XLI

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Y parece que el mundo se acaba, que las paredes se hacen cada vez más pequeñas y que ya no hay salida.

Parece que me quedo sin oxígeno y que cuando intento respirar el aire está contaminado.

Siento que estoy siendo golpeada, más estoy sola, aquí no hay nadie.

Entonces me miro al espejo, soy yo. Despeinada, con la cara inundada de lágrimas, una expresión asustada y demasiados sentimientos que luchan por salir.

Y veo que el mundo se vuelve a acabar y se me nubla la vista, me tropiezo y me aparto el pelo de la cara.

Mis ojos recorren el lugar pero no veo nada, todo es oscuro y no hay nadie.

Me derrumbo y me pierdo en un sinfín de emociones y me pellizco, y me vuelvo a pellizcar hasta tener la piel roja.

Y no me detengo hasta que me empieza a doler. Entonces veo una luz, una luz que me da miedo, pues estaba acostumbrada a la oscuridad.

Atemorizada, me levantó y miro fijamente a la luz. Intento respirar.

Vuelvo a ver, sigo viva, he podido respirar y el mundo no se ha acabado.






Poesía Infinita {Poemario} TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora