||No Fix||Nightcross||

IX

Los días pasan rápido y el verano pronto se terminó. Los días de escuela, trágicamente, regresan. Ahora me encuentro de pie en esta nueva escuela, dicen que los días de secundaria son la mejor etapa de la vida. No estoy tan seguro de ello.

Al menos no estaba seguro de ello hasta que el cuerpo de otra persona se impactó con el mío. Casi me golpeó contra el Chino, la típica reacción en cadena, pero el Chino se movió antes de que lo golpeara.

Creo que no le importó el que sus amigos se hayan caído al piso, no, porque cuando lo voltee a ver se estaba revisando el tenis. Había pisado caca de perro.
Bien, te mereces eso y más.

Pero, volvamos a lo importante. A quien está aplastándome como si yo no tuviera la necesidad de respirar. —Nightmare...

— ¡Sorpresa! — Amigo, quítate. Sí, estoy emocionado y amo tu sonrisa, pero quítate. — ¡No quería decirte para sorprenderte, convencí a mi madre de inscribirme en la misma escuela que tú! ¡Volverás a tener que soportarme otros años, Cross! ¡Tomemos asientos juntos cerca de la ventana, sé que te gusta mirar por la ventana cuando te aburres! >> Estoy más sorprendido por el hecho de que seas tan observador como para notar ese mínimo detalle en mi comportamiento.

El Chino se acercó a nosotros. —Ahora, bésense. —Le levanté el dedo medio cuando Killer asomó la cabeza por encima del hombro de Dust.

— ¡Mi mamá me compró una serpiente! — ¡Ay no puede ser! ¡Señora, ¿why?! ¡¿Qué no ve el pavor que su hijo me obligó a desarrollar por ellas y usted le compra una serpiente?!

¡Pudo comprarle un perro de mascota y una serpiente de peluche!

Quiero decir algo respecto a eso, pero ¿por qué demonios a todos les emociona la idea de que Killer tenga una serpiente? Es decir...Es Killer, por Dios. Alguien va a morir en esa casa y no va a ser la serpiente.

Muy bien, está vez no me patearon en el asiento, pero, tengo mucho miedo por Killer. Es decir, es un parasito, sí; lo odio, a veces; es tonto, la mayor parte del tiempo; y no cierra la boca, ni siquiera cuando está comiendo lo cual es desagradable. Pero, no quiero que muera. — ¿Cuánto crees que le dure? —Preguntas con tu tono gracioso, pero veo esa preocupación en tu cara. ¿Leíste mi mente, Nightmare?

Deja de hacerlo, es aterrador.

—Le doy una semana para que se muera.

— ¿La serpiente?

—No, él. —Reíste, y empezaste a susurrarme todas tus preocupaciones sobre la serpiente habitando ahora en casa de Killer, pero, amigo, ya basta. Les tengo un pánico horrible. Tú sigue hablando, yo me voy a hacer bolita aquí pensando en mis próximas excusas para cuando Killer me quiera invitar a su casa.

— ¿Qué tienes?

—Nada. — Volteo mis ojos al pasillo. Sabes que no voy a seguirte el rollo en la conversación y te paras de rodillas en el siento para mirar a los de atrás, apoyándote en mi hombro para poder levantarte.

—Ya sé, yo tampoco la quiero ver. — Susurras antes de enderezarte completamente y entablar conversación con el Chino y Killer.

Amigo, deja de leerme la mente, por favor.

—Por cierto, ustedes dos ni hagan planes. —Escucho a Dust justo arriba de mí. Volteo y está ahí, mirándome con una sonrisa burlona. —Le pasaron las listas a mi mamá —Ah, sí, la mamá del Chino es maestra de inglés. —, y ustedes no están en el mismo salón. Tú estás en el B y tú en el C. — Dust trató de no reírse, pero nuestras expresiones debieron ser algo digno de presenciar.

Regresas a sentarte junto a mí echando la cabeza hacia atrás. — ¿Por qué no puedo hacer nada bien? — Lloriqueas, como el dramático que eres.

No exageres.

Hay que ver el vaso medio lleno. Creo que ni siquiera has considerado aquella posibilidad que hubo de no haber podido habernos visto en medio ciclo, tal vez hasta un año. Y Dust no ayuda mucho—: ¡Chingu, siéntate conmigo, hay que sentarnos al fondo, pero no tan al fondo, ya sabes, para que no nos pregunten nada, pero tampoco nos relaciones con los castrosos! — Revisé mi mochila. — ¿Qué buscas?

—Mi spray contra otakus.

— ¡Que haya nacido en Asia no significa que sea otaku! —Bueno, así no funciona en mi cerebro.