33. ― teenage dream.

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teenage dream. katy perry.

Crees que soy bonita,
sin nada de maquillaje
Que soy graciosa
cuando mis chistes
no son divertidos

La manera en que me provocas,
no me deja dormir

Mi corazón se detiene
cuando me miras,
solo basta un ligero roce

Y por eso creo,
mi amor, que esto es real

***

Haejin durmió junto a su hermano esa noche, sin querer dejarlo solo incluso si no corría ningún peligro inminente, y esperó que su ruidosa presencia a un lado le diera al menos un poco de consuelo y lo obligara a aceptar que por mucho que huyera, allí estaba ella para impedir que se refugiara en sí mismo y escondiera todas sus emociones para que nadie las viera.

Se levantó al día siguiente con cuidado de no despertarlo y se puso manos a la obra, desperezándose y quitándose el polvo de encima para concentrarse por fin en lo que tenía que hacer. Lo primero era organizar sus papeles para inscribirse en la toma del Test de Aptitud Universitaria de este año y comenzar a buscar academias que estuvieran dispuestas a entrenarla por los meses que le esperaban.

Se pasó la semana entera, casi, en diligencias de ese tipo. Balanceaba los días entre la carga académica y el brindarle a su hermano la cantidad de apoyo adecuada para no abrumarlo demasiado. Se desligó completamente de la universidad en la que estudiaba, le informó a Sooyeon que no se verían más durante de las clases de forma oficial y comenzó a averiguar lo que tenía que hacer para embarcarse en el próximo ciclo de estudio de varias escuelas de medicina alrededor del país, aunque sin su puntaje del suneung no podía hacer mucho.

No podía negar que algo dentro suyo se removía inquieto cada vez que dejaba ir muchas de las cosas que ya consideraba parte de su vida, sin embargo, perdían relevancia en comparación con la sensación de quitarse las cargas que solía haber sobre sus hombros.

Muchos hagwons se negaban a ayudarla puesto que su ciclo de entrenamiento ya había iniciado o algunos tenían los cupos disponibles al tope, por lo que pasó varios días a la deriva, conduciendo alrededor de la ciudad hasta que se le cansaron los pies y la espalda y comenzaba a pensar de más en sus decisiones. ¿De verdad habría hecho bien en decidir iniciar de nuevo?

Estando a punto de volver a casa con los hombros caídos, encontró una academia en la que podía iniciar su entrenamiento el lunes de la semana entrante, aunque por un precio ligeramente más elevado. Lo aceptó sin miramientos puesto que necesitaba con urgencia iniciar sus horas de práctica, por mucho que le aterrara dicha esclavitud.

Se pasó el fin de semana aprovechando sus últimos días de libertad. Limpió a fondo la casa entera como nunca, más como forma de lidiar con el estrés anticipado que por pulcritud y se quedó el domingo hecha una floja sobre el sofá porque se había arruinado la espalda en el proceso de convertirse en Danny Tanner y los brazos apenas le funcionaban.

Jaeyoung había salido con un par de amigos, que lo sacaron contra su voluntad para distraerlo un poco y su padre la había abandonado también, a sus noches usuales de películas en el cine. Cada una de sus amigas estaba ocupada en sus propios asuntos y Chanyeol, quien había sido su primera opción, estaba ayudando a su madre a hacer algo que no le entendió.

Haejin pensó en serio que, si pasaba un minuto más en casa viéndose el barniz dañado de sus uñas del pie, iba a volverse loca. Para su suerte, su novio llegó al rato con ánimos de pedirle tener una cita en un nuevo restaurante italiano que había abierto cerca de su casa. Habían terminado temprano y como sabía que debía estar aburrida, le pareció la mejor opción para solucionarle el problema. No era mucho de salir a comer, en realidad, porque le ponía un tanto incómodo el cenar en un lugar con tantas personas, pero sabía que a ella le encantaba arreglarse y visitar lugares nuevos y estaba dispuesto a hacerlo por ella.

stay with me » p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora