Capítulo 37: ÉL

1.6K 46 0
                                    

A Felipe le extrañó que el lunes Tomás no hubiera ido a la escuela. Tampoco lo había llamado en todo el finde semana, y cuando él intentó comunicarse, la mamá le dijo que Tomás decía que estaba ocupado, que después lo llamaba, cosa que nunca hizo.

Tampoco le contestaba los mails, así que esa misma tarde, fue a verlo.

__No sé qué le pasa __le dijo la mamá__. Desde el sábado que ésta encerrado en el cuarto y no me deja entrar. Sale para comer, nada más. Fijate si a vos te cuenta.

Felipe golpeó la puerta del cuarto de Tomás.

__Estoy bien, no me pasa nada. No rompas __contestó Tomás autimáticamente, creyendo que, otra vez, era su mamá.

__Me alegro mucho __dijo Felipe__. Abrime.

__¿A qué viniste? __preguntó Tomás sin hacerle caso.

__Te traje un poco de cianuto. Capaz que te ayuda. Dale, abrí, chabón. No te hagas el estrecho.

__Pará, ya voy.

Tomás tardó un rato en abrir la puerta. Tenía montones de papeles desparramados. Se había pasado dos días dibujando.

__Por mí no te pongas perfume __decía Felipe desde afuera.

Por fin, Tomás abrió.

__¿Qué te pasa? ¿Qué raye te agarró? __preguntó Felipe cuando entró y vio el cuarto, que si bien ya no tenía papeles, estaba mucho peor que de costumbre.

__Nada. No tenía ganas de salir. ¿Es tan grave eso? __trató de zafar Tomás.

__Lo que quiero es saber por qué.

__Por nada. Si viniste a hacerme preguntas, ya te podés ir yendo, porque no te pienso contestar.

__Me emociona tu hospitalidad.

Felipe, por supuesto, no se fue, aunque sí siguió el consejo de Tomás y no hizo más preguntas.

Tomás, solo, después de un rato largo, mientras escuchaba música le dijo:

__Corté con Luciérnaga.

__¿Cómo que cortaste? ¿Estaban saliendo? __se sorprendió Felipe.

__No, chabón. Corté la amistad, corté de chatear. Corté.

__¿Se pelearon?

__No, para nada.

__¿Te aburriste?

__Al contrario.

__¿Te hizo algo? ¡Hablá, chabón, por favor te lo pido!

Tomás le contó su última conversación con Luciérnaga y Felipe empezó a saltar por el cuarto.

__¡No podés ser tan idiota! __le decía__. ¡Ka mina te dice que cortó con el novio y vos le decís que no la querés ver más, justo ahora!

__No tiene nada que ver. No da para más. Más adelante, a lo mejor...

__¿Más adelante cuándo?

__Vos sabés, con la operación....

__Más adelante ella va a estar casada y con hijos. Sos un tarado sin remedio.

__Pará un poquito __lo frenó Tomás__. ¿No eras vos el que decía que era mejor cortarla, que el golpe contra la pared, que iba a terminar mal y no sé cuántas cosas más?

__No...

__¡¿No?!... __se sorprendió Tomás.

__Bueno, sí, pero yo lo único que quería era evitar que te pusieras mal. ¡Y mirá cómo estás! Das lástima.

__Gracias.

__Te lo digo en serio. Escribile. Decile que arrepentiste, no sé, cualquier cosa. Después ves.

__Ya vi y no quiero escribirle.

__Está bien, como quieras.

Felipe no pudo convencerlo. A lo sumo, logró sacarlo de su cuarto para ir a los videos y le arrancó la promesa de que al día siguiente, iría a la escuela.

__Obvio que voy a ir __dijo Tomás __. Lo único qu3 me fakta es quedarme libre.

Esa noche, Tomás se animó y prendió la computadora que había tenido apagada durante dos días. Auqnue no pensaba escribir, no podía resistir la curiosidad de ver si ella le había enviado otro mensaje y ahí estaba.

Luciérnaga dice:
X mí hace lo q se t d la gana. Me parece una actitud re-egoísta. Solo pensás lo q t pasa a vos y encima inventás cosas como q yo me voy a aburrir y q sé yo. Y sí... Capaz me aburro. También me aburrí de mi novio, y? Vos t hacés el superado, pero sabés lo q creo?: q estás muerto de miedo. No sé para q t digo todo esto. Es tu vida. Nada más kería despedirme, xq no me va eso d "chau, q t vaya bien". Si no kerés q seamos amigos, ta bien. Igual, voy a guardar siempre el dibujo q me hiciste. "No creas lo q tus ojos ven. Solo muestran limitaciones. Mira con tu entendimiento, descubre lo que ya sabes, y hallarás la manera de volar".
Es una frase del libro que estaba leyendo. No creés q es así? Lástima  no me vas a contestar.
Chau, Gusano. Me encantó conicerte. Me hubiera gustado ser tu amiga. Chau.

Tomás se secó una lágrima. Se había enojado, se había deprimido, se había entristecido, pero hasta hoy, nunca había llorado. No tendría ue haber prendido la computadora. Iba a cambiar su dirección de mail. Eso era lo mejor. Perder todo contacto.

Caro dice l Maria Ines FalconiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora