capitulo 2

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Shu, el primer hijo del rey vampiro, estaba junto con Sabrina, ambos se dirigían a la casa de su amigo Edgar, un niño humano. Al llegar se encontraron con una desagradable sorpresa, la casa ardía en llamas, todos los habitantes de aquel hogar habían muerto, el cuerpo de su amigo no de encontraba por ningún lugar, aceptaron la verdad y regresaron a su hogar.

...6 años después...
-Shu, no quiero seguir aqui- ese joven de cabellos rubios con anaranjado veía a la pobre chica que lloraba al otro lado de la celda- Sácame de aquí.
-No puedo hacer eso y lo sabes.- Hablo con un tono frío que años atrás no tenía, antes su tono era dulce y compasivo, ahora era un ser lleno de odio y frialdad.
-¿Porque cambiaste tanto?- los ojos de la chica estaban hinchados de tanto llorar- quiero que el antiguo Shu vuelva.
-Lo siento Sabrina- dejo la bandeja con comida en la celda y salió de aquella torre.

Al regresar a la mansión se encontró con los ojos de sus hermanos, una chica rubia estaba sentada en medio de sus dos hermanos menores, se trataba de un nuevo saco de sangre, alguien que intentaría usurpar el lugar de su hermana en sus corazones, como lo habían intentado todas las anteriores, pero en cambio esta no tenía un aura de maldad, su aura era inocente y pura, no como las otras, su nombre era Yui Komori.
Un joven albino, observaba a distancia, sin que la chica se diera cuenta, fue a donde estaba el mayor aparentemente dormido.

-¿Como está?- pregunto con tono preocupado.
- Deberías sentirlo, después de todo ella es tu otra mitad- Hablo el rubio mientras su expresión tranquila cambiaba a una de fastidio.
-Idiota- hablo el menor con enojó en su voz- iré a verle yo mismo- en ese momento ya se encontraba en la torre donde su hermana pasaba sus días.
-Hermanito- se lanzó la chica a abrazarle- Shu es muy frío- dijo haciendo un puchero.
-Es por Edgar y lo sabes- Vaya que lo sabía muy bien, ella había estado ahí y había estado involucrada en los malos juegos de su padre.
-Hay una nueva humana en la casa, ¿no es así?- ella no tenía rencor ni desprecio por los humanos, ella no era como sus hermanos, ella los adoraba y apreciaba demasiado.- Cuida de ella.
- aún no entiendo tu amor por esos seres- hablo su mellizo- pero bien, si así lo desea la reina.

En ese momento una presencia tan desagradable para ambos se sintió en el lugar, era su padre, cada mes iba a visitar a su hija y le hacía análisis. Esta vez resultó diferente, por eso esta vez Sabrina estaba más tranquila que de costumbre, su celda-habitacion estaba limpia. Sabia que ese día dejaría esa vieja torre, que ese día regresaría a su vida libre...

...5 años antes...
Ya ha pasado un año desde que Shu y yo perdimos a un ser tan querido para nosotros, ambos habíamos cambiado, el más que yo, un día mi padre visitó la mansión, una chica estaba con el, mis hermanos ya no parecían niños de 14, 13, 12 y 11 años, ellos y yo ya nos habíamos desarrollado más, tal como es debido en un vampiro. Esa chica se llamaba Alessia Sunohara, a simple vista parecía una buena chica, pero me equivoqué.
Al pasar unos meses Alessia se volvía más odiosa y desagradable conmigo, me molestaba y maltrataba, se que pude haberla puesto en su lugar por mí misma pero nunca me ha gustado lastimar a los humanos ni a las demás razas, eso era de admirar de un gobernante, dijo una vez el tío Richter. Un día esa desgracia mostró sus verdaderas intenciones e intento apuñalarme con la daga de Subaru, aquella que mamá le dio para protegernos a ambos, yo no hice nada, fue mi collar el que se desprendió de su lugar, una fuerza maligna se apoderaba de mi, lo último que recuerdo es haber despertado en el castillo de mi padre, al parecer sus sirvientes me llevaron a ese lugar.
Al regresar acompañada de papá me encontré con la sorpresa de que Alessia estaba totalmente o casi seca, habían dicho que fuimos atacadas por unos vampiros impuros que habían perdido el control de sed, bebieron demasiado de ella por lo que me apiade de ella y le realice una pequeña transfusión de sangre, se volvió mitad vampiro impura, convirtiéndose así en mi sirviente.
Cuando cumplí doce años, papá me llevo a un lugar, era un orfanato, había cuatro niños en ese lugar, seguro de la edad de los trillizos, estaban sumamente lastimados, golpeados, esa escena me causo un gran dolor, más por el chico más alto, era Edgar, al parecer había perdido la memoria.
Papá me hizo morderles e inyectarles mi sangre, al parecer yo era la única de mis hermanos que podia convertir humanos a vampiros, mi padre decidió adoptarlos y darles un apellido diferente para manchar el apellido del clan Sakamaki.

Ese hombre tenía un plan, nunca haría eso por simple gusto, algo quería de esos chicos. No le di importancia y regrese con el a casa, en un determinado momento en el que el quiso podar una de sus manos en mi hombro un campo que emanaba de mi collar le impidió realizar esa acción.
-Christa fue muy astuta- dijo en voz baja, demasiado baja, casi parecía un pensamiento... quizá lo era.
No tardamos mucho en llegar a mi hogar, apenas cruce el umbral de la puerta cuando ya tenia a todos mis hermanos rodeándome, revisando que no tuviera ninguna herida o que siguiera siendo yo misma, así lo era, gracias al collar de mi mamá. Todos odiaban a ese hombre, nunca llegó a ser una influencia paternal, simplemente lo veíamos como una persona indeseable.
-Tenemos que ir al instituto, si no le molesta- dijo Shu invitándole a salir de la mansión, una vez que el se fue- Vamos ve a cambiarte, casi es hora del desayuno y tenemos que ir al instituto.
-Si, Shu- le respondí para después subir las escaleras y llegar a mi habitación, estaba a unas cuantas puertas de la habitación que llegó a pertenecerle a Cordelia, esa habitación tenía un aura maligna, me daba escalofríos pasar por ahí...

Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora