Un mes había transcurrido y Jungkook se adaptó con rapidez a su nueva rutina en el hogar de Taehyung. Aún no conseguía empleo y, por ende, no podía asistir a clases sin pagarlas, por lo tanto sus días los pasaba dentro de la casa viendo películas, limpiando y haciendo comida. Para muchos sonaría como una rutina gastadora y aburrida pero, para el azabache, era algo agradable. Le encantaban esos pequeños momentos en los que sus labios se unía con los de su amado cuando ambos se acurrucaban en el sofá de la sala para ver televisión o cuando ambos hacían el amor.
Aún recordaba la primera vez con sumo detalle, fue la mejor noche de su vida. Taehyung había llegado a casa con un ramo de rosas una semana después de haberse mudado, compartieron una hermosa cena y luego la magia ocurrió; esa noche Jungkook entregó su virginidad al indicado, estaba seguro de ello.
Su entrega de amor completa, para el había sido más que sólo sexo, era la manera de expresar que lo amaba con su alma y cuerpo entero; para Taehyung, sólo un momento de placer y satisfacción al saber que la virginidad ajena era completamente suya.
Jungkook deseaba hacer algo especial ese dia, después de todo era su primer mes siendo pareja y para el significaba mucho. Quizá el tiempo era poco, pero juraba que nunca había sido tan feliz como en ese mes transcurrido.
Se dirigió a la puerta principal, parando unos segundos antes de abrir la puerta; no habia avisado a Taehyung que planeaba salir ya que planeaba que todo fuese una sorpresa, sólo saldría a una floristería a dos cuadras de ahí para comprar un arreglo floral bonito y especial. Ese corto trayecto no le importaría ¿No es así? Además lo hacia para dar de regalo a su pareja, quería correr el riesgo para hacerlo feliz.
Salió de la casa y corrió hasta la pequeña y acogedora floristería situada en una esquina. Una mujer de unos 60 años lo atendió con toda amabilidad, su suave sonrisa provocaba que Jungkook se sintiera a gusto y en paz. Pidió a la mujer un arreglo de rosas de diferentes colores para su pareja, ella no tardo en encontrar entre el inventario un pequeño arreglo de rosas rojas,fucsias y blancas; era hermoso y los ojos del pequeño se iluminaban enormemente al verlo. Sin pensarlo dos veces pagó a la mujer y, agradeciendo con una reverencia, regresó a casa con una sonrisa de oreja a oreja adoranando su iluminado y esperanzado rostro.
Había preparado una cena sabrosa y abundante, ahora sólo le quedaba esperar por su amado. Agradecía que su espera fue minima, escucho la voz gruesa y ronca del ajeno al saludar una vez entró, el azabache corrió hasta el euforico para abrazarlo con fuerza.
-¡Feliz primer mes Hyung! ¡Lo amo!
El mayor sonrió con levedad, su día había sido muy bueno y estaba de excelente humor. Sin responder nada unió sus labios a los ajenos en un cálido y apasionado beso, permitiéndose invadir la cavidad bucal ajena con su lengua. El pequeño correspondió como pudo ante tanta agresividad y pasión.
-Feliz mes, Jungkook.
-Le tengo una pequeña sorpresa.
Y sin esperar respuesta del de cabellos rubios, la mano de Jungkook tomó la impropia para guiarlo hasta el comedor donde la cena ya estaba servida, en medio de la mesa de madera oscura se encontraba un arreglo floral que habia comprado por la mañana, objeto que captó por completo la atención del Taehyung haciendo sonreír confiado al más pequeño.
-¿Le gusta,Hyung? Lo compre para usted~
El silencio prevaleció durante unos segundos, el rostro de Taehyung inexpresivo por completo.
-¿Saliste de casa?
-Uh...sí. ¡Pero fue para hacerlo muy feli...!-Jungkook no pudo terminar lo que estaba diciendo, la mano del mayor colisionó contra su mejilla en un golpe sonoro y doloroso. El azabache no podía procesar lo que ocurrió. ¿Taehyung acabo de golpearme?
La mano que habia golpeado de aquella manera a el pequeño tomó del cabello azabache del chico,jalando este de tal manera que le hizo soltar un agudo chillido de dolor.
-Creí que seguirias mis reglas,pequeño imbecil.
Jungkook juraba sentir su corazón romperse al escuchar como lo había llamado. El mayor le pateo con fuerza una de sus piernas haciéndolo caer al suelo, sin perder tiempo volvió a tomarlo del cabello para arrastrarlo en contra de su voluntad.
Jungkook gritaba por el dolor y el miedo por encontrarse en una situación así en manos del hombre que amaba.Múltiples puñetazos y patadas iba recibiendo el cuerpo del menor para hacerlo callar. Taehyung habilidosamente lo arrastró de aquella manera hasta el sotano, donde lo lanzó sin piedad. Jungkook se revolcaba en el sucio y frío suelo por los golpes llorando sin consuelo alguno.
-Jungkook, mi amor-Taehyung se acuclillo para acariciar la mejilla del azabache y limpiarla del desastre de lágrimas que en ella se encontraba. -debo castigarte, lo sabes. Sólo así aprenderás a ser un perro obediente. -aunque el menor jamás imaginó que su pareja fuera a castigarlo de esa manera, debía aceptarlo, después de todo era un acuerdo y estaba seguro de que ese castigo tenía una razón valida. -Todo esto lo hago porque te amo, Jungkook. -esa frase fue su razón y el pequeño y asustadizo chico le creyó por completo
Todo esto es por amor. El me ama y me castiga para hacerme mejorar.
Jungkook pasó toda la noche encerrado bajo llave en el oscuro y húmedo sotano, llorando hasta que su cuerpo no pudo más cayendo en un profundo sueño.
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Muestras de amor | Taekook
FanfictionLo que sentía Jungkook por su pareja se describía como el amor mas puro y sincero que alguien pudiese imaginar. Lo que sentía Taehyung por su pareja se describía como una necesidad de proclamarle como suyo y de nadie mas. Una obsesión violenta y des...