capítulo dos

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Los días se volvieron semanas,las semanas meses. Casi todos los días ambos se encontraban en el mismo lugar a la misma hora, nunca se animaron a invitar al otro a una cafeteria, o algún lugar cercano que los sacará de la rutina. ¿Por que habrían de hacerlo? Se sentían comodos en ese lugar con vista a las luces de los edificios de la ciudad, y sólo con tener la presencia del otro era suficiente.

Taehyung le contaba a Jungkook como había sido su día en la agencia de publicidad en la que trabajaba, mientras Jungkook le contaba la agotadora rutina que constaba en estudiar por las mañanas y trabajar como cajero en un supermercado por las tardes para pagar sus estudios y el pequeño apartamento en el que vivia.
Ambos iban armando sus propias conversaciones locas, o aquellas tan personales que les hacia tener un nudo en la garganta al hablar.

Sé habían vuelto muy unidos, ninguno sentía la soledad que solían sentir anteriormente. Gracias al tiempo que pasaron juntos,llegaron a aprender mucho del otro.

Jungkook aprendió que Taehyung contaba con un temperamento difícil de tratar, se enfurecia con facilidad y muchas veces llegó a asustarlo verlo de esa manera, aunque el pelirubio siempre terminaba suspirando y revolviendo los cabellos del menor en resignación. Así mismo supo que no tenía relación con su familia desde hace años y que aquello,según el,no le molestaba; Taehyung tardó en revelar su edad a Jungkook pero luego de tanta insistencia soltó con pesadez que tenía 25 años.
El menor aprendió a notar patrones en el rostro del mayor que eran sutiles pero asombrosos; como movia su boca en muecas disgustadas, como sus ojos se hacían ligeramente más grandes cuando se posaban en el rostro del menor,como sus dedos jugaban entre ellos con nerviosismo y lo mejor para Jungkook,como sus comisuras se elevaban para articular ligeras sonrisas que duraban menos de un segundo.

Taehyung aprendió que Jungkook era el sinónimo de inocencia; sus mejillas se teñían de un ligero rosado cada vez que escuchaba un halago o se confundía al hablar. Supo que el vivió solamente con su madre hasta que ella murió debido a un cáncer en los pulmones no detectado. Los pocos materiales de ella habían quedado en manos de Jungkook, las cuales tuvo que vender para ser capaz de pagar un lugar donde vivir y tener la suficiente comida para sobrevivir mientras buscaba un empleo.
Así como Jungkook, Taehyung encontro patrones interesantes en el azabache; como sus ojos se volvían un poco más pequeños cuando sonreía, como sus pies se movían ligeramente cuando se ponía nervioso,como su voz se volvía más chillona cuando hacia pucheros infantiles para ganar su atención, y lo mejor de todo, como su sonrisa lograba que algo cálido se formara en su interior.

A pesar de ambos ser conocidos que se juntaban a charlar casualmente, algo en ellos nació.
Jungkook se enamoró de una persona que le ofreció ayuda cuando nadie más lo hizo.
Taehyung se obsesionó de un chico de sonrisa tan encantadora,que le hacia olvidar lo asquerosa que era su vida.

Jungkook quería amarlo y entregarle su vida entera.

Taehyung quería entregarle lo que,según el, significaba amar.

Muestras de amor | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora