Capítulo 29: ELLA

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__¿Te dije que mis viejos se van de viaje este fin de semana? __dijo Bruno tirándose en el pasto y apoyando la cabeza sobre las piernas de Carolina.

La había pasado a buscar por la escuela y, como siempre, habían ido al parque, que ya era el paseo obligado. Caminaban un rato y después se sentaba en "su" banco. Así llamaban al banco en el que Caro había dicho que sí.

Pero hoy, "su" banco estaba ocupado, así que se tiraron un rato en el pasto.

__No. ¿Adónde? __preguntó Caro.

__A la costa. ¿No está copado?

__Sí. Me encanta el mar __contestó distraída.

Bruno se incorporó.

__¿Quién habla del mar? Está copado que se vayan. ¡Cuatro días de libertad! Toda la casa para mí solo __dijo estirándose para disfrutar por anticipado el placer de un fin de semana sin padres.

__¿Y tu hermano?

__Mi hermano se queda. Pero él hace la suya. No jode para nada.

__Buenisímo __comentó Caro sin demasiado interés.

La noticia no tenía nada que ver con ella. Al menos, eso pensaba.

__Ya organizamos una fiesta para el viernes __dijo Bruno.

__¿Quién organizó?

__Gastón y yo. ¿No te dijo Melisa?

Desde la pelea del otro día, Carolina y Melisa hablaban solo lo imprescindible, y no, no le había dicho eso.

__¿Vas a venir, no? __dio por sentado Bruno.

Recién en ese momento, Carolina tomó conciencia de que si los padres de Bruno no estaban se iban afuera, la noticia sí tenía que ver con ella. Una fiesta. Una fiesta en casa de Bruno. El viernes. Bueno... estaba en un problema.

__Si me dejan... __esa excusa, además de ser cierta, era buena __. Mi viejo no se copa mucho cuando no conoce a la gente.

__Entonces vamos a tu casa, para que tu viejo me conozca. Yo le caigo muy bien a los viejos. __Bruno parecía tener solución para todo.

__No digo así. Digo concer de mucho tiempo. Y menos, si tus viejos no están __todavía podía pelearla.

__No tienen por qué enterarse de que no están.

__No. Es cierto __tuvo que reconocer Caro.

__Nisiquiera tienen que enterarse de que venís a mi casa. ¿No le podés meter algún verso... que vas a lo de Melisa o algo así? __levantó la apuesta Bruno.

__No sé. Ya voy a ver.

Mejor patear el asunto adelante, hasta que se les acurriera algo. ¡No pensaba mentir! Mucho menos, para algo que ni siquiera sabía si le interesaba.

__No te veo muy emocionada __Bruno parecía disgustado.

__Sí... No... Es que... ¿No puede ser el sábado?

__El sábado le toca a mi hermano. ¿Por? ¿Qué tenés que hacer? ¿Otra vez vas a la casa de tu tía?

__No, no... Es que ¿viste? el viernes estás cansada, vas a la escuela...

__Hablás como mi vieja. "Brunito, no salgas, que estás muy cansado". Yo nunca me canso. Y menos por una fiesta __canchereó Bruno.

__No, yo tampoco.

__Bueno, dale. ¿Vas a venir?

__Sí... No sé.... Tengo que arreglar __contestó Caro, no muy convencida__. Después te digo.

El panorama se había complicado. No le podía decir a Melisa lo que pasaba, porque las cosas no estaban bien con ella; no le podía decir a Bruno la verdad, porque... bueno, no daba decirle que iba a lo de Tomás, aunque jurara y rejurara que era su amigo; no daba decirle a Tomás que no iba, porque se iba a sentir mal; no daba decirle a Gastón que suspendiera la fiesta porque... bueno, porque jamás hablaba con Gastón.

Cualquier cosa que decidiera iba a enojar a alguien. Tenía que arreglárselas para ir a los dos lados.

Decidió contarle a Melisa la verdad y decirle a Bruno que iba a llegar más tarde porque... ¡tenía que ir a la casa de su tía!

Como si fuera poco, se tuvo que aguantar un reto de su mamá: "que estaba saliendo demasiado y que se tenía que pasar todo el día arriba del auto llevándola de un lugar a otro"... . ¿Qué culpa tenía si todo el mundo organizaba cosas para el mismo día? Su vida era muy complicada.

Caro dice l Maria Ines FalconiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora