Han pasado ya 5 meses, he cumplido 16 años ya hace un mes, hoy sería el día en que al fin tuviera libertad, aunque la emoción de salir era grande, lo era mi tristeza, los chicos eran cada vez más fríos, ahora en veces conmigo.
-Shu, no quiero seguir aqui- Le rogue al mayor de mis hermanos, tenía lágrimas en los ojos, el seguía con su seño tranquilo pero podía sentir que sufría tanto o igual que yo- Sácame de aquí.
-No puedo hacer eso y lo sabes.- Me respondió con un tono frío que no estaba ahí años atrás, antes era compasivo y divertido.
-¿Porque cambiaste tanto?- mis ojos estaban hinchados de tanto llorar- quiero que el antiguo Shu vuelva.
-Lo siento Sabrina- dejo la bandeja con comida en la celda y salió de la torre.Después de un rato pude percibir un aroma o una presencia más en la casa, era una chica, lo más seguro era que se tratara de una nueva novia de sacrificio, podía sentir lo pura e inocente que era, no se sentía como las demás, un deseo de proteger a un tesoro así se hizo presente en mí.
Después de unas horas cuando mi mellizo se encontraba conmigo, sentimos la presencia más desagradable que nunca antes haya existido, era nuestro padre. Esta vez me alegraba poder verle, ya que ese día me sacaría de la torre para que yo regresará a mi libertad.
Cuando al fin salí, caminé por el jardín al lado de Subaru, iba tomando su brazo mientras me enseñaba todas las rosas que él había cultivado, eran hermosas. Cualquiera que nos viera pensaría que se trataba de una buena pareja, claro que si no fuera más unas copias exactas el uno del otro, al llegar a la mansión la presencia de todos mis hermanos se sentía en un cuarto de arriba y también el aura inocente de antes, me alarme, corrí hasta llegar al cuarto, estaban en el de Cordelia, estaban por tomar a la chica, como no se dieron cuenta de mi presencia me puse rápido frente a la chica, era una joven rubia de ojos rosas, estos eran demasiado puros, fue suficiente decir que me llegó un instinto protector, esta se desmayó por tantas sorpresas.
- Que idiotas- dije molesta mientras cargaba a la chica y la llevaba a una habitación al lado de la mía, ambas eran conectadas por una puerta secreta.
Cambie a esa humana con ayuda de una sirvienta, la deje en su cama y me dirigí al salón principal, allí estaban todos los chicos.
- Vaya espectáculo prepararon para mí regreso a la mansión- dije molesta sentándome en las piernas de Subaru- sí que son tontos.
-Tsk, Su majestad no dejará que una chiquilla le hable así- hablo Ayato con voz arrogante y narcisista, era al único que no había visto en dos meses, al parecer había cambiado.
-Vaya, olvidas quien es la heredera de todo esto?- pregunté desafiante.
-Insolente- fue lo único que dijo Reiji acomodando sus lentes.
- Así que mi conejita viene más rebelde y desafiante- dijo Raito con una sonrisa pervetida que me daba risa- Veremos si eres así cuando estés en mi...
Shu le había acertado un golpe en la cabeza- Upss, se me fue la mano.
- Creo que tanto la nueva muñeca y Sabrina serían muy deslumbrantes y bellas en mi colección.- hablo Kanato con Teddy en brazos.
- Vuelvan a hacer algo así conmigo cerca...- dije caminando a la salida del salón para ir a mi habitación-...y nadie se casará conmigo.
Al estar en mi habitación decidí cambiar mi ropa por una más cómoda, usualmente utilizaba un vestido blanco sencillo.
Opte por utilizar una camisa blanca con las mangas arremangadas, un short negro y unos botines blancos, recogí mi cabello en una coleta alta dejando mi fleco suelto, desde pequeña tuve las puntas rosas, así que se veían genial.
Estaba en el balcón de mi habitación, ahí y en el interior permanecía un sello que servía para ocultar la presencia de quién se encontrara dentro.
Me distraje tanto en mis pensamientos que no me di cuenta cuando un intruso había llegado, solamente me había tapado la boca antes de que gritara.
- No grites o ellos vendrán- dijo esa voz cantarina, asentí y me soltó. - Vaya, cuanto has crecido dulce mariposa.
-Esto...¿Quien eres?- pregunté con una sonrisa en forma de disculpa.
-Que mala eres linda mariposa- dijo en un puchero que era demasiado adorable- acaso has olvidado a tu hermano gran y lindo hermano mayor?
-K-Kou Mukami?- Era un chico alto, rubio de ojos azules, bastante lindo a decir verdad- Cuanto tiempo.
-Es verdad- dijo sentándose en mi cama.
-Deberias irte- dije mientras me sentaba a su lado- puede que Subaru venga o alguno de los demás ya sea por algo o solo por joder.
-Bien- dijo sin poner resistencias- pero volveré después mi linda mariposa.
Después de eso guiño un ojo y desapareció, justo en ese momento llegó Shu y se acostó en mi cama.
-Hola, HERMANO- dije resaltando el hermano ya que quería que notará que estaba molesta con ellos.
-Callate y ven aquí- dijo sin abrir los ojos.
-No quiero.
-Si no vienes iré por ti- dijo abriendo los ojos.
-No voy a ir- dije cruzando los brazos.
-Te doy tres para venir o voy por ti y te violo- dijo yo no le tome en serio- 1...2...3, bien te lo advertí.
Apareció delante de mí y me tomo en brazos me acostó en la cama con el encima, yo intenté poner resistencia, pero era inútil ya que era mayor que yo por lo tanto más fuerte, se acercó a mis labios peligrosamente cuando estaba por juntarlos con los suyos se acostó a un lado mío (Que? Pensaron que está prota iba a perder la virginidad tan pronto o daría su primer beso?) y me abrazó como a un oso gigante, ambos caímos dormidos. Cuando desperté el seguía ahí y con sus ojos cerrados, tome uno de sus audífonos y escuché su música, era clásica, una muy relajante, cuando voltee a verle de nuevo tenía su vista en mí y Luego volvió a cerrar los ojos y sonrió, me abrazó más a él y cuando me iba a dormir de vuelta escuché un pequeño grito en el cuarto de al lado...
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Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]
RandomEl rey vampiro, Karl Heinz, siempre tuvo una deplorable genética, no importaban los años, las esposas que tuviera, los hijos que tuviera, los días, las semanas, siempre sus hijos resultaban varones. Un día sin más nació su primera y séptima hija, Sa...