stay with me » p. chanyeol

4. ― can't help falling in love.

can't help falling in love. twenty one pilots. (cover)

Los hombres sabios dicen
que solo los insensatos
se apresuran
pero yo no puedo
evitar enamorarme de ti.

Toma mi mano,
toma también
mi vida entera,
porque no puedo
evitar enamorarme de ti.

***

-Jinnie, ¿por qué te demoras tanto? ¡Sal rápido! -Haejin bajó corriendo las escaleras y le sacó la lengua, aunque por dentro se recordó a sí misma que debía ser más puntual de ahora en adelante. Se arregló el cabello frente al espejo en la entrada y una vez lista, salió junto a Chanyeol de la casa.

-Primero tenemos que pasar por el centro comercial. Llevo tiempo sin verla, no puedo ir con las manos vacías. -dijo Haejin una vez dentro del auto de Chanyeol, abriendo la aplicación del GPS en el móvil para dictar direcciones en caso de que fuese necesario.

-Sabes que a ella no le importa eso. -El semáforo cambió a verde luego de varios segundos rojizos y cruzaron por una calle sin muchos autos aparcados. Haejin encendió la radio y la primera estación fue una de jazz que no se molestó en quitar.

-Aun así, quiero llevarle algo. Le compraré un suéter bonito. -Ella meditó un poco sobre la tienda específica qué visitaría y se debatió mentalmente qué color sería el más apropiado para ella. Chanyeol, por otro lado, suspiró de felicidad al reconocer a Coltrane tocando su saxofón.

Se quedaron estancados por un rato lidiando con el tráfico y Chanyeol volteó la mirada para dejarla caer sobre Haejin, que de lo concentrada que estaba buscando algo entre su billetera, no notaba que estaba mordiéndose el labio superior sin mucha fuerza.

Le gustaba verla así, ensimismada con pequeñeces o enfocada en cosas triviales. Eso le hacía recordar cuánto había crecido sin que alguno de los dos lo notara mucho. Por su mente pasaron las veces en las que ahorraba meses y meses seguidos para poder pagarse sus caprichos con dinero propio, o aquellas ocasiones en las que se frustró por no ser capaz de guardar dinero por tiempo prolongado. Sonrió orgulloso al ver cómo había dejado de lado las cosas propias de la adolescencia y había dado un paso hacia a aquello que ambos clasificaban como desconocido.

La chica dormilona que solía sentarse a su lado en las clases y que constantemente robaba las respuestas inteligentes que él murmuraba en voz bajita había estado creciendo en silencio, sin avisarle a nadie y cuando quiso lanzar un comentario al respecto, ya Haejin había terminado su búsqueda exhaustiva y los conductores que iban detrás suyo estaban haciendo sonar el claxon para que se moviera.

***

-¿Qué color te parece más lindo? -Chanyeol se encogió de hombros con los labios juntos y ella se mordió el labio observando las opciones. Haejin llevaba enfrascada en la decisión como si el destino del mundo dependiera enteramente de ello y Chanyeol comenzaba a desesperarse de verla tan indecisa, incapaz de entender por qué le costaba tanto.

-El rojo es lindo -Ella lo miró con el ceño fruncido y él se rio, suspirando justo después-. Bueno, el rojo es horrible.

Haejin sonrió victoriosa y siguió observando los suéteres frente a ella, como si la respuesta a su pregunta le apareciera de repente si se quedaba en esa posición. Chanyeol estaba reprimiendo los deseos de arrebatarle uno de las manos y salir corriendo hasta la caja para pagarlo.

-Solo escoge uno. A ella le gustará cualquiera. -Chanyeol puso ambas manos frente a su pecho cuando ella lo observó con expresión enojada, sus ojos ordenándole que se quedara callado y ante eso, no quiso objetar.