Capitulo 11

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Disclaimer:

LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, YA SABEN A QUIEN SI JK, LA HISTORIA ES DE ALISSA BRONTE YO SOLAMENTE

Adapto esta historia para el disfrute de los dramioneros

CAPÍTULO 11


Anais entra en mi habitación. Después de la larga noche, sabe que estoy triste y probablemente se siente culpable por haberme hecho pasar el mal trago de atender a la recién llegada. Todavía debe acordarse de lo asustada que llegué y la cara que puse cuando me soltó: «Sólo abre la boca para chuparla y para decir que te ha encantado, o que tiene la polla muy grande y dura. Si haces algo que lo moleste, Viktor te castigará añadiendo días a tu deuda».

Ya no queda nada en mí de aquella joven, soy otra mujer. Una diferente. La frialdad de Rusia y el infierno en el que estoy encerrada han transformado mi carácter, haciendo que aquella cría inocente y cálida haya quedado sepultada bajo capas de gélida y cruda realidad.

—Buenos días, babushka —me saluda al entrar.

—Buenos días, Anais.

—¿Una mala noche? —pregunta a pesar de conocer de antemano la respuesta.

—La nueva no ha dejado de llorar mientras Dolohov se la follaba. Me ha traído recuerdos.

—De tu primera noche.

—Sí, de mi primera noche. Al menos después tú estabas allí para meterme en la bañera y lavarme las heridas; yo ni siquiera he podido ir a verla, porque él todavía no se ha ido.

—Se acaba de marchar, lo he visto.

—Entonces, vamos.

Las dos tocamos con suavidad a la puerta y Katie, o lo que queda de ella, abre y nos deja pasar sin hacer preguntas. La abrazo con fuerza y lloramos durante un rato, el tiempo que la bañera tarda en llenarse de agua caliente. La metemos dentro y comenzamos a lavarle las heridas.

—Chist, babushka, ya ha pasado todo. Ya ha pasado lo peor... —Anais trata de calmarla, pero Katie es incapaz de deja de tiritar. Aun así, no deja de susurrarle.

—¿En serio ya ha pasado lo peor? Lo dudo. ¿Cómo va a mejorar esta mierda con el tiempo? No va a mejorar jamás; no quiero que me vuelva a tocar ni a utilizar de esta manera... ¡nunca más! —grita fuera de sí.

—Katie... —empiezo a decir, pero ¿cómo consolarla? ¿Qué decirle, si tiene razón?

—Soy inexperta, lo sé —continúa entre hipidos—, pero también sé que hay muchas formas de tener relaciones y tengo miedo de que me obligue a hacerlo... Si me he sentido así de mal teniéndolo dentro, ¿qué voy a hacer cuando me pida que le chupe su asquerosa polla o a mantener relaciones anales?

—¿Os cuento algo? —murmura Anais para que la situación no se le vaya de las manos.

—¿Qué...? —farfulla Katie, llorando.

—Han encontrado a una chica en su habitación, muerta.

—¿Un cliente? —inquiero.

—No, parece ser que iba hasta arriba de drogas.

Las palabras de Anais me hacen recordar algo que había olvidado, pero que ahí está.

***FlasBack* * *

Desde el Infierno con amor (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora