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Pensé en saludarte, en volver a mirarte y en decirte la verdad. Pero sólo pensé y no hice nada. Esquivé tu mirada y seguí caminando. Me arrepentí al instante pero ya era demasiado tarde.

Más tarde, podría haberte llamado pero las palabras no salían de mi boca. Estaban en mi mente pero sólo eso, tenía miedo. Miedo del rechazo pero también de la aceptación. Miedo al no y al mismo tiempo al sí.

Pensé en hablarte, de verdad que lo pensé y puede que piense demasiado y no haga nada. Pero ojalá y algún día encontrar la fuerza necesaria para mirarte a los ojos y decirte que te echo de menos.

Y es que es verdad y también puede que esté exagerando pero han pasado dos años desde que hablamos por última vez y pues, te extraño.

Extraño nuestras conversaciones, en las que hablamos de cualquier cosa o simplemente de nada y todo a la vez. Extraño poder tener a alguien con quien hablar sin sentirme estúpida o que molesto. Extraño poder oír tu voz y ver tu sonrisa.

Pero ya no estás aquí, te has ido y no he podido hablarte. Ahora vives lejos, muy lejos, tan lejos que nunca podré volver a verte. Y siento haber sido tan tímida, tan miedosa y tan orgullosa. Lo siento muchísimo. Pero sobretodo siento no haberte podido decir que te quiero.

Poesía Infinita {Poemario} TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora