XXII

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Recibí un mensaje.

Son más de las dos de la madrugada, estoy en medio de una pijamada. Finalmente conocí a la serpiente de Killer. Casi me muero del susto, pero pude sobrellevarlo.
En la cama, están Ink, Horror y Killer. Amontonados, con las piernas y brazos cruzados tan extrañamente no creo poder distinguir a quien pertenece qué.

A mi lado está el Chino, y al lado de él está Error.

Una notificación cercana a mí me espantó el sueño. No sé porque acepte dormir en el suelo, me duele la columna, los hombros, los brazos, todo.
En medio de toda la escuridad y mi entumecimiento, me estiré a tomar el teléfono. Creí que podría ser mi madre. ¿Quién más me enviaría un mensaje a esa hora?

<<Creo que necesitamos hablar>>

No reconozco el número, no lo tengo agregado y tan seco que me hace dudar de si es dirigido hacía mí.

<<Soy Nightmare>>

Ah. Sí. Borré su número hace mucho. ¿Qué haces despierto a esta hora? ¿Por qué estas enviándome mensajes a esta hora?

No, en realidad. ¿Por qué estas enviándome mensajes?

No quiero hacer corajes, pero solo de leer tu nombre siento como la rabia me invade. — ¿Qué haces? —Me asusté.

El Chino me mira, está medio dormido medio despierto. —Nada. Duérmete. — No se lo tengo que pedir dos veces. Se acomoda de nuevo y solo unos segundos después escucho un ronquido.

Es tan cómico que me sube el ánimo, y se me cruza por la cabeza la idea de enviarte a dormir como solía a hacerlo, pero me abstengo. No son esos tiempos y supongo que no tengo otra opción más que aceptar tu propuesta de una manera ¿profesional?

Quedamos en aquel mismo café.

Pero esta vez procurare llegar tarde. Al menos hasta que comiences a llamarme, así sabre que no volverás a dejarme plantado como la última vez.

||No Fix||Nightcross||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora