capítulo 3

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Han pasado dos años, mi hermana y yo hemos cumplido ya 14 años, con el paso del tiempo ambos aprendimos que aunque seamos gemelos, ella tiene unos dones muy especiales; no lo entiendo del todo, puede usar magia, sin que nadie de la familia la utilice, logra hacer sellos protectores al igual que puede controlar a cuanta persona quiera.
Un día mientras que Shu intentaba beber de nuestra nueva novia de sacrificio, Mei, mi hermana lo evitó.
Se quito su collar protector y que retenía todas sus habilidades, se lo dio a la chica, la llevo a su habitación. Yo simplemente observaba sin que se diera cuenta, cuidaba de que no fuera a hacer alguna imprudencia, no sentí el momento en el que su presencia dejo de sentirse. Al hechar un vistazo en su cuarto, solo estaba Mei junto con Alessia, la primera aferrada al collar de mi hermana, ese collar mantenía la presencia de Sabrina en la habitación.
...
Después de resguardar a Mei en mi habitación decidí ir a disculparme con Shu, sabía que estaría molestó, a nadie le gusta que le fastidien la comida.
-Shu...- dije viéndole recostado en su cama, su semblante serio me daba miedo- Vine a disculparme.
- Encerio? La princesa de papi viene a disculparse por joder la comida a sus mayores- soltó una seca carcajada, luego abrió sus ojos azul profundo, se acercó a mi- Creo que ambos sabemos la manera en la que terminaran las cosas, verdad pequeña molestia.
Me tomo entre brazos y acerco su boca a mi cuello, sus colmillos por poco rasgaban mi piel, en ese momento llegó mi hermano y lo empujó.
- Ponle una mano encima, verás que no será una buena decisión- dijo abrazándome de forma protectora- no tienes ningún derecho de ponerle una mano encima.
-Subaru, deja que yo lo arregle- dije soltandome de su agarre y hechandole de la habitación, logré conjurar un sello que evitaría que entraran al lugar, era uno muy fuerte.- Ahora si, vamos a saldar cuentas.
- Bien, no te muevas- dijo mientras seguía con lo suyo, me mordio, no sé cuánto bebió, mi vista se nublaba cada vez más.
-Ayato, Raito!!- escuchaba gritar a Reiji- sujeten a este idiota.
-Te lo advertí idiota- dijo Subaru, sus voces se oían muy lejanas.
-Kanato, llévala a su habitación- dio la orden Reiji, este me cargo y me llevaba a toda prisa, logré verle de forma borrosa.
-Kanato- logré articular, el me miró.
- Tranquila muñeca- dijo depositando me en mi cama- Reiji llegará en un momento.
Cai en un profundo sueño, todo estaba de color negro, solo había la luz que emitía yo misma. Caminé y caminé pero no encontré a nadie.
-No podrás escapar de lo que realmente eres, una vampiro muy poderosa, la gobernante de todo lo que vez- no era una voz que conociera, se escuchaba joven, de un chico, a lo lejos pude visualizar dos siluetas, en cuanto me acerque vi a dos chicos, sus colmillos resaltaban, uno era albino y otro de cabello color salmón, sus ojos eran color ámbar.- Nos veremos pronto querida mariposa- dijo el chico de cabello Salmón.
Desperté en mi habitación, mi collar en su sitio, rodeando mi cuello, Mei y Alessia a mis costados.
Me encontré con los ojos de Reiji, me sonroje, ya que estaba demasiado cerca, su respiración chocaba con la mía, el también se sonrojo.
-R-Reiji?- en ese momento el se apartó.
- Solo comprobaba que estuvieras bien- dijo y se apresuró a la puerta- debo ir a preparar la cena- dijo y desapareció a toda prisa.
Voltee a ver a las chicas, estás estallaban en risas, yo las miraba confusa.
-Señorita, nunca había visto que el joven Reiji se sonrojara por alguna chica- dijo Alessia con una sonrisa- que traviesa.
-Creo que alguien está enamorado- dijo Mei estallando en risas.
- No es cierto!!- se escuchó gritar a Reiji desde la cocina, todas estallamos en risas.

Ha pasado una semana, estaba en el instituto hasta que salí, al parecer los chicos aún no salían por lo que Shu le pidió al chófer que me llevará a la mansión. Caminé sin rumbo por el jardín, cuando 4 presencias se acercaron, voltee a ver en posición de ataque, simplemente eran los hermanos Mukami, los hijos adoptivos de esa persona.
-Es un placer volver a ver a una flor tan bella- dijo el chico rubio- Soy Kou, el tercer hermano- dijo besando mi mano.
-Como sea- dijo el más alto- Yuma, el segundo hermano.
- Es un gusto poder ver una vez más a nuestra salvadora- dijo el de cabello peli-azul- Ruki, el mayor.
-Seria un placer si me lastimaras- dijo el de vendas- Azusa y soy el menor.
- Es un placer conocerles formalmente- dije con una sonrisa mientras hacía una reverencia de pura cortesia.
En ese momento sentí a uno de los hermanos llegar a la mansión pero no le di importancia ya que nadie iba al pasillo a menos de que fuera Subaru.
-Que hacen aquí?- rayos, era Ayato- no se atreven a tocarla.
En ese momento llegó el resto de mis hermanos, yo estaba en medio de ambas familias.
- No debemos hacer esto?- dijo Kou abrazándome y manteniéndome en medio de ellos- creo también sería justo que nosotros pasemos tiempo con nuestra hermana.
-Llevensela y se arrepentirán- amenazó Raito, esta vez no tenía mirada de pervetido, su rostro era serio.
-Chicos, es mejor que se vallan- dije soltandome del abrazo de Azusa, ya que los tres mayores estaban en posición de ataque al igual que los otros seis. Me puse en medio de los dos clanes, cree dos sellos para mantenerles alejados unos de los otros, los Mukami me vieron y les hice una seña para que se fueran y así lo hicieron, quite los sellos y me reuní con mis hermanos.
Desde ese día no me dejaban andar sola por ahí ya que los Mukami podrían volver aunque no eran unos chicos malos.

Un día mientras estaba en la sala de estar, Kanato llegó a donde estaba.
-Que haces Bri?-Pregunto mientras cerraba el compartimiento del collar donde había una foto de mamá, en ella aún era muy joven, quizá tendría mi edad.
- Solamente pensaba en mi madre- dije mientras me reincorporaba en el sofá- vi que tenía a Teddy en los brazos, cuando notó mi mirada el me tendió al oso para que ahora yo lo portara- gracias, Kanato.
-Todo por la muñeca más bella de la casa- el tenía esa cierta obsesión por las muñecas y todo eso, seguramente por culpa de Cordelia, pero me daba ternura- Tu llegarás a escogerme a mi?
- De que hablas?- pregunté confusa por sus palabras.
-No es nada- dijo mientras que veíamos como Raito se sentaba al otro lado del sillón, ahora estaba en medio de ellos.
-Que linda luces hoy, conejita- dijo mientras apartaba un mechón de cabello de mi cara, ahora posaba una mano en mi pierna, mientras que Kanato me tomaba de la mano y la besaba.
-Tranquilos par de idiotas- dijo Ayato dándoles unos golpes en la cabeza a cada uno y me cargaba en brazos- aún es una niña, con buena pinta, eso está claro.
-Jeje- solté una risita nerviosa mientras me sujetaba a su chaqueta.- no hay problema, supongo.
-Dejen ya tranquila a Sabrina y vallan a hacer sus deberes- dijo Reiji saliendo de la cocina con mandil puesto y una cuchara en la mano- y tú ven y ayuda.
-Si mamá- dije sin pensar y note su mirada de furia.

Después de preparar la cena vino esa persona, dijo que quería mostrarme algo y me llevo a la torre, entre a la celda junto con él y no vi el momento en el que salió y me encerro en aquella jaula en la que mi madre perdió la cordura...

Sabrina Sakamaki (Unica Heredera) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora