5. ― when you love someone.

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when you love someone. DAY6.

Hoy fue un día muy duro
mi corazón duele por ti
la única cosa que puedo hacer por ti
Es estar contigo, lo siento
Quiero llorar por ti
Quiero lastimarme en tu lugar
No quiero cicatrices en tu corazón
Nunca más

***

Haejin terminó de alistarse con un suspiro, encontrándose a sí misma usando un vestido negro e intentó procesar lo que le había dicho Chanyeol hacía menos de una hora, pero no podía. Tenía un nudo en la garganta que no desapareció en mucho tiempo. Atravesó el pasillo con pasos lentos, encontrándose en la entrada con Jaeyoung, a quien parecía ocurrirle lo mismo.

Anduvieron callados todo el camino, sin siquiera atreverse a dejar sonar la música de la radio y al llegar al hospital, atravesaron tomados de la mano los pasillos llenos de carteles coloridos, alcanzando en poco tiempo el piso en donde se reunían todos para el funeral de la abuela Jang.

Haejin apretó la mano de su hermano al reconocer los mismos crisantemos faltos de color que habían estado allí el día de la muerte de su madre. Él fue el primero en encender el incienso al llegar al salón principal, colmado de las mismas flores en arreglos bonitos y en igual orden hicieron la respectiva inclinación frente a la imagen sonriente de la abuela y a la señora Park y a Chanyeol, ubicados a un costado.

Se sentaron un rato en una mesa al terminar, aunque no se dijeron nada, reconociendo en silencio los rostros conocidos y recordando con dolor esa ocasión en la que les tocó vivir la misma situación que los Park. No era agradable, eso era seguro y concluyeron con los labios fruncidos que solo quedaba esperar, pacientemente, a que el tiempo hiciera de las suyas y ayudara a sanar heridas.

Chanyeol, sintiendo la respiración irregular de su madre a un lado no podía concentrarse, no podía pensar en algo más que en sus trabajos de la universidad, probablemente porque ese era el único método que tenía para protegerse inconscientemente del sufrimiento que se avecinaba. Con la mirada perdida, intentó hacerse a la idea, intentó notar que en ese mismo instante estaba junto a su mamá y que debía concentrarse en ello, dejar de divagar en otros asuntos, pero no podía. Tardó bastante rato en entender que no estaba soñando, que de esta pesadilla no despertaría nunca porque era la vida real y de ella no podía salir.

Se rindió por fin ante la avalancha de sentimientos abrumadores y liberó lágrimas grisáceas llenas de dolor que habían estado esperando salir por bastante rato.

Yoora llegó justo cuando la sensación que le recorría cada célula del cuerpo se volvió demasiado fuerte, cuando sentía que el traje se le hacía muy ajustado y la corbata demasiado apretada. Sintió que le cortaban la respiración y que ya no podría soportarlo más. El peso de la realidad que había estado tratando de evitar le cayó encima y con mucha discreción se alejó lo más que pudo hasta llegar a respirar el aire de afuera. Se sintió aliviado, porque el aroma del incienso le estaba dando náuseas.

Haejin notó cuando se fue, consciente de que algo andaba mal porque tenía desarreglado el nudo de la corbata y sin atraer la atención, le siguió los pasos hasta dar con la puerta corrediza del primer piso. No vio nada cuando salió, pero fue suficiente con mirar hacia la derecha, allí donde había una banca entre los rosales y en donde estaba Chanyeol sentado, con la cara entre las palmas.

Su espalda marcaba un vaivén irregular e inestable y sus orejas rojas contrastaban con el negro intenso de su cabello. Se acercó con cuidado, temerosa de asustarlo y notó antes de tomar asiento que la punta de sus zapatos de charol negros estaba siendo salpicada por varias gotas atrevidas de lluvia que apenas empezaban a caer del cielo.

stay with me » p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora