El año 20X7, el mundo cambio radicalmente desde el día que el apocalipsis casi se desato en la existencia, la humanidad descubrió que no estaba solos, todo lo sobrenatural quedo a la luz publica y de hay en adelante todo cambio.
En las calles se podía ver ya de forma mas normal, tantos ángeles, ángeles caídos, diablos, Youkai, valkirias, dioses, semidioses, etc.
Esto era normal ya en todo el mundo, en especifico en las calles de Dublín, Irlanda deambulaba un hombre joven de aproximadamente 27 años, cabellos color de carmesí ojos color azul, tez ligeramente morena de una altura aproximadamente de 1.87m, vestido de unos pantalones negro con botas negras, una camisa verde con una línea color oscura en el centro con una gabardina color azul cerrada por el botón superior de la misma.
Lo mas notorio del hombre era 2 cosas, la primera que su belleza cautivaba tanto a mujeres solteras como casadas y uno que otro hombre, no importando que raza era.
La segunda era que la manga izquierda de la gabardina ondeaba libre como si no hubiera nada en ella.
-sigh... que aburrido estoy. -exclamo el joven mientras ignoraba las miradas lujuriosas de los de su alrededor. – "malditos genes de dragón"- gimió mentalmente al empezar a molestarse con todas las insinuaciones tanto de hombres como mujeres.
Solo recordar esos Okama... lo hizo estremecerse, no tenía nada en contra de ellos, es mas era muy buen amigo de alguno de ellos, incluso han bebido hasta el amanecer riéndose del mundo y del racismo que todavía existe en él.
Pero suspirando se dirigió a encontrar un transporte hacia el bosque de las hadas, Slieve Bloom, después de horas de viaje llego al bosque y se adentró al mismo. Y deambulo unos minutos hasta llegar a un claro.
Una vez en el mismo tomo asiento y saco una botella de whisky, esperando pacientemente hasta que un brillo dorado envolvió el lugar transportando al joven pelirrojo a la entrada de un reino.
-Hmmm, sigue siendo tan tacaño con el uso de la magia ese cabron de Oberón. – se quejó poniéndose de pie e ingresando saludando a los guardias quienes regresaron el gesto.
Mientras caminaba, la gente del lugar lo saludaban e incluso le invitaban a comer en su hogar o restaurante de forma gratis, incluso tuvo que rechazar unas propuestas de matrimonio hasta que llego al palacio.
Pasando un corredor enorme llego hasta la sala principal donde fue recibido por los reyes del lugar.
Oberón, el rey de las hadas, un hombre de tez pálida con ojos negros, vestido de un traje real con placas de armadura y junto a él su Ex esposa, pero todavía Reina de la Hadas Titania, una mujer de tez ligeramente oscura con cabello rubio y ojos azules con un vestido verde largo de una sola pieza.
-Yo!, Oberón-san, Titania-san- saludo el pelirrojo.
-saludos, Drake-san, han pasado 2 años desde la ultima vez que viniste aquí... no será vienes como mensajero de la unión de facciones. – comento Oberón con expresión dudosa.
- ¡¿Qué?! ¡no! Que va, no me llevo con ellos si no fuera por mi abuela no tendría ningún lazo con ellos, además han pasado 18 años desde que deje el inframundo, vine a pedir el apoyo de sus herreros para reparar mi espada. - saco una espada de la parte de atrás de su gabardina y la coloco enfrente de ellos.
Titania se acerco y tomo la espada y la desenfundo para ver que estaba totalmente destruida.
- ¡¿pero qué demonios paso Drake?! -exclamo la reina de las hadas. - ¿contra qué te enfrentaste para que fuera destruida de tal forma?
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Shinkōshoku no kage DXD [ después del Fin del mundo]
Fanficsiendo hijo de ese hombre uno esperaría aspirar a ser como su padre y familia, pero para el no fue asi, siendo el primero fue recibido por un mar de inexperiencia y negligencia, al final fue el único que desprecio al mas grande héroe, el único que...