Hongbin abrió los ojos entumecidos, su rostro le dolía, tenía moretones por su mandíbula, sus mejillas y cerca de un ojo.
Por suerte pudo dormir una hora, el día ya había comenzando con los primeros rayos de luz que este indefenso joven no pudo ver por aquellas cortinas. Su cuerpo estaba cansado, el frío se metía por su piel suave hasta llegar a los huesos, sus labios estaban ligeramente morados.
En su cuello tenía las marcas que le hizo el hombre anoche, en sus muñecas también tenía las marcas rojizas. Sus ojos se llenaban de lágrimas al recordar a aquel hombre sobre él tocando su piel e intentando besarle.
La madre de Hongbin apareció cuando justo cuando aquel señor intentó bajarse los pantalones mientras atrapaba a Hongbin para que no se le escapara.
La mujer, le dio una patada incándole el tacón de su zapato en el pecho de quien estaba obligando a su hijo.
- No hagas que te mate a ti también - amenazó la mujer. Hongbin se giró bocabajo tosiendo intentado volver a recuperar el aire, se incorporó torpemente.
- No serías capaz - dijo el hombre levantándose con una mano en el pecho.
- Maté a tu hermano por llamarme loca, ¿de verdad crees que no lo haré, cuando vas tocando a mi hijo? - la mujer lo señaló, se acercó a Hongbin y le acarició la cara y la espalda, éste repudió su contacto echándose hacia atrás. - Binnie, ¿Por qué no descansas un poco, mañana debes estar guapo para las fotos? - la mujer no esperó respuesta, cogió al otro del traje y se lo llevó.
Hongbin, después de vueltas y vueltas por aquella sala, cayó rendido sobre el frío suelo. Miró detrás de las cortinas, tan solo era una falsa esperanza, ni si quiera era una ventana o un cristal, eran espejos. Encontró la puerta detrás de la cortina, pero esta estaba cerrada.
Tras aquella hora de incómodo y frío descanso, la puerta se abrió dejando ver a un matón, éste se inclinó cuando Hongbin lo miró asustado.
- Señor, debo prepararle.
- ¿Prepararme para qué? - preguntó confundido. El hombre se acercó, en un movimiento inmovilizó a Hongbin y le ató las manos, luego le puso una venda en sus ojos y se lo llevó.
Cuando el joven recuperó la vista, se vio obligado a parpadear repetidamente para acostumbrar la vista, luego apareció a aquel hombre en sillas de ruedas justo en frente de él asustándolo, el hombre que lo había "guiado" hasta allí lo sentó en una mesa llena de comida.
- Buenos días - saludó la mujer sentada al lado de su prometido, el hombre trajeado ya no llevaba traje, estaba vestido con ropa cómoda. Hongbin respondió al saludo de su madre con una leve inclinación de su cabeza.
- Come, hoy tienes que tener energías. - Hongbin no miró al hombre.
- ¿Para qué? - Susurró.
- Cielo, hoy será las fotos. - le respondió su madre.
- ¿Qué fotos? - dijo mirando a la mujer confuso.
- Las de la boda - respondió el hombre con media sonrisa.
- ¿No eres tú quien te casas? - señaló a su madre.
- Sí, pero como ahora serás nuestro hijo - digo cogiendo la mano a Dongsun - queremos hacer un álbum con nuestras fotos, y no tenemos ninguna tuya por lo que tenemos que hacerlas. - sonrió. Escalofriante.
Hongbin no probó ningún bocado de la comida servida, pero su madre le felicitó por comer hasta que no pudo más.
Luego de aquella, le vendaron los ojos y le transportaron a un lugar totalmente blanco, tan solo había un sofá color café en el lugar, Hongbin no sintió que aire fresco por lo que ni si quiera salieron de aquel lugar.
ESTÁS LEYENDO
Tú otra vez [HYUKBIN]
FanficDos amigos que se reecuentran después de un largo tiempo, tanto Sanghyuk como Hongbin volverán a sentir lo que una vez sintieron. Hyuk rencoroso por haber sido abandonado por Hongbin, no puede dejarlo ir así como así, pero el precioso chico de los...