♡Eighteen♡

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Día vigésimo tercero, todo marchaba perfectamente bien.
Terminó de arreglar su cabello en una coleta alta y tomó sus cosas para dirigirse a su trabajo. En su trayecto fue capaz de divisar a la madre de Frank barriendo la entrada del café, pero no se detuvo para saludarla, sabía muy bien que sería sacada a patadas de allí. Apenas llegó a su trabajo, tuvo que empezar a realizarlo, al parecer se había perdido una vez más en sus pensamientos y la velocidad de su caminar se había reducido. No sabía que se celebraba durante esos días, pero habían muchas mujeres pidiendo peinados elegantes, como si fuesen de la realeza. Oh, Bonnie moriría si lograba ver a la reina...

-¡Es el cumpleaños de la reina!- exclamó, llevando sus manos a su cabeza y llamando la atención de los clientes.
-¿Todo bien, Bonnie?- le preguntó una de sus compañeras.
-Y-Yo... Le prometí a unos amigos que iríamos a Berkshire para ver a la reina- sacó su móvil de su bolsillo para comprobar la hora. -Tengo un par de horas... Voy a decirle a la jefa que debo irme, no creo que se niegue-

La joven terminó de peinar a su cliente y llamó a su jefa, explicándole la situación. La suerte estuvo de su lado, así que salió disparada del salón, corriendo hasta su hogar. Cuando ya estuvo en su habitación, buscó el vestido gris que había comprado meses atrás —y que esperaba que aún le quedase porque había subido un poco de peso—, enojándose cuando no logró encontrarlo. Le gritó a su madre preguntando si sabía donde se encontraba el dichoso vestido y al recibir una respuesta, fue hasta la habitación de su madre, encontrando en su armario el vestido. Volvió a su cuarto, llevándose la prenda, los zapatos y el broche de corazón al baño, donde comenzó a cambiarse apurada, sintiendo como su temperatura subía por el grosor del vestido. Se lavó el rostro, se arregló el cabello —peleando varias veces con él al no saber que peinado hacerse— y se maquilló, contestando a duras penas los mensajes de Chica. Hizo sus necesidades antes de salir del baño, tomó todo lo que necesitaba y bajó las escaleras, despidiéndose de su familia para luego salir apurada para ir a la casa de su mejor amiga. Revisó los mensajes de la joven rubia, sin percatarse del pelirrojo que la miraba como si fuese lo más hermoso del mundo.

-Bonnie- llamó, la joven de cabello morado levantó su mirada y la dirigió hasta el lugar desde el que la habían llamado.
-Frank, ¿Qué haces aquí? Nosotros...- todo su plan se iba a la basura. Sus piernas comenzaron a temblar por el nerviosismo y sus mejillas no tardaron en colocarse rojas.
-Quería hablar contigo, pero veo que vas de salida- los ojos azules demostraron un poco de decepción.
-Tengo unos minutos- trató de mantenerse lo más central posible, sin embargo, una parte de ella quería llorar y la otra quería lanzarse sobre los brazos del pelirrojo.
-Lamento haber tardado tanto, simplemente no estaba seguro de que debía decir- hizo una mueca de incomodidad. -Si hablaba en ese momento de seguro habría dicho algo estúpido que posiblemente te habría herido-
-Que me hayas dejado allí sin decirme nada me hirió más- frunció su ceño. -Pero he recibido tratos peores, no tienes que preocuparte por ello-
-Es sólo que... No quería decir nada que te hiriese porque aún me gustas- Frank respiró profundo, esperando el rechazo de la joven de cabello morado.
-¿Aún siendo un chico?-
-Nunca dije que sólo me gustasen las chicas- aquellas palabras hicieron que los ojos bicolor de la joven brillasen. -Yo...-

El móvil de Bonnie comenzó a sonar, dando a entender que estaba recibiendo una llamada, la cual venía por parte de Freddy.

-Deberíamos hablar otro día, ¿No crees?- rascó su nuca, observando como la chica rechazaba la llamada.
-Si la reina ya ha vivido noventa años, no creo que vaya a abandonar este mundo luego- sonrió tiernamente. -Le diré a Chica y Freddy que vayan sin mí-
-¿Estás segura?- recibió un asentimiento como respuesta. -Por cierto, te ves muy bien con ese vestido-
-Gracias- terminó de enviar el mensaje a sus amigos, siendo regañada casi de inmediato por ellos, pero Bonnie prefería quedarse con alguien que sabía de su existencia que ir a ver a quien poco más y les cobraba por respirar. -¿Me acompañas a mi casa para quitarme esto?-

Luego de que la joven de ojos bicolor se colocase algo más cómodo y evitando cruzar palabras con su familia que parecía juzgarla por su decisión, caminó junto a Frank hasta un lugar tranquilo para así poder hablar calmadamente.

-Por el momento, no deberíamos tener una relación- el joven de cabellera rojiza, a pesar de no estar de acuerdo al cien por ciento con la decisión de Bonnie, sabía que era lo mejor para ambos. En ningún momento fue puesta la condición de que no podía volver a conquistarla.
-¿Puedo saber por qué no me lo dijiste desde un principio?-
-¿Qué quería que te dijese? Hey, me llamo Bonnie y vengo por el trabajo, pero te advierto que soy realmente un hombre-
-Suena bastante convincente- ambos rieron un poco.
-Hubiese sido vergonzoso- cubrió parcialmente su rostro con una de sus manos. -Si nada de esto hubiese ocurrido, tal vez aún no te lo diría, siempre ha sido difícil para mí hablar de ello debido a las burlas que recibí en el pasado-
-Yo creo que habría reaccionado mucho peor, no te habría insultado, pero de seguro habría entrado en algún tipo de trance tratando de conectar los puntos- hizo algunas señas con sus manos, explicando sus palabras.
-Me alegro contar con otra persona que no me juzgue por como soy realmente- apoyó su cabeza sobre el hombro del pelirrojo. -¿Pero realmente estás cómodo sabiendo mi secreto?-
-Si, aunque no veo porqué debería ser un secreto, no eres la única persona en la misma situación- le comentó, tomando su mano y apretándola suavemente entre las suyas. -Y si no te molesta, me gustaría conocer a Bastián y tratar de hacerle olvidar todo lo que tuvo que pasar por los demás ignorantes-
-Agradezco tus intenciones, pero me siento completamente cómoda siendo una chica- miró hacia el cielo. -Buscaré ayuda con otras personas iguales a mí-
-Y tendrás todo mi apoyo, así que espero poder ganar tu corazón una vez más-

Un último beso no les haría daño, así que su conversación finalizó con uno lleno de amor y una promesa de no tener más secretos.

»◦✿◦«
El vestido de la multimedia es precioso y no sólo por la imagen, sino porque es el que usé en mi gala de 4to y me sentía ultra princesa.
No pongo foto porque soy muy fea ahr.

Hemos llegado al final de la historia, pero aún queda el epílogo, no worries.

Girl 「Fonnie AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora