XXV

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Y se escondió y quiso huir lo más lejos posible y tenía miedo, mucho miedo.

Y tal vez por eso pensó en que tal vez era mejor deshacerse de aquellos pensamientos prohibidos.

Porque ella no era así, no era como ellos, parecía imposible pero, ¿acaso lo era realmente?

Intentó de todo pero cada vez le parecía más imposible negar lo que sentía.

Entonces ocurrió, podía tomar una decisión.

Pero ya era tarde, había probado la fruta prohibida.

Poesía Infinita {Poemario} TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora