Durante la fiesta pasaron muchas cosas todo gracias a que Ayato y Raito habían puesto algo raro en las bebidas, pero al fin y al cabo todos la pasaron bien.
~Flash Back~
-Gracias por la fiesta Reiji-kun- dijo la albina mientras abrazaba al mayor- está genial.
- De nada- le devolvió el abrazo- iré por algo de beber.
- Claro- estaré por ahí con Subaru.
- Bien.
La fiesta la habían hecho en el salón principal de la mansión Sakamaki, a petición de la menor de ellos toda su clase y amigos fuera de ella estaban en el lugar, tampoco faltó que estuvieran los hermanos Mukami.
- Oye Shu- hablo el azabache tocando el hombro de su hermano que estaba vigilando la fiesta recargado en una pared- Has visto a Raito y Ayato?
- No desde hace rato que subieron a su habitación- dijo el chico mientras pegaba un bostezo.- Tal vez Kanato este enterado de algo.
En otro lado de la mansión estaban los gemelos disfrutando de la fiesta.
- Sabrina, q-quieres bailar?- hablo el gemelo de está.
- Claro- respondió y se adentraron entre la multitud, era una fiesta elegante por lo cual la música era en veces algo ruidosa pero la mayor parte bastante elegante y propia para bailar- Te vez muy lindo de traje.
- Gracias tú también te vez linda.
No muy lejos estaba Ruki bailando con Yui y Yuma bailando con la amiga de Sabrina, Kurumi.
Poco a poco la segunda pareja se fue acercando hasta que terminaron por intercambiarse, ahora Subaru bailaba con Kurumi y Yuma con la hermana de este.
- Te vez hermosa, Sabrina-chan- dijo el castaño mientras la abrazaba un poco más.
- Gracias, Edgar- ella desde el momento en que lo supo lo comenzó a llamar así en su intimidad.- tú te vez bastante guapo.
La fiesta continuo bien hasta que el ponche de frutas que había preparado el segundo de los Sakamaki fue saboteado, este contenía alcohol, lo malo es que nadie se había dado cuanta debido al fuerte sabor de la fruta.
Todo se comenzó a descontrolada más cuando los vampiros que no habían tomado nada así en su vida se pusieron ebrios.
- Buen trabajo, Ayato-kun- dijo el de sombrero chocando el puño con su hermano- Hoy esto acaba hasta tarde.
Lo siguiente fue más una fiesta de la selva, había corbatas y algunos sombreros en el candelabro del salón.
- Subaru- las voz de la peli-verde que estaba con el sonaba bastante ebria- Muéstrame tu habitación~
-Claro~, vamos- contesto un albino aún más tomado.
Después de eso nadie los volvío a ver y en otra parte del salón.
- Yui~ven, vamos a jugar al cazador y la presa- dijo un Ayato aún un poco sobrio.
- Claro que quiero- dijo una Yui muy borracha colgándose del cuello del vampiro.
Desde ese momento tampoco los vieron a ellos de vuelta. Y en otro lado la cosa se ponía peor.
- Y-Yuma, yo sé que tú errews mi amigo- hablaba un Shu bastante ebrio arrastrando las palabras- y té quiieefro musho.
- Yo también te quiero musho- contesto de igual manera nuestro titán- Ven, te daré de mi amorsh.
- Shi, dame todo tu amorsh- después de eso fueron otros dos desaparecidos.
Y por algún lugar los demás hermanos estaban dormidos por cualquier lugar de la casa, los invitados se habían ido en cuanto la cosa comenzó a salirse de control y que los hermanos tirarán la casa por la ventana.~ Fin del Flash Back~
Narra Sabrina.
Desperté con un horrible dolor de cabeza en mi habitación, tenía puesto solamente el short que tenía debajo de mi vestido y una blusa que también llevaba. Cuando baje de la cama sentí un peso muerto debajo de mi pie, era uno de los chicos, lo gracioso era que traía mi vestido puesto.
- Kou-Kun, despierte- dije aguantando me la risa- vamos princesa, despierta.
- Me duele la cabeza- dijo de mala forma parándose algo lento y a ese paso camino hasta mi baño.
En mi caminar me encontré con otro cuerpo y se trataba de Kanato con Teddy vestido de princesa y el sin camisa, lo deje dormir y escuché como algo se movía en mis cobijas, se trataba de Reiji que estaba igual que Kanato sin camisa y al otro lado Ruki con una corbata en la cabeza. Decidí dejarlos así y tomarles una foto y salí a buscar a los que me faltaban.
Camine por la habitación de Shu y entre, la imagen que vi me dejó con un derrame nasal y es que por la parte del torso para la cabeza Yuma y mi hermano no contaban con camisa alguna y ambos estaban llenos de mordidas y chupetes.
- si esto pasó aquí, ¿que me esperara en las demás habitaciones?- me pregunté mentalmente y caminé hasta la habitación de Ayato donde emanaba un aroma muy dulce.
Al abrir un poco la puerta me encontré con la misma escena que en el cuarto anterior.
Yui estaba acostada en el pecho de Ayato y lo abrazaba y él a ella, cuando iba a irme les lancé una última mirada, solo esperaría que eso no cargará consecuencias, ahora solo me faltaba encontrar a Subaru y Raito.
Caminé hasta el cuarto de mi hermano y entre sin tocar, casi como si fuera el mío pero de este si no me lo esperaba, estaba acostado con mi mejor amiga en el pecho durmiendo plácidamente, era algo que ya había predicho pero no pensé que fuera tan cierto.
- Onii-chan, despierta- dije picando su mejilla hasta que abrió los ojos un poco.
- Que pasa?- pregunto aún con los ojos entre cerrados.
- ¿Que fue lo que hiciste a noche?- dije con una sonrisa un tanto pícara.
- No se de me hablas- dijo y apunte a su pecho, cuando la vio se sonrojo como no lo había visto hacerlo desde hace años.- N-No puede ser posible.
- ¿Porque tanto ruido?- pregunto aún casi la pequeña bruja que descansaba sobre él. Luego abrió por completo los ojos viendo la situacion en la que estaba.- No, ¿Pero como llegamos a esto?
- Es lo que yo me pregunto Aya-chan- dijo la albina mientras le daba una bata, ve a mi cuarto a cambiarte y luego hablaré contigo, picaron- dijo riendo divertida de su hermano.
- Me llevan los mil demonios...Bueno e aquí un pequeño especial a lo "que pasó ayer", creo que me tarde en escribir y me siento culpable pero un shock de escritora es algo que no tolero, agradezco a todas esas personitas que me han seguido hasta este punto y siguen leyendo mis historias.
-Danny ❤️
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Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]
RandomEl rey vampiro, Karl Heinz, siempre tuvo una deplorable genética, no importaban los años, las esposas que tuviera, los hijos que tuviera, los días, las semanas, siempre sus hijos resultaban varones. Un día sin más nació su primera y séptima hija, Sa...