Capitulo 4

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Han pasado 5 meses desde que mi padre me ha encerrado en esta torre, los chicos vienen a visitarme de vez en cuando, Mei y Alessia fueron llevadas a la recidencia de esa persona, no las he vuelto a ver.
Hay días en los que no puedo levantarme de la cama, unos dolores muy agudos se hacen presentes, no son como la regla, estos se dan por todo el cuerpo, durante cinco meses he soñado con esos chicos de ojos dorados, cada vez sus voces son más claras, cada vez les siento más cerca. Esa persona viene cada mes para hacerme chequeos en la sangre.
- Subaru- quiero salir de aqui- sácame por favor, o mátame con la daga de mamá.
- Hermana, se fuerte- dijo con los ojos lloroso y tomando mis manos a través de las rejas- no puedo perder a la niña más linda que he conocido y la única mujer especial que me queda.
- Tienes razón- dije con los ojos llorosos al igual que el- No te vuelvas más bipolar de lo que eres mientras no estoy en la casa.
- Jaja, que chistosa- dijo mientras tomaba mi cachete.- tengo que irme, Reiji vendrá en un rato.
- Bien- dije soltandome de su agarre pero el volvió a tomar mis manos y plantó un beso en cada una de ellas.- Cuídate por mí.
Desapareció, simplemente me quedo volver a mi lectura, ya había leído tantos libros que ya ni sabía que leer.
Después de un rato llego Reiji, tal y como lo había dicho mi mellizo.
- Hola Sabrina- dijo abriendo la reja, solo el y Shu tenían llave de ella ya que eran los más fuertes de voluntad, los trillizos o mi hermano ya me hubieran dejado salir desde hace mucho- Que tal tu día?
- Aburrido como siempre- dije sentándome en la cama y el a mi lado- y el tuyo qué tal?
- Es un martirio no tener a mi hermanita en la casa, merodiando por ahi- dijo mientras me abrazaba- en cuestión de meses cumplirás 15 años, que rápido has crecido.
- Lo se- dije mientras le veía.
- Espero volver a tenerte por ahi- dijo mientras acariciaba mi mejilla- hay cosas que quiero probar contigo.
- Detén tus sucias manos de ella- un libro estampó la cara de Reiji, era Raito el que estaba en la entrada, junto con el estaban sus dos hermanos.
-Solo en eso eres bueno con los libros, idiota- dijo Reiji muy molesto y tomándole de la camisa.
-hey tranquilos chicos- me puse a un lado de ambos con las manos en son de paz.
-Bien- entro ese hombre por la puerta- No se que hacen todos aquí- dijo viendo a los gemelos y a Reiji- fuera.
Desaparecieron, como siempre se concentró simplemente en hacerme los mismos análisis de siempre.
...

Ha pasado un año, un año  encerrada en esta torre, mis hermanos cambian a cada paso que da el tiempo, se han vuelto más fríos, con las novias de sacrificio que llegan se vuelven muy sádicos, ninguna sobrevive mucho tiempo.
Me acosté en mi cama, jugaba con el collar en la mano cuando sentí una presencia, era Richter, mi tío, hermano de Karl Heinz Sakamaki, quien había perdido su puesto en el trono ya que mis hermanos habían nacido y yo igual. Ya no había ninguna esperanza de que el llegara a usurpar el trono a menos de que se casará con alguien cerca de el.
-¿Que haces aquí?- pregunté mientras estaba volviendo a ponerme mi collar pero el me lo quito y lo lanzó a una de las esquinas de la celda- ¿Que haces?
-No te muevas querida sobrina y has lo que digo- no debía mostrar miedo, pero no me podía ni siquiera mover, algo le había hecho a la torre, un tipo de hechizo.
-¡No me toques!- Quise gritar pero no podía, me tomo de la barbilla y se dirigió a mi cuello, lo beso y luego mordió, había sido mordida antes por mis hermanos en forma de compensación por arruinar sus comidas pero ninguna vez me había dolido tanto como está. Bebió un poco y lo demás lo depósito en un frasco.
-Que hermosa te has puesto- dijo mientras me tumbaba en la cama y se ponía sobre mí, besando cada parte de mi cuello, de mi rostro; tocaba mis puntos más sensibles.
Derramaba lágrimas, iba a aprovecharse de mi, estaba a punto de hacerlo de no haber llegado los chicos, el hechizo se había roto y podía moverme otra vez como quería.
-¿Estás bien?- Shu me tenía entre sus brazos y los de Subaru, el mayor veía con rabia a nuestro tío y el menor me veía con preocupación.- Subaru, ve con los trillizos.
Él asintió y se quedaron Shu junto con Reiji, ambos me abrazaban y trataban de tranquilizarme mientras aún lloraba, no creí que aquel hombre que fue mi mentor tantos años intentara hacerme tal cosa.
-Ese desgraciado me las pagará, lo juro- dije aún entre lágrimas pero con un rostro hecho furia, me aferraba a mis hermanos, el collar aún estaba tirado en aquel rincón.
-Ya pasó, todo estará Bien- dijo Shu, con una faceta que nunca había visto desde hace un tiempo, no le pedía mucho de Reiji, nunca le había visto de forma protectora a mi o compasivo, sin embargo esta vez se negaba a soltarme.
- Debemos irnos, Shu- dijo Reiji levantándose de la cama, pero justo antes de caminar a la puerta depósito un suave beso en mi frente.
- Hasta luego- Shu deposito un beso en mi mejilla.
-Se que eres muy poderosa -soy dijo Reiji cerrando la puerta- por protección propia has un campo de fuerza que le impida el paso a ciertas personas o pon un sello en la puerta.
Así hize, era lo bastante fuerte como para soportar un tiempo, solo le permitiría el paso a mis hermanos, tendría que pasar solo unos cuantos meses más en aquella habitación, solo unos cuantos. Sabía que ese hombre me dejaría salir cuando al fin cumpliera 16 años, sentía que algo malo nos esperaba para entonces, pero no sabía que podría ser... 

Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora