Capítulo 14: El joven caballero de la Casa Sun

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Ambos, Ping yu y Shang sou quedaron boquiabiertos afuera del carruaje.

"Miss, ¿cuándo aprendió a tocar el zither tan bien?"

Chen Rong cayó en silencio.

"Lo aprendí en un sueño", ella dijo al menos.

Sin esperar que ellos se recobraran, descendió la voz baja de Chen Rong en una orden: "No dejen que esto se conozca. Si alguien pregunta, díganles que comencé a prender el zither después de que mi padre y hermano se fuesen".

Ping yu y Shang sou se miraron el uno al otro.

Ellos habían vivido toda su vida en la pequeña residencia Chen, en la pequeña Ciudad de Ping –ellos no eran letrados. A pesar de encontrar lo que dijo Chen Rong difícil de creer, ellos no podían llegar a otra respuesta.

"Aye, Miss, por favor este segura", Shan sou dijo. A un lado de él, Ping yu también asintió vigorosamente.

Ellos pararon de pensar sobre todo, en sus mentes simples. Estos días, su lady estaba actuando como si tuviese intervención divina. Tal vez, ella realmente aprendió a tocar el zither en un sueño.

Chen Rong asintió desde su asiento dentro del carruaje y les dijo: "Si alguien viene a verme díganle que estoy dormida".

"Aye, Miss"

En este momento, la caravana pasó al camino de nuevo.

Ellos se habían movido por cerca de diez millas, desde el momento en que los dos grupos ser encontraron. Polvo volando se envió dispersándose en el aire, por los golpes de las herraduras. Desde en medio, uno no podía ver el frente ni detrás.

Después de que Chen Rong tocase su sonata, ella permaneció silenciosamente dentro de su carruaje y no hizo otra aparición. Mientras tanto, la gente enviada por Wang Wulang fue también declinada cortésmente por Shang sou y Ping yu.

Al principio, las ladies agraviadas de las Casas Wang y Yu estaban listas para buscar una pelea con ella. Incluso si ellas no eran mejor que ella en el zither, ellas deberían ser capaces de competir con ella en otras cosas. E incluso si ellas no podían competir, ellas aún podían forzarla a seguir probando sus artes. Siempre que ella se mostrase, ellas tendrían una manera de ganar por lo menos una vez.

Ellas no esperaban que Chen Rong fuese a la cama, y nunca haciendo otra aparición.

En este momento, la tropa de repente vino a parar.

Chen Rong corrió su cortina y susurró indagando: "¿Qué está mal?"

"Iré a ver", respondió Shang sou.

Él regresó treinta minutos después, saltando en su asiento de conductor y diciendo a Chen Rong: "Nos hemos topado con una rama del Clan Sun. Parece ser que ellos encontraron bandidos en el camino aquí. La mayoría de los adultos han muerto, solo un joven amo y algunos sirvientes sobrevivieron".

Shang sou apenas había terminado, cuando una conmoción estalló enfrente. Inmediatamente, un carruaje empolvado estaba manejando hacia ellos.

El satín negro y la madera de caoba indicaban la extravagancia que una vez tenía. En este momento, sin embargo, el satín estaba desgastado y la caoba se encontraba rallada con trazos de espada.

Sentándose en la posición del conductor estaba un niño de quince. Él tenía un par de ojos brillantes, una nariz recta, unos presentes labios estrechamente demacrados y una expresión cansada.

Mei Gongqing (La Cortesana Encantadora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora