Capitulo 18

1.5K 95 0
                                    

...
Después de que los idiotas que tengo como hermanos me soltaran me dediqué a seguir con mis actividades, la nueva novia a sido la única que se ha portado bien junto con Yui. Esta última aunque es amable conmigo no quiere darme razón de Sabrina, en ese momento no se que me paso, no recordaba nada de lo que dicen que hice.
Seguro estaría con los Mukami, pero si iba sentirían mi presencia y la esconderian otra vez, para estos casos no era nada malo mantener una comunicación con los hermanos Tsukinami.
Salí en el día cuando todos dormía para que nadie me viera, después de unos minutos llegué a la mansión de los fundadores.
Estaba por tocar la puerta cuando...
- Miren que tenemos aquí - hablo de forma juguetona el menor de ellos- Un Sakamaki- termino diciéndolo con desagrado.
- Vengo a ver a Carla-san, esto no te incumbe- dije mientras entraba a la mansión, ahí estaba el albino de ojos dorados en la recepción.
- Para que me buscas?- pregunto el mientras se acercaba.
- Quiero un hechizo que oculte mi presencia- dije y creo que el entendió para que la queria.
- Bien, pero si haces algo imprudente te castigare- dijo y en ese momento un destello rojo salió de su mano y me envolvió.- Listo, solo debes decir "Komm zurück zu mir" (regresa a mi, en alemán)
- Gracias, te debo una- dije y salí de ahí para dirigirme a la mansión Mukami.
Cuando llegue la escena que vi a través de una ventana me devastó totalmente, estaba Sabrina con un bebé castaño y ojos escarlata en sus brazos y a su lado estaba Yuma Mukami abrazándola, tenía que ser fuerte, ahora que la veía feliz con otro tendría que disculparme y dejarla seguir con su camino.
Me pare en la entrada principal y toque un par de veces y me atendió el mayor de esos cuatro.
- ¿Que haces aquí?- pregunto a la defensiva y un poco nervioso como si me ocultará algo.
- Vine a disculparme con Sabrina por lo que paso- dije algo apenado y molesto por tener que romper mi gran orgullo.
- Está bien, pasa a la sala, ahí estan- dijo y me guio hasta la sala- Sabrina, tienes visitas.
Ella volteo a verme pero su rostro no me mostró su misma sonrisa de siempre, ella me veía con miedo. Intenté acercarme de forma lenta y Tranquila, pero el Titan se paró en frente de mí en señal de protección.
- A que vienes, Sakamaki?- dijo con odio y repulsión.
- Vine a disculparme con ella por lo que le haya echo- dije y él la vio y Sabrina asintió y se me acercó con el bebé en brazos.- Sabrina...
- No Reiji, no digas nada, te disculpó- dijo con su sonrisa pero se borró al instante de ver a su hijo- tal vez no fue tu culpa, tal vez si, no lo sé.
- Sabrina...yo la verdad no recuerdo nada de lo que dicen que te hice- dije cabizbajo.
- Eso ya no importa, ya lo hecho, hecho está- dijo con voz Tranquila, me recordó totalmente a su madre.
- Es tu hijo?- intenté cambiar la conversación.
- Si, se llama Akiva, tiene dos meses y medio- dijo mientras lo extendía a mí- después de venir aquí me casé con Yuma y ahora tenemos un niño muy lindo.
- felicitaciones- dije jugando con la manita del bebé- Mukami, más te vale hacerla feliz, no la lastimes como yo lo hice.
- Eso dalo por seguro- dijo parándose detrás de ella.
Después de estar un rato hablando con Sabrina y con los hermanos Mukami, que al parecer no eran tan desagradables como parecen caminé hasta la mansión y recite el conjuro que me dio el Tsukinami.
- ¿Dónde estabas, Reiji-kun?- pregunto Yui alterada con la pequeña Elena en brazos.
- Fui a ver a Sabrina- dije y ella puso una cara de preocupación- ¿Porque nadie me dijo que se había casado y había tenido un hijo del Mukami?
- E-esto...es que ella...- Yui estaba bastante nerviosa.
- Ella no quería que te lo dijeramos- dijo una voz detrás de mí y me encontré con una pelirroja y una castaña.
- Y ustedes quiénes son?- pregunté algo desconcertado con ambas vampiresas que tenía delante de mí.
- Soy yo, Alessia Sunohara- dijo la pelirroja- ella es Mei Kaidou.
- Espera...¿Son las antiguas novias?- pregunté un poco desconcertado y ellas asintieron- yo ya las daba por muertas.
- Somos unos fantasmas- dijo Mei y recibió un golpe de la pelirroja- Perdón.
...
- Casi es hora de atacar- se escuchó una voz en la oscuridad de un cuarto.
- No me incluyas en tus planes- dijo la chica a su lado.
- Con o sin tu ayuda yo tendré esa corona- fue lo último que sentencio la mujer.
...
- Repiteme porque estamos haciendo esto- dijo la chica que sostenía una espada y esquivaba con esfuerzo los golpes que su hermano lanzaba y ella intentaba regresar.
- Fueron órdenes de esa persona- contesto el pelirrojo- Ahora, siempre atenta, hermanita.- dijo lanzando otro golpe.
Así se mantuvieron por una hora y en otro rato, Sabrina de la pasó con Ruki y Reiji en un despacho de la mansión Mukami estudiado diversos libros de hechizos. También por orden de su padre.
Al pequeño Akiva lo cuidaban sus tíos Kanato, Subaru y Azusa; mientras que Yuma y Kou estaban acomodando el cuarto del bebé en un área muy escondida de la casa, el motivo fue por una orden que dio el señor Karl Heinz.
- No entiendo esto- había dicho la albina en una ocasión mientras estaba con los hermanos Tsukinami.
- Es porque se acerca un gran peligro para ti y tal vez para todo el reino de los vampiros- había dicho Carla en aquella vez.
- Por eso debes protegerte, pequeña mariposa- continuo el más joven- cualquier cosa cuenta  conmigo.
- Gracias Shin, eres como un hermano para mi- dijo la albina y así la veía también el chico, como una hermana menor.
- Quieren más té?- pregunto el mayor para romper esa conmovedora escena.
- Tu arruinando cada lindo momento, nii-san -3- - dijo el peli-salmon.
- Es mi especialidad- contesto de forma divertida y soltando una risa.
- Nunca te había escuchado reír, Carla-san, te ríes muy lindo - dijo la albina estallando en risas.
- Gracias, supongo- contesto el chico.
- De nada- dijo Sabrina- ¿y cómo sabes tantas cosas?
- ¿A que te refieres?- contesto con otra pregunta.
- ¿Cómo sabes que se acerca un peligro? Ó ¿Cómo sabías que Yui estaba esperando una niña?-
- Son años de estar desarrollando los poderes que llevo en la sangre por genética- contesto él- tú no lo has logrado todavía del todo debido a que tus habilidades habían sido sellados desde el momento que naciste y cuando estaban por aparecer tu madre te dio ese collar.
Pero igual no importa, es mejor ocultarlos hasta que se tiene edad suficiente para usarlos.
- ¿Entonces darle esa pulsera a Elena fue bueno?- pregunto.
- Si, creo que Si- contesto el mayor.- solo esperemos que no use sus habilidades para alguna imprudencia cuando esté más grande.
- Yo no lo e hecho,¿Que te asegura que ella lo hará?-
- No lo se...

Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora