capítulo 6.

5.9K 366 70
                                    

Corrí rápido al cuarto de lado, ahí estaba Yui siendo acosada por mis hermanos, les di un golpe en la cabeza a cada uno.
-Que les dije?- pregunté molesta.
- Lo sentimos- dijeron los tres y luego se fueron.
-Estas Bien- pregunté mientras me veía.
-S-Si- dijo mientras asentía- Esto, este lugar da miedo.
- No te preocupes, solo debes pedirme ayuda a mí- dije con una sonrisa- Soy Sabrina, soy la menor.
-Soy Yui Komori- dijo con un poco de timidez- no me harás daño?.
- No, yo no soy así- me defendi mientras veía el uniforme en su cama, yo tenía el mio puesto ya desde antes de venir- vamos, vístete, tenemos que ir a nuestro primer día de escuela.
-S-Si- dijo y se metió al baño con el uniforme en mano.
-Un día vendrás perdiendo la cabeza por ser tan buena- dijo Subaru recargando su cabeza en la mía.
- No me importa si es ayudando a alguien- dije mientras tomaba la mano con la que el me abrazaba la cintura.- A mí me gusta ayudar a los demás.
Cuando Yui salió del baño caminamos juntas hasta el comedor, ahí nos esperaban ya con nuestro almuerzo. Me senté entre Reiji y Shu.
- Que linda estás hoy, perrita- dijo Raito acosando a Yui.
-Raito- mensione su nombre.
-No ha cambiado nada- dijo Reiji mientras comía.- No se tarden mucho, la limusina está por llegar.
-Claro.
Al terminar todos fuimos a la entrada, una limusina negra esperaba para llevarnos al instituto. Todos subimos en ella, quedé sentada en medio de Subaru y de Reiji, algo que me alegraba ya que no tendría que soportar a los trillizos. Ayato fue molestando a Yui todo el camino y yo regañandolo, al llegar al instituto muchas chicas rodeaban la limusina, primero bajaron los chicos y Yui, al último yo mientras que Ayato sostenía la puerta Shu me daba la mano para que saliera del auto, todas esas chicas me miraban con odio, tal pareciera que mis hermanos tenían bastantes admiradoras.
-Sabrina, Estarás con Subaru- dijo Reiji mientras me entregaba mi horario y mis libros- Yui, irás con Ayato y Kanato.
-Bien- dijimos las dos.
Al ir cada quien por su camino me cargué en el brazo de Subaru, este se había sonrojado mientras que yo iba con una gran sonrisa.
-Sabri, vamos, camina más rapido- dijo mientras tomaba mi bolso y sujetaba mi mano entrelazando sus dedos con los míos.- Te vez muy lindas hoy- dijo en casi un susurro.
-Subarito- dije mientras caminaba y veía como las chicas me miraban con odio y los chicos con miradas lasivas- tengo miedo- me aferre a el una vez que llegamos al salón, no había nadie así que nos sentamos al fondo de la clase.
-Hola pequeña Sabrina- escuché la voz de una chica llamarme, al voltear vi a una joven de mi edad, su cabello de color verdoso y ojos color rosas. No la reconocí- Soy yo, Kurumi Ayame.
La recordaba de la escuela primaria, era hija de una bruja y un humano, por lo cual tenía sus habilidades, era mi amiga en la infancia.
-Por favor señorita Kurumi, no se aparezca cuando esté aqui- dijo Subaru sin verle y tomando mi brazo para pegarme más a él- tengo el deber de proteger a mi hermana.
-Tsk, nos vemos luego Sabri- dijo Kurumi llendose a sentar al frente de la clase.
Después de un rato fui a la clase de cocina, el aroma de Yui estaba ahí, cuando me asome Ayato le había bebido la sangre, causando que se desmayara, después le seguí hasta la mansión.
Subió hasta la alberca, había suprimido mi presencia y al llegar acostó a Yui en una de las bancas, cuando está despertó volvió a beber su sangre y después la tiro al agua, esta no sabía nadar. Me recordó a cuando éramos niños, Cordelia tiraba al mayor de los trillizos cada que fallaba en sus tareas, siempre era yo la que lo sacaba del agua ya que el no sabía nadar hasta hace poco, vi a Ayato reflejado en Yui, salte al agua pero en ese momento el pelirrojo también lo hizo, no me quedo más que ver desde el otro lado de la piscina.
No me preocupe por lo demás y me encamine a mi habitación, al llegar vi una carta en mi cama.

Pronto nos veremos pequeña mariposa, estarás mejor con nosotros que con tus queridos hermanos.
Atte: T. C

No le di importancia y la deje en uno de los cajones de mi tocador, cambie mi uniforme mojado por un short negro y una camisa blanca de tres cuartos de manga, use mis típicas botas negras y me hice el cabello en una coleta. Faltaba un rato para que llegarán los demás así que fui a la sala a leer un rato.
Me quedé profundamente dormida con el libro en las manos, claro hasta que sentí un peso mayor sobre mí, abrí los ojos viendo a Raito.
-Vete a una cama, no sobre mí- dije mientras intentaba alejarlo.
- Que acaso no puedo dormir con mi hermanita?- Dijo con una sonrisa inocente.
-Pervetido- dije volviendo a hechar el libro en mi cara y volteandome haciendo que ese pervetido cayera al suelo.
-Eso dolio- dijo mientras se levantaba del suelo- Vamos a jugar un rato- mencionó con voz lujuriosa.
- Ni se te ocurra tocarla- escuché la voz de Kanato- Teddy quiere que ella nos acompañe a tomar té.
-Con gusto iré contigo y con Teddy- me pare del sofá y fuimos a su habitacion.
-Para una fiesta de té no son apropiados esos atuendos- dijo apuntando a mi ropa y a la suya- debemos vernos elegantes.
Me puse un vestido de color lila con detalles blancos, tenía volantes por donde se viera y era largo, el se había puesto un traje morado oscuro con una camisa blanca y corbata lila; y Teddy usaba un moño de color violeta.
El peino mi largo cabello haciéndole unos lindos risos.
-Teddy dice que te vez muy linda- dijo Kanato mientras que un notorio sonrojo se hacía presente en su rostro, intentado ser ocultado por Teddy.
-Gracias, Kanato- dije mientras tomaba un sorbo de té.
-Sabes, tengo muchas ganas de probar de tu sangre- dijo para después tirarse sobre mí, primero plantó un beso en mi cuello y estaba a punto de morder cuando...
-Kanato has visto a Sabri...- era Ayato quien quito al peli-lila que estaba sobre mí- Tsk, uno no la puede descuidar poquito porque ya la quieren probar.
-Tsk, tú también quisieras beber de ella- dijo Kanato con una sonrisa mientras veía como Ayato me sacaba a rastras del cuarto.
-Ey me duele- dije quejándome por su agarre- Ayato sueltame- dije en el momento que mi collar brillo e hizo que el pelirrojo me soltara.- ¿Qué te pasa?
-No es nada que te importe- dijo para después desaparecer.
-Y le dicen bipolar a Subaru- dije para luego ir a mi habitación, una vez ahí decidí sentarme en el balcón, aún llevaba puesto el vestido por lo que quería jugar o fingir ser alguien como lo era Beatrix.
-Sabrina- escuché casi en un suspiro desde la puerta del balcón, era Reiji.
-Que se te ofrece, Hermano- dije con las manos sobre mi regazo y le miraba- Ven, acompáñame para el té.
-C-Claro- dijo sonrojado.
-Que te trae por aquí?- pregunté dando un sorbo al té.
-Vine a entregarte esto- dijo extendiendo una carta.
-Gracias- dije con una sonrisa.
El vestido era demasiado para mi por lo que sin decirle nada fui a cambiarme, con mis típicas botas negras, una falda negra y una camisa blanca.
-Estas si soy yo- dije mientras caminaba a donde Reiji.
-Te veías muy bien con lo anterior- dijo inspecciónandome- pero aún así te vez bastante linda.
Me acorraló contra el ventanal y tomo mis muñecas para después ponerlas sobre mi cabeza- Estuve esperando mucho por esto- dijo mientras acercaba sus labios con los míos, uniendolos en un beso dulce y tierno para después separarse todo sonrojado.
-R-Reiji...- fue lo único que dije.
-Tu me provocaste- dijo mientras me daba otro pero esta vez yo me abrace a el.
Mi primer beso...

Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora