Tú otra vez [HYUKBIN]

18. Día Familiar

- Yo también te quiero.

Aquellas palabras dichas por el mayor, hizo que a Hyuk casi se le saliese el corazón del pecho, juraría que Hongbin podía sentirlo latir contra él. Al oír esas palabras, el rubio sonrió y pegó sus labios con el contrario, tenían un ligero sabor a cloro, pero, aún así, saboreaba el sabor natural de los labios de Hongbin, éste se aferró más a él cuando introdujo su lengua, la cual recorrió la boca del mayor y acarició y bailó con su lengua. Al principio el beso era suave, pero, poco a poco se volvió más desesperado, el suave e inocente beso se convirtió en uno que pedía más, exigía más. Pasó poco tiempo cuando Hongbin notó un bulto se estrujaba contra él, Hongbin sonrió echando la cabeza hacia atrás, Hyuk aprovechó el momento para besar su cuello, morderlo y succionarlo dejándole pequeñas maracas, el mayor agarró los cabellos dorados del alto y tiro de ellos consiguiendo hacer gemir al menor.

Hongbin lo miró, iba a decirle que esto estaba mal, no podían hacerlo allí, ¿y si los pillaban? Peor, ¿y si fuera un profesor quien los pillaban? Pero a quien engañaba, veía el deseo en la mirada de Hyuk y él también quería lo mismo, no importaba donde, quería, necesitaba sentir su piel, lo necesitaba a él.

- Joder Hyuk - Hongbin pegó sus labios nuevamente, bajo el pantalón de éste ya era notorio su miembro pidiendo contacto, Hyuk al sentirlo sobre él, no tardaría mucho en complacer sus súplicas.

Gracias al agua, su peso era más liviano, por lo que pudo deshacerse del pantalón y su ropa interior con una mano y algo de ayuda de Hongbin, dejando las prendas sobre la orilla de la piscina, luego se bajó sus prendas, en ese momento sus miembros se rozaron, ambos sintieron el miembro del otro contra su piel, Hongbin se mordió el labio inferior por el roce, Hyuk hundía su cara en el cuello de Hongbin mientras dejaba pequeños besos en la clavícula y cuello. Las manos del rubio se trasladaron hasta los glúteos que sus palmas acariciaron y apretaron. Poco a poco, casi por defecto, Hyuk introdujo un dedo en el interior.

- Hyuk - sintió suspirar contra su oído, aquello le hizo desesperarse más y sin esperar introdujo un segundo dedo que empezó a mover y separar en el interior. Hongbin se pegó más, si eso era posible, al cuerpo del alto, sus piernas se cerraron más en la cintura del rubio, los brazos rodearon su cuello y sus manos apretaban la carne de la espalda. Hyuk introdujo un tercer dedo, Hongbin arqueó su espalda, el alto se separó y le miro, aquella imagen de su hyung pidiendo más con la mirada le hacía perder el control, pegó sus labios con los de Hongbin, estos estaban ya secos del agua, ahora solo sabían a la saliva del mayor que había dejado cuando se mordió y reclamó sus carnosos y rojos labios, en medio del beso, el rubio sacó los tres dedos y despacio introdujo su miembro, sus manos apartaban las nalgas para tener la entrada a mayor disposición. Fue Hongbin quien terminó el beso al sentir como su interior estaba siendo llenado, Hyuk entró por completo cuando dejó salir todo el aire de sus pulmones, Hongbin echó la cabeza atrás soltando un gemido, aquel dolor que sentía era solo placer, Hyuk empezó con unas suaves y lentas embestidas, Hongbin lo conocía, el rubio siempre empezaba gentil y humilde, luego se volvía más salvaje, y eso le volvía loco.

Hyuk aceleró las embestidas mientras soltaba pequeños y cortos gemidos contra el cuello del mayor, este notaba como entraba y salía de su cuerpo, a la vez, su miembro acariciaba la piel contraria, él dajaba salir gemidos que salían de su garganta, con esa voz grave, aunque la espalda de Hyuk era quien sufría más.

Ahora sí, Hyuk mordió la piel blanca de Hongbin mientras las embestidas se volvían desesperadas, Hongbin no pudo evitar soltar un gemido más alto, Hyuk lo mordía evitando hacerle daño.

Lo jodido que sería que viniera alguien ahora.

Hongbin fue el primero en correrse, sintiendo como el miembro de Hyuk tocaba su punto, el menor no tardó en seguirle, mientras acariciaba y besaba sin salir todavía, el semen que derramó Hongbin se había mezclado con el agua, esta también limpiaba lo que se resbalaba por los muslos del mayor. Hyuk salió de él y lo sentó en la orilla, se metió entre sus piernas y besó el estómago de su hyung, bajó hasta el ombligo y se trasladó hasta el muslo interior, todas aquellas partes sabían a cloro, pero sus labios notaron la piel de Hongbin y eso le hizo sentirse diferente, sentirse especial. El único que podía tocar, besar y amar a aquella delicia.