No Fix | P. 2

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Debería estar emocionado. Y lo está, solo que no puede pelear contra esa inexpresividad plasmada en su rostro, a comparación de su gemelo a su lado, que habla sin parar, como si el mundo se fuera a acabar y quisiera escupir todo antes de que la tragedia le arrebatara aquella habilidad. Su corazón es fuerte, pero sus manos tiemblan.

No es miedo.

Hace frío. El verano es fuerte, pero al aire acondicionado del auto, lo es más. Sin embargo, no dice nada, lo resiste el resto del viaje. Cuando el coche se detiene, visualiza su alrededor, la universidad era un gran paso a dar. Abandonar la ciudad donde creciste para emprender un viaje hacia la vida adulta era algo que no todos podían resistir, el cambio era muy drástico, pero como dije, su corazón es fuerte. Tanto que no colapsó al ver las lágrimas en el rostro de su madre en aquel aeropuerto. 

No significa que no sintió el dolor de abandonarla.




Cuando baja, siente como el aire caliente lo golpea de frente. El calor del verano, los estudiantes aun llenan las bancas de la universidad, quienes deciden pasar los calurosos días de descanso con sus amigos más queridos sentados en el césped, paseando por la ciudad e incluso preparándose para partir a la orilla del mar. En unos días se terminan los magníficos días de libertad, tiempo suficiente para que los nuevos puedan instalarse.

Los chicos cercanos se voltean a mirarlos, no juzgan, pero ver nuevos estudiantes les da pase para compartir historias sobre su llegada al lugar. Las inseguridades se exhiben y las risas compartidas retumban.

Dream apunta al futuro. Anhelado ser como aquellos chicos tendidos en el césped sin preocupaciones, es así hasta que los aspersores se encienden y los rocían. Pero no huyen. Solo se levantan a correr y disfrutar de la lluvia artificial en pleno día veraniego. Malo sería que fuera en pleno ciclo escolar y que en vez de contar sus historias de principiantes estuvieran estudiando. El agua hubiese mojado sus apuntes, ahora sí, obligándolos a abandonar el lugar. Pero por el momento lo disfrutan.

Una persona se acerca al mayor de los gemelos que apenas abría el maletero. Nightmare escucha con atención al coordinador, su número de habitación es 3B. Las indicaciones son dictadas con rapidez, fluidez y de manera energética, pero están rápido que Nightmare no cree ser capaz de recordarlo más tarde. Al menos graba la información para llegar a su habitación.

Recibe su llave y Dream la suya. El rubio entabla conversación con el coordinador y Nightmare agradecer por no tener que seguir soportando mareos gracias al chico con el portapapeles. El viaje fue mucho para él, aun esta sensible por la turbulencia del avión y el imprudente conductor que los llevó hasta ahí. El chico desaparece una vez que otro auto se detiene detrás de ellos, va a recibir al nuevo dejando a los otros con la labor de sacar sus pertenencias del automóvil. Nightmare escuchad como el extraño detrás suyo es torturado e interrumpido por el coordinador con su voz rebotica y su ensayado discurso.

- ¡Tenemos instalaciones que cubren casi todo el campo escolar, aun así, las áreas verdes se conservan! -

-Ah sí, ¿dónde hay—? -

- ¡La escuela fue fundada en el 87 y ha permanecido aquí desde entonces, somos una organización dedicada al aprendizaje y disciplina! -

-...Okay, asombroso, pero necesito saber si—

- ¡Contamos con los mejores profesores de todo el país, así que tú futuro está asegurado en nuestras manos! -

- ¿Me dejas habla—? - El discurso siguió y Nightmare no contuvo la risa. Ríe bajito a espaldas del desafortunado chico que parece saturado de tanta información innecesaria.

-Es una pesadilla ¿verdad? - Suelta Nightmare aun de espaldas.

- ¿Cómo lo hago callar? - Interrogó el otro.

-Reza por qué alguien más llegue y....-

- ¡¡Oigan!! - Grita el pequeño sujetando el portapapeles contra su pecho obteniendo las miradas de ambos. - ¡¡No pase las últimas seis noches aprendiendo un discurso de mierda para que ustedes recen para ser salvados de mi discurso!! - El pequeñito parece sacar vapor de sus inexistentes oídos por la ira.

-Lo siento. - Suelta el de orbes bicolor. -Pero en realidad siento que estoy siendo amenazado por un cupcake. - Murmura con cierta vergüenza haciendo que el portapapeles se estrelle con el suelo.

- ¡¡Que estoy en crecimiento, maldita sea!! - Entre lloriqueos y reclamos camina hacia otro lado.

-Eres cruel. - Burla Nightmare.

-Me tenía harto, lo siento. - Responde inclinándose a recoger el portapapeles para buscar su nombre. -Se llevó mi llave. - Carcajea. - ¿Sabes dónde está la sala de consejo? - Cuestiona volteándose a ver al otro, pero solo es capaz de mirar su espalda.

Nightmare se da cuenta de que ha perdido a su hermano de vista, y sin más opción dice mientras se voltea: -Creo que escuche de eso en su eterno discur—

Los ojos de ambos se agrandan una vez que son capaces de reconocerse al estar de frente, caen en cuenta de con quien habían estado bromeando tan libremente y la sorpresa los silencia a ambos. Es incomodo y muy extraño su encuentro, tanto que no son capaces de decir algo y romper con la tensión en el ambiente. -Ahm...pediré indicaciones en el camino. - Murmura Cross apartando lentamente su mirada de Nightmare. No se da cuenta de que ha estado apretando el portapapeles y que ha estado arrugando la hoja con las fichas. El de orbes verdosas no responde nada y solo ve como toma sus maletas y se encamina en una dirección alejada permitiendo al taxi partir.

Su mente quedó en blanco. Esta vez sus manos temblar por algo más que el frío aire acondicionado. Casi actuando como un zombi, vacía el maletero notando que Dream ya había tomado sus pertenencias. Lleva su existencia y sus cosas fuera de la calle terminando en la acera donde los aspersores alcanzaron a dejar un pequeño charco. Cree que lo que vio no es una ilusión, sabe que no lo es porque ese rostro lo atormentaba cada día. El error que nunca pudo enterrar.

Estaba frente a él.

Las hermandades instaladas en el pasillo, agitando pompones, entregando folletos, regalando camisetas. Todo con el fin de que su hermandad siguiera viva. Algunos se esforzaban atrayendo gente, otros solo se sentaban a esperar a que la gente viniera a ellos. Nightmare pasa de todos. Su estado zombi aun no pasa, no es capaz de reaccionar como es debido. Su mente divaga y su cuerpo esta tenso todo el camino hacia las escaleras. No sé cree capaz de llagar hasta el piso correspondiente y se decide por tomar el elevador.

Estando en el tercer piso, se dirige con tranquilidad hacia la puerta con la enorme letra B. El abecedario va en reversa siendo que ha tomado el otro ascensor del edificio, camina con lentitud viendo la llave en su mano. Se detiene cando por reflejo observa la gran B en la puerta de madera. Sin hacer mucho énfasis la presencia que camina hacia él, solo hasta que detiene su caminar se voltea a mirarlo y el otro despega su vista de los papeles que recibió en la sala de consejo.

Sus miradas vuelven a encontrarse y la tensión puede hasta cortarse entre ellos, pero no es una tensión mala, el sentimiento de ira o impotencia no estaba presente, era una tensión nostálgica e incómoda. Un reencuentro inesperado del que obviamente no sabían cómo reaccionar. Ambos miran el llavero adverso leyendo ese 3B grabado en él.

El número y letra que confirmaba su reencuentro. Ya no solo era la misma escuela, ahora era la misma habitación. ¿El destino? Podría ser eso. Aunque Nightmare quería inclinarse más por la casualidad, Cross se brincaba hacia la opción de que era una especie de mala suerte. Aun así, era modesto. Ignorando al sabor agrio que se produce en su boca y la tensión de cada parte de su cuerpo, sonríe amablemente y dice. -Hola. -

Nightmare, siendo incapaz de producir algún sonido solo responde con un asentimiento de cabeza. No percibe el disgusto en la voz de su antiguo compañero de infancia, solo es visible esa sonrisa, ahora llena de energía, y esa seguridad en su postura. Siente que no es adecuado que Cross sea el único que se esfuerce en pronunciar palabras en medio de una situación tan extraña e incómoda, así que se prepara. -Hola...-

A comparación del monocromático, su voz tiembla un poco. Esta nervioso. Demasiado.

Nunca pensó en la posibilidad de desenterrar sus errores y repararlos. Pero ahí estaba su error más grande. Quizá podía rescatar el amor que enterró por ese chico en aquellos años. 

||No Fix||Nightcross||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora