epílogo. ― give you my heart.

97 5 0
                                    

give you my heart. iu.

Como no tengo nada que darte
te doy mi corazón
Como he recibido mucho de ti

No puedo expresarlo todo
de una sola vez...
No importa la razón por la que nos encontramos y nos enamoramos

No importa la razón
por la que viniste y
te quedaste conmigo

Rezo para que
en los días felices,
y en los días fatigantes de la vida
Pueda estar a tu lado

todo el tiempo...


***

¡No te desesperes, Jinnie, prometo que llegaré a tiempo!

—¡Más te vale, Park Chanyeol o si no— ¡Ay! ¡Papá, eso dolió!

Haejin le cortó en ese preciso instante y él no tuvo forma de averiguar qué era lo que estaba ocurriendo. Aún no había salido de casa, según imaginaba y era muy probable que estuviera batallando con la toga. Anoche le había dicho que a la prenda se le habían zafado unos cuantos hilos en la parte del costado y se había creado un roto para nada esperanzador.

Chanyeol se guardó el teléfono en el bolsillo de la chaqueta y se apuró a hacer la fila para entrar al avión apenas oyó que llamaban su vuelo. Tomó su equipaje de mano y le entregó sus documentos al joven que trabajaba detrás del mostrador, sintiéndose ansioso hasta el último pelo por no poder llegar a tiempo para la graduación de su novia.

Los últimos cuatro años se la había pasado metida de cabeza en todo lo que requería la carrera. Lo había llamado llorando porque temía reprobar algún examen importante y él la había tranquilizado en poco tiempo diciéndole que iba a estar bien y que pensar de más en el futuro no le ayudaba. Aunque también había perdido muchas de sus llamadas porque a veces no concordaban sus horarios y tenía que pedirle disculpas luego por no haber podido contestar.

Desde su segundo año de universidad, se habían comenzado a ver menos. Ella estaba ocupada, como era lógico, pero contaba con tiempo extra para hacer sus cosas y darse un respiro de tanto trabajo, a diferencia de él, que encontraba todos los días algo nuevo a lo que ir y presentarse, lo que dificultaba que se encontraran en algún café o se reunieran en sus casas para ver series sin terminar.

Cumplía él solo con sus horarios, puesto que Baekhyun le había sido sincero antes de que la fama le pintara la cara y le había dicho que, si bien la música constituía una parte de su vida, allí no estaba su verdadera pasión. A él le movía ayudar también y acercarse a las personas, pero no de forma poética y metafórica como Chanyeol, sino de forma física y directa ejerciendo su profesión. Su decisión no le había tomado por sorpresa, porque lo conocía bien y sabía que desde sus años de escuela esa pasión por el servicio a los demás había determinado la elección de oportunidades. Sin embargo, mentiría si negara que no se había sentido un poco triste y asustado de embarcarse en una nueva aventura completamente solo.

La primera disquera lo rechazó por ser solo él y no Baekhyun, puesto que valoraban más su aspecto físico y etéreo que todo lo demás; querían promoverlo como la imagen del dúo y hacerlos famosos a los dos a través de la aparición de la imagen de su amigo en televisión. Escuchar tales declaraciones lo dejó perplejo al inicio, porque no se había esperado semejante respuesta.

Ni Yoora ni su madre le dejaron acomplejarse y hacerse diminuto por eso. Le metieron en la cabeza que lo que tenía dentro suyo era talento y si no había quien valorase eso en la disquera donde había estado a punto de firmar, entonces no se estaba perdiendo de nada. Tanto se lo repitieron que terminó por creérselo gradualmente y comenzó el proceso de promocionarse a sí mismo como artista en solitario en los bares, los restaurantes e incluso en la calle con un micrófono y su guitarra.

stay with me » p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora