Capitulo 8

4.4K 259 9
                                    

Desperté en esa casa que no conocía y ahora estaba sentada con chicos que no conocía, era uno albino y otro de cabello color salmón, ambos con ojos dorados. Me mantenía sin decir una palabra a menos de que me preguntarán o yo a ellos.
-¿Que hago aquí?- pregunté mientras ellos sonreían.
-Estas aquí debido a que como una descendiente de la sangre fundadora debes estar cerca de tu mismo linaje- dijo el mayor de ambos- El que estés a cuidado de unos pura sangre no es correcto.
Había leído de los de sangre fundadora, eran aquellos primeros vampiros originales, esos que crearon a los convertidos que al tener tantas reproducciones crearon a los sangre pura. Los fundadores son así como los verdaderos reyes vampiros, aunque aquí se define por el más fuerte.
-¿Quiénes son ustedes?- Pregunté mientras les veía con un poco de temor.
-Soy Carla Tsukinami- dijo el albino- el es mi hermano menor, Shin.
-Es un placer, soy Sabrina Sakamaki- dije haciendo una reverencia.
- ¿No te has sentido como que más rara, tal vez, poderosa?- pregunto el chico de nombre Shin, yo asentí.
- Últimamente logro manipular las fuerzas de la magia, un día un murciélago llegó y entendí lo que decía.
- Es normal, como sangre fundadora que eres, puedes gobernar sobre el clan lobo, el clan murciélago, el clan águila y el clan serpiente- dijo Carla con superioridad- por eso, el día que inicie tú reinado, todas esas especies estarán a tus pies.
- Y si me rehusara a ser alguien que solo necesita del poder?- pregunté mientras les miraba con duda.
- Tendríamos que esperar a que nasca otra niña con Sangre Sakamaki, o tendrías que casarte conmigo o con mi hermano para que la sangre fundadora vuelva a predominar.
-Espera...dijiste niña de sangre Sakamaki?- era algo que me dejaba desconcertada.
- Así es- dijo Shin- Todas las niñas nacidas en el clan Sakamaki nacen con sangre fundadora, debido a una maldición impuesta a tu bisabuelo, esta fue puesta por nuestro abuelo.
- Eso quiere decir que mi madre la tenia?- dije mientras tocaba el lugar donde había estado mi collar, ahora caía en cuenta de que no estaba- Y mi collar?
- En primer lugar, si tu madre tenía sangre fundadora- dijo Shin- en segunda ese collar era un amuleto que retenía o reducía el poder que puede tener tu sangre, era para que te protegidas a ti misma.
- Ya veo.

~Narrador omnisciente~
Mientras tanto en la mansión Sakamaki todos estaban como locos, por lo menos los varones ya que Yui había sido llamada por Karl Heinz para que hiciera unas tareas fuera de la ciudad, claro que con vigilancia para que no fuera a escapar.
- Donde puede estar?- se cuestionaba un Reiji muy preocupado y asustado en su habitación, sostenía su cabeza de forma nerviosa- esto es mi culpa.
Tocaron a su puerta, a lo que en seguida abrió, era el menor de los trillizos.
- ¿La encontraste?- el menor solo negó.- Ya veo.

En el otro lado de la mansión estaba Subaru con medio cuarto por derrumbarse debido a tanto golpe que había dado a la pared. Igual que Reiji se cuestionaba a sí mismo.
Tocaron el timbre y fue tan rápido como pudo, se trataba de los Mukami y de Ayato.
- Ya la encontraron- los cinco negaron- donde podrá estar?
- Ni idea- todos desaparecieron para ir al bosque y seguir buscando un poco más lejos.

~De regreso con Sabrina en la mansión Tsukinami~
~Narra Sabrina~
Ahora estaba menos asustada, me preocupaba como estarían mis hermanos, estaba en el jardín de esa mansión, Carla y Shin se habían transformado en un par de lobos, ellos querían que yo hiciera lo mismo, después de varios intentos lo logré convertirme en uno, un lobo blanco de un ojo rojo y el otro dorado, mis ojos siguieron igual al transformarme en la forma de los otros tres clanes restantes, al regresar a mi forma original mi ojo derecho aún tenía toques dorados.
-Bueno no eres tan tonta- dijo Shin con un risa burlona mientras me rodaba los hombros con su brazo, Carla estaba sentado delante de nosotros.
- Es normal que controlemos la magia?- pregunté dudosa.
- Si- contesto seco.
Sentí un dolor en el pecho, un sentimiento de tristeza, nervios y preocupación me invadía, era bastante obvio que Subaru se sentía así, después de todo ya había pasado un día y medio desde que desaparecí.
Al llegar la noche logré escapar de esa mansión, había un campo de fuerza que la hacía invincible, pero estaba bastante cercas de la casa, por lo menos unos 4 kilómetros.
Me teletransporte hasta la entrada de la mansión donde oculte mi presencia y me adentre a la propiedad, note que mi ropa estaba bastante sucia debido a que no la había cambiado en dos días, en la sala de estar estaban todos los chicos reunidos, incluso los Mukami.
- Chicos?- ellos tenían una miradas apagadas en sus rostros, los cuales derramaron lágrimas al verme aparecer.
Un par de brazos ya me tenía aprisionada, se trataba de mi hermano gemelo.
- No te vuelvas a ir así- dijo con el rostro escondido entre mi cuello y mi cabello, pero sentí como se humedecía poco a poco, estaba llorando, lo abracé con toda mi fuerza y lloré junto con él, al separarnos limpie sus lágrimas.
-Nunca me iría sin ti- dije con una sonrisa.
- Sabrina, perdoname- ahora era Reiji quien lloraba de la misma forma pero me abrazaba por detrás, me volteo y me plantó un beso en los labios, todos le miraban con odio.
Los Mukami se fueron, después de eso mis hermanos no se separaban de mí, Yui había regresado, la seguían mordiendo, bueno todos seguían con lo suyo.

Faltaban un par de días para que fuera la luna roja, caminaba por el jardín admirando la torre cuando escuché como se rompía una rama, al voltear me encontré con Richter.
- ¿Que se supone que haces aquí?- Pregunté a la defensiva, preparándome para cualquier ataque.
- ¿Acaso no puedo venir a mi propia casa?- dijo mientras sonreía- Que hermosa estás querida sobrina.
- Como si me importará tú opinión- dije mientras que de la nada aparecía Subaru.
- Vete si no quieres terminar muerto- dijo poniéndome detrás de él- O quieres más de aquella vez?
- Bueno, esta bien- dijo el levantando las manos- me voy...por ahora.
Desapareció y volvimos a la mansión donde fui a mi habitación a descansar un poco, la luna roja era bastante peligrosa para mí, ya que mi sed era más fuerte que la de mis hermanos, podría atacar a Yui sin querer, solo era cuestión de encontrar una posición que me ayudara con eso.

Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora