Hongbin abrió los ojos poco a poco, estaba tumbado en su cama siendo abrazo por la espalda, los brazos contrarios descansaban sobre su cintura, Hongbin los acarició, haciendo que el cuerpo de atrás se moviera en su sitio.
- ¿Ya estás despierto? - la voz del contrario sonaba medio dormida, Hongbin asintió sobre su almohada.
- He tenido una pesadilla. - el cuerpo contrario se medio incorporó para poder ver mejor a Hongbin, éste se tumbó boca arriba para mirarlo, aquel pelo rubio, sus labios, sus ojos, su nariz, su torso (ya que estaba sin camiseta).
- ¿Qué ha pasado? - preguntó Hyuk preocupado. El mayor lo miró a los ojos y lo atrajo hacia sí abrazándolo, el rubio le correspondió acariciándole el pelo.
- Soñé que Joy moría, y luego te disparaban - dijo sintiendo un nudo en su garganta.
- Hongbin.
- Sí - contestó sin soltarlo.
- Ho... Hongbin - éste lo soltó, el alto se dejó caer al otro lado de la cama, Hongbin se miro el cuerpo, estaba cubierto de sangre, miró a Hyuk y estaba inmóvil, pálido, en su torso estaba la herida de bala, esta no dejaba de sangrar.
- ¡Hyuk! Dios, te podrás bien, - dijo sentándose en la cama presionándole la herida - ¿Hyuk? ¡¿HYUK?!.
- Esa bala iba para ti - Hongbin se giró sin dejar de atender la herida de su novio, allí estaba parada su madre - Tú lo dejaste morir. - los ojos mostraron horror, la mujer levantó la mano donde llevaba un arma, apuntó a su hijo, y sin pestañear disparó.
Pero no recibió una bala, en lugar de eso, un chorro de agua se disparó en su cara volviéndole a la realidad.
Hongbin abrió los ojos apresuradamente, cogió aire con desesperación, estaba mojado.
- Está despierto señor - el joven miró hacia los lados, se miró a sí mismo, estaba sentado en una silla atado a ésta, había hombres como los que le cogieron por toda aquella sala. Ni siquiera sabía dónde estaba exactamente, si era una sala, o una habitación, o un almacén abandonado. Tan solo eran cuatro paredes tapadas con grandes cortinas negras, unas luces que colgaban del techo iluminaban todo aquel espacio vacío.
Una puerta se abrió y tras una cortina apareció un hombre, éste estaba vestido con traje, su madre le acompañaba mientras empujaba una silla de ruedas con un hombre cubierto con mantas.
- ¿Éste es tu hijo? - preguntó el hombre trajeado mientras levantaba la barbilla de Hongbin para verlo mejor, pero éste apartaba la cara repudiando aquel tacto.
Su madre dejo el hombre en silla de ruedas frente a él y ella se sentó en sus piernas, el otro hombre volvió junto a ella.
- Sí es él.
- Ya sabemos que a ti no ha salido, es demasiado guapo.
- Oye, es igual a su madre - ella sonrió mirándole orgullosa.
Hongbin se paró a observar el hombre paralítico, era extraño, su piel era blanca, demasiado blanca para una persona normal, su boca estaba entre abierta y sus ojos estaban bien abiertos, Hongbin sintió miedo ante aquella vista, sus ojos no tenían vida, no parpadeaba.
Aquel hombre estaba muerto.
- Salvo por una cosa - retomó la mujer sin apartar ojo de su hijo, éste tragaba duro sin apartar ojo de aquella persona que descansaba en paz, bueno en paz... Digamos que descansaba.
- ¿Qué le pasa?
- Tiene, tenía novio - dijo con pesar.
- ¿Es gay? - se sorprendió el hombre trajeado.
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Tú otra vez [HYUKBIN]
FanfictionDos amigos que se reecuentran después de un largo tiempo, tanto Sanghyuk como Hongbin volverán a sentir lo que una vez sintieron. Hyuk rencoroso por haber sido abandonado por Hongbin, no puede dejarlo ir así como así, pero el precioso chico de los...