XXIV

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Y llegó el momento en el que no supo que decir ni que hacer. Sus emociones chocaban como bloques de hielo en el Antártico. Y es que ocurrió y el pasado enfrentó al presente y no sabía que hacer.

Y se quedó sin palabras y no sintió nada o eso quería pensar. Pero aquel fuego que luchaba por salir de su gélido corazón seguía intentando despertar algo en su interior, algo que hacía mucho que no sentía.

Los nervios, la ansiedad y su maldita personalidad introvertida se interponían entre lo que quería hacer y lo que su cerebro le decía que hiciera.

Tal vez en ese momento debería haber sido menos vergonzosa pero hasta cierto punto eso no dependía de ella.

Y es que cada persona es diferente y tenemos distintos pensamientos y distintas maneras de ver el mundo y de comunicarnos con los demás.

Pero está vez no era así porque se había quedado sin palabras.

Y tenía tanto que decir y sin embargo no podía arriesgarse.

Poesía Infinita {Poemario} TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora