Parte 13

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Albert solo se dedica a escucharme y asentir en señal de que me está poniendo atención.

Al final de todo como siempre las lágrimas salen sin permiso, Albert me abraza lo cual me da un poco de tranquilidad, también le cuento que me siento como en la cárcel, le cuento como son de estrictos mis padres, el castigo que recibí la primer vez que quise revelarme contra ellos, prácticamente le conté toda mi vida en menos de una hora y al final de todo nos encontramos abrazados en el sillón, él acaricia mi cabello y de vez en cuando limpia una que otra lágrima que se escapa de mis ojos.

Después de estar un rato así, Albert me cuenta sobre él, me dijo que vive con sus padres y que tiene dos hermanas mayores, Susana de 24 y Pamela de 26, sus padres se llaman Peter con 46 años y Cassandra de 50, no puedo negar que me sorprendí cuando me contó que su madre es mayor que su padre, es algo poco común entre las parejas, siempre se busca como lo típico, que el hombre sea mayor que la mujer y que él sea más alto que ella, sinceramente yo no me fijo mucho en eso, mírenme aquí, enamorada de un chico diez centímetros menos que yo, soy de esas que se inclinan por los sentimientos y mientras él tenga un buen corazón es de seguro que le daré el mío sin importar color de piel, edad, estatura o religión, porque así soy.

Me contó que uno de sus pasatiempos favoritos es el ciclismo, también me contó un anécdota sobre eso y las cicatrices que le quedaron, en todo lo que me contó, me di cuenta que es un chico aventurero y que no le gusta quedarse quieto en un solo lugar, anda explorando y viendo lugares nuevos y viejos, pero todos con sus amigos de exploración, mi madre a eso le diría que es una pérdida de tiempo, pero yo le digo que es disfrutar de la vida y sus alrededores, mírenme a mí, paso todo el tiempo encerrada, ¿Qué disfruto yo? Obviamente nada y lo miro a él y digo

<<él si ha disfrutado

En un futuro él no se quejara de que no salió a algún lugar o que no hizo lo que quería, que pudo disfrutar de su adolescencia y seguramente su adultez, pero en cambio yo, seré una viejita gruñona que se quejara de todo, sí, así me visualizo en mi futuro.

Después de algunas horas de estar abrazados, nos decidimos a ver una película de comedia, todo con tal de animarnos, Albert hizo unas palomitas de caramelo, mis favoritas y también hizo de queso, sus favoritas.

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El reloj marcó las siete de la noche, al final se ha cumplido, todo un día con él y no voy a negar que fue uno de mis mejores días, lo malo es que cada vez el tiempo pasaba más y más rápido, después de terminar de ver la película, él me ayudó a preparar la cena, ambos comimos unos ricos espaguetis en salsa, pero todo se puso mejor cuando él tuvo que irse.

- Ya es hora de irme___ había dicho él

- Es lo mejor, ya es tarde____ le dije algo nostálgica

- Lo bueno es que tus padres no están

- Sí

En ese momento no sabía por qué, pero en algunas situaciones podía ver que él estaba nervioso, lo cual por algunos ratos era divertido, ver como miraba para todos lados, ver como jugaba con sus dedos, ver como a cada rato se rascaba la nuca, definitivamente ver a un chico nervioso es algo muy divertido y sin esperarmelo llegó.

Me beso, sentí que el mundo se me iba a acabar, sentía que estaba como flotando y dentro de mí vivían un montón de maripositas que revoloteaban en ese momento, jamás me imaginé que recibir un beso se sentía de esa manera, sus labios eran suaves, carnudos, fue lo más maravilloso que alguna vez pude experimentar, no quería que ese beso se acabase, pero sucedió, nuestros labios se separaron y no pude evitar gruñir ante ese sentimiento, sentía un pequeño hormigueo en mi labios y estos, reclamaban nuevamente atención de parte de los labios de Albert.

- Buenas noches princesa____ había dicho él

- Buenas noches____ le dije con una sonrisa de oreja a oreja

- Solo espero que esta vez no me ignores

- Lo prometo_____ él se acerca nuevamente a mí y me vuelve a dar otro beso

Suspiro ante ese recuerdo

- En dos meses, haré de tu vida una locura____ la sonrisa en mi rostro se borra ante aquellas palabras, dicho eso, lo vi caminar hacia el parque, cierro la puerta detrás de mí y corro hacia mi habitación.

Y aquí estoy una vez más recordando ese beso y las últimas palabras que él me dijo.

¿Qué quería decir con eso?


Vestida de Blanco o NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora