Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]

Capitulo 17

Y ahí estaba yo, tomando la mano de mi esposa que tenía felizmente a nuestro hijo en brazos, en algún momento me acostumbré a que me llamara Edgar, quien diría que mi amiga de la infancia, a la cual olvide, se volvería ni esposa.
- Está hermoso- dijo mi hermano Kou mientras tomaba al bebé- como se llama?
- Se llama Akiva, Akiva Mukami- dije mientras veía al pequeño castaño de ojos rojos.
- ¡Sabrina!- escuchamos el grito de al parecer Yui en la entrada.
- Yui!- Sabrina corrió a los brazos de la rubia.
Después de un rato Sabrina se fue con las otras 5 chicas y me quedé con mis tres hermanos y con los Sakamaki en la sala principal, solo falta en segundo de los hermanos Sakamaki.
- ¿Y cómo fue la vida de casados durante el embarazo, Yuma-Kun?- pregunto el oji-verde de sombrero.
- Pues fue un tanto difícil- dije recordando todo- les contaré.
Relato de Yuma
Dias después de la boda nos fuimos a México, el lugar donde el viejo nos mandó a hacer la casa, en realidad era un poco grande para solo nosotros dos, teníamos una sirvienta pero aun así era como vivir nosotros solos.
- Edgar, tengo ganas de panqueques con mantequilla y chocolate líquido- hablo Sabrina despertandose.
- Y donde quieres que consiga eso a estas horas?- pregunté levantándome, eran las 3:00 a.m de la mañana y como nuestra sirvienta era humana no debía sospechar que éramos vampiros.
- Me vale donde los consigas, yo tengo hambre- había dicho ella molesta hechando me de la habitación y de la casa- ¡No vuelvas hasta que los tengas!- grito al otro lado de la puerta.
- Hai- era algo molesto caminar por la calle buscando restaurantes de 24 horas por la zona.
En otros dias ella se la pasaba tirada todo el día en cama sin hacer nada y tampoco jodía, en veces solo me quería tener a tu lado.
- Edgar-kun, a donde vas?!- preguntaba exaltada algunas veces- A quién vas a ir a ver?! Que no soy lo bastante bonita para ti?
- Cariño, solo voy al baño ':D-
- Yo se que me engañas con alguien.-
- Es mentira- tenía que regresar a la cama hasta que se durmiera.
Y así fueron dos meses de embarazo, los dos peores meses de nuestra vida de recién casados.
En el momento que nació Akiva, fue el más feliz de todos, ella estaba ahí con el pequeño en brazos, sabíamos que era un niño porque no tuvo molestias por el embarazo, eso fue bueno que si bien era inaguantable solo por las hormonas, no me quiero imaginar por el embarazo en sí.
Después de que Akiva cumpliera un mes regresamos a Japón, no pudimos regresar antes ya que mi hijo no podía viajar a los días de haber nacido.

-Fin de su relato.-
Termine lo más rápido que pude ya que en cualquier momento Sabrina y las demás podrían bajar.
- Valla que viviste un infierno- dijo Ayato con su hija de casi un año en brazos- Yui fue muy tranquila a mi parecer.
- Eso fue porque quien la batallo fue Sabrina- dijo Raito junto con Kanato.
- Está vez a Sabrina si la batallo su esposo- fue el último en hablar Ruki.- Puedo cargar a Lenny-chan?
- Mm Claro- Ayato le dio la bebé al mayor de los Mukami.
- Aki-kun quiere que su tío Kou lo cargue- hablo el rubio mientras intentaba cargar al pequeño que estaba en sus brazos.
- Akiva-kun aún no debe estar en brazos ajenos que no sean los de sus padres- hablo el menor de los Mukami.
...
- Mamá no quiero hacer eso- hablaba una chica en la oscuridad.
-Tienes que hacerlo- hablo una mujer sentada en una silla en medio de la oscuridad.
- Pero esa chica es mi mejor amiga- respondió la joven.
- Esto es por nuestro bien, así podremos tener lo que nunca tuvimos- hablo la mujer con una voz dulce.
- Lo siento, madre, pero yo no voy a hacer eso- dijo la chica habiendo una puerta- hazlo tu si es lo que tanto quieres- cerró la puerta detrás de si.
...
- Kurumi, que tienes?- pregunto el joven albino que notaba a su novia un poco rara.
- No es nada, Suba-kun, estoy Bien- contesto la pequeña bruja mientras le dedicaba una sonrisa- iré a la mansión Mukami a visitar a Sabrina y a Akiva-chan.
- Está Bien- dijo el chico mientras abrazaba a su novia- ve con cuidado.
La chica salió a toda velocidad del cuarto y en el trayecto se había topado con Reiji, el cual ahora era más serio y casi volvía a ser el mismo de antes.
- En la casa no se corre, Ayame-san, solo le informo- dijo el azabache mientras seguía caminando.
- Lo siento, Reiji-san, es que tengo un poco de prisa- se disculpó la peli-verde y camino hasta la entrada.
Kurumi Ayame, una bruja de 17 años, su madre era una bruja de alto nivel, aunque tenía muy mala reputación de usurpadora, por lo que en una etapa de la vida de Kurumi fue difícil hacer amigos ya que ella cargaba con esa responsabilidad, el padre de la chica había sido un humano que murió en un "accidente" aunque ella sabía que no era así.
Su primer amiga había sido Sabrina en la primaria cuando estaba un día almorzando, la albina llegó junto con su mellizo el cual solo la ignoraba.
Hoy en día esa chica seguía siendo su mejor amiga y su hermano el mejor novio que haya tenido.
...
- Azusa-kun, podrías traerme un pañal limpio para cambiar a Aki- decía la albina con el bebé en brazos mientras lo acostaba en la cama.
- Claro, ya te lo traigo- dijo el chico de las vendas para después desaparecer y en seguida regresar con el pañal para el infante.- Aquí está.
-Gracias- dijo la chica para después comenzar a cambiar al niño de 2 meses de nacido.
En ese momento sintieron la presencia del padre de todo mal en esa casa, el innombrable Karl Heinz.
- Hola! Ya llegué hijos míos- se escuchó un grito en la entrada y como buenos hijos todos fueron a ver.
- ¿Que haces aquí?- pregunto el tercer hijo.
- Vine a conocer a mi nieto- dijo y detrás de él otra vez como cuando nació Elena, había traído muchas cosas para el bebé.
- Otra vez gastaste mucho dinero!!- lo regañaba su hija- aunque eres el rey....ne haz lo que quieras con tu dinero.
- Miren, hoy no me golpeo- dijo el hombre mientras abrazaba del cuello a su último hijo el cual solo lo ignoraba.- Ella comienza a querer.
- Eso no es cierto, Viejo tonto- hablo la chica volteando a otro lado totalmente sonrojada.
- Me retiro, hijos míos- dijo dirigiéndose a la puerta mientras se despedia con la mano- Sabrina, hija mía, cuídate mucho...