Capítulo 19

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La brisa de otoño o el aire un poco frío que se avecina, como el cambio de estaciones. Las hojas vuelan, desprendiéndose de los arboles, crea alegría en todos los niños. El color verde y marrón predominan, como si fuera lo mejor de la estación. El otoño es mi segunda estación preferida, aparte del invierno. 

Con respeto a la universidad, deje la carrera pausada, hasta que se normalice mi vida. Después de haber ido a ese almacén, volvimos a Buenos Aires y la casa reside, actualmente aquí.

Ahí me encuentro, en el patio de la casa Rodriguez, últimamente a estado muy silencioso, desde ayer en la noche. No tienen mucha energía o un poco de alegría, que mostraban todas las mañanas, pero supongo que puede cambiar el animo de cada uno. Apoyada en un árbol de Olivo, mirando las hojas caer y concentrándome en la lectura de las Profecías, aunque actualmente, no puede sacar mucha información.

Semanas atrás Maria, me enseño un magnifico lugar, una cascada natural en el subterráneo de su casa, me dijo que no lo quería destruir, por eso construyeron la casa arriba. A demás, que Roberto es de mi elemento y le vino muy bien ese lugar, cuando era joven. Pensó que a mi, me vendría igual de bien.

- ¿Qué lees? - Preguntó Adam.

Tomándome desprevenida, estaba metida tanto en mis pensamientos, que no lo vi venir. Esta parado a lado izquierdo mio, mostraba curiosidad y algo de tristeza en su mirada. Como si le hubiesen dicho algo, que no quería saber.

- Adam, me asustaste. -

- Perdón, entonces ¿Que leías?

- La profecía, estaba intentado buscar mas información sobre mi elemento. Tendrías que hacer lo mismo. - Dije ofrenciéndole el libro.

- No quiero saber nada sobre elementos ahora. Lo siento.

- No pasa nada, se puede saber ¿Por qué no?

- No quiero fracasar, con mi elemento. - Su mirada me decía que no quería contarme. No lo juzgo, hay muchas cosas mías, que no le dije.

- Bueno, te creo. -

- Vamos, ya debe estar la comida. -

Ofreció sus manos para poder levantarme, obviamente las acepte. Ignore la corriente eléctrica que me genero. Me impulse tan de golpe, que quedamos a centímetros de distancia, uno del otro. Casi tocando nuestras caras, sus ojos no se desconectaban con los míos.

- Em.... creo que deberíamos irnos adentro. - Dije nerviosa. Yo nunca estoy nerviosa.

- Claro... claro. Vamos. -

El silencio y la incomodidad en ese comedor, se podía cortar con un cuchillo. Es la segunda ve que sucede, pero en esta ocasión, ni siquiera se miran ninguno. Así que me anime a decir:

- Bueno, estamos por llegar al 20 de Junio, falta un mes para mi cumpleaños, ¿Quería saber si me podía quedar aquí?. Si no les molesta, por supuesto.

- Claro Emily, te puedes quedar el tiempo que quieras, ¿no má?- Pregunto Adam podía notarse el enojo en su voz.

- Seguro, aparte ya eres como de la familia. -

- Gracias. Roberto ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Si, ¿Cuál?

- ¿Qué pasará cuando encontremos a los Creatores Elementis?

En ese instante, Adam se atraganto con el jugo y sus padres me miraron automáticamente.

- ¿Por qué lo preguntas?

- Porque tengo una idea, de donde poder buscarlos.



Creatores Elementis I = Descubriendo mi Ser ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora