Verdad
-Kazuki se siente feliz al protegerme...
-¿Otra vez lo haces por su bien?
-Sí, pero puedes estar tranquilo, si se pasan de la raya siempre puedo patearles el culo –y con una media sonrisa y un destello lleno de determinación, no pude echarle nada más en cara.
-Sois una familia de tontos.
...
Y allí estaba yo, con un ridículo gorro puntiagudo de color azul con un pompón de plástico amarillo, y una incómoda goma rodeándome toda la cara para que no se me cayera el maldito gorro.
-¡FELICIDADES! –gritaban Deku y Kazuki sin parar, mientras Hiroko, avergonzada y llena de una alegría que intentaba controlar, sonreía con timidez.
-Que mayor estás ya, ¿verdad, mi pequeña? –rió por las cosquillas que le hizo su madre en el cuello.
Desde tan temprano y ya provocando escándalo.
-¡Augh! –una patada en la espinilla me hizo reaccionar. Obviamente, era el niñato de siempre.
-¡Felicítala tú también! –chasqueé la lengua. Los ojos de Deku y Hiroko brillaban expectantes.
-Felicidades... -me guardé el: ya queda menos para que te mueras.
-Gracias –con las mejillas sonrosadas, me agradeció escondiéndose detrás de Deku.
-¡A Hiro le ha entrado vergüenza! –se burló Kazuki.
-¡NO! –y más animada, se fue dispuesta a discutir con su hermano, por lo cual empezaron a correr. Las risas resonaban en toda la casa.
-Supongo que celebrareis su cumpleaños, ¿quieres que me pase el día fuera? –aproveché el momento para preguntarle a Deku.
-No, no, tranquilo, nos gusta pasarlo en familia, damos un paseo y cenamos un delicioso pastel –simple, pero no me parecía ni tan mal.
-¿Entonces me quedo?
-Sí, celébralo con nosotros –lo dijo con duda, se mordió el labio inferior y sus ojos verdes se me clavaron, presionándome.
-No tengo otra cosa que hacer.
-Me alegro –y el dolor recorrió todo mi cuerpo. Pero como ya últimamente pasaba, no era tan agudo, se podía soportar.
-¡Niños, vestíos, nos vamos!
La calidez de esta casa me estaba empezando a gustar, y el sentirme cómodo no era una buena señal. Me iría, estaba seguro de eso, lo sentía, por muy extraño que pareciera.
Ya estábamos todos subidos en el coche, de camino a un parque de atracciones nuevo en las afueras de la ciudad, cuando de repente el móvil de Deku empezó a sonar.
-¿Sí? –contestó con una sonrisa que desapareció al momento- ¿qué...?
Silencio. Kazuki y Hiroko, al notar la atmosfera, se callaron también.
-Mami, ¿qué pasa? –la preocupación de los niños aumentaba, impacientes, se inclinaban en sus asientos.
-N-nada, cariño, solo será un momento –continuó con el móvil, escuchando lo que le decían desde la otra línea. Por su cara, tenían que ser muy malas noticias-, entiendo, sí, sí...
Tragó saliva, pestañeó varias veces. Sus ojos estaban llorosos. Paró el coche en una gasolinera.
-Iré ahora mismo –se despidió y colgó-, lo siento... hay un pequeño cambio de planes.
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Persiguiendo estrellas --KatsuDeku--
FanfictionUn joven destinado a vagar por todo tipo de mundos en solitario. Siempre con la obligación de salvar a los demás, siendo el mayor héroe de todos. Pero todo cambia cuándo se encuentra en sus travesias siempre la misma alma, una y otra vez, obligándol...