en un pequeño departamento que podía pagar Mika vivía como un rey, debía admitir que lo envidiaba un poco.