Shinkōshoku no kage DXD [ después del Fin del mundo]

Intro

La verdad es que este mundo no deja de sorprenderme. El día que nací, había una creciente guerra contra un lunático llamado Rizevim, quien quería traer el fin del mundo o algo por el estilo. Siendo sincero, en ese entonces no me importaba mucho. En aquel tiempo, mi madre y mi padre formaban parte de la avanzada contra ese grupo terrorista, y por eso me dejaron al cuidado de mi abuela para que me criara. Cuando cumplí los 10 años, todo había terminado. Habían logrado vencer a todos los que atentaron contra la paz, y mi padre se convirtió en el pilar de la alianza entre todas las facciones sobrenaturales.

Ah, no les he contado, ¿verdad? En este mundo en el que vivo, cada mito y dios que se ha registrado o guardado en las leyendas de la humanidad es real. Bueno... todos menos uno, pero ese libro lo poseo yo por si acaso. Aunque esa es otra historia.

Al principio, tanto mi abuela como yo pensamos que, por fin, podría estar con mis padres, a quienes hasta ese momento nunca había visto. Pero no fue así. Con el sueño estúpido de mi padre de ser el rey del harem, todas sus amantes, junto a él y mi madre, comenzaron a preparar las uniones maritales. Yo sabía lo que venía después; no era un tonto. Mi abuela me había enseñado bien durante el tiempo que me crió.

Podría ser el primogénito de mi padre y de mi madre, quien en ese entonces era la heredera de su clan y ahora la que lo gobierna. Sin embargo, como no estaban en la unión correspondiente para los nobles de su facción, no se me concedió ningún derecho a llevar el apellido de mi madre, y me dieron el de mi padre.

Eso no me desanimó. Con las crecientes amantes de mi padre, sabía que tenía que encargarme de la protección de mis hermanos como el mayor. Y el hecho de estar desvinculado de todo me daba un mayor margen para hacer cosas que incluso considerarían ilegales.

En fin, pasaron 10 años desde esos eventos, y nació mi primer hermano, quien fue considerado su primogénito. Kurenai tenía un parecido enorme a su madre, con algunos rasgos de su padre. Él fue la alegría y el descontento del harem porque, olvidándome a mí, era el primer hijo de mi padre ya con su harem establecido.

En comparación conmigo, él fue bañado de amor y cariño. Sentí celos de Kurenai, pero luego recordé la crianza con mi abuela y, al final, me deshice de esos sentimientos. Había crecido como un hombre de bien y realmente no necesitaba la aprobación de esas personas.

Después de él, vinieron más y más hermanos, de sus diferentes mujeres, y como el mayor, me comprometí a cuidarlos. Cuando sentí que ya no me necesitaban, decidí dejar ese lugar y buscar mi propia felicidad.

Mi abuela trató de detenerme, pero le dije que ya había cumplido con mi labor. Era verdad que mi fuerza era igual a la de un Maou y que el mundo ya no tenía grupos o enemigos, pero algo dentro de mí me decía que esta paz era solo una farsa, que había algo más. Después de tranquilizar a mi abuela, emprendí mi viaje.

Oh, casi lo olvido. ¿No les he dicho mi nombre? Soy Drake Hyoudo, el primer hijo del héroe del mundo y el más fuerte Dragón Emperador Rojo, Issei Hyoudo, y de la Reina de la Aniquilación y matriarca del clan Gremory, Rias Gremory.

Pero eso no me interesa. La vida da y quita. No los culpo; la vida y su juventud los llevaron a tenerme en una época tensa, así que no estaban preparados. Ellos no tienen la culpa.

Aunque no los considero padres, sí tengo hermanos... y ellos son mi familia, al igual que mi abuela y las sirvientas que me ayudaron todos esos años.

Así que no sé qué mal haya en este mundo, pero lo enfrentaré. Y si muero en el olvido... bueno, qué más da. Ese camino lo elegí yo. No puedo culpar a nadie, y de aquí en adelante, mi camino empedrado al infierno ha comenzado.