Capitulo 20

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Disclaimer:

LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, YA SABEN A QUIEN SI JK, LA HISTORIA ES DE ALISSA BRONTE YO SOLAMENTE

Adapto esta historia para el disfrute de los dramioneros


CAPÍTULO20


Sé que no soy como las demás; aunque por fuera dé la impresión de que no me ha afectado, lo ha hecho. Creo que, a pesar de haber pensado en él todos estos años, soy incapaz de sentir ese deseo sexual que debería. Aunque sí que noto algo removerse en mi estómago y el beso que me dio al verlo... Quizá sólo sean imaginaciones mías o tal vez ahora me dé cuenta de que mi realidad es otra muy diferente, una que me da la libertad o tal vez no.

Ese cabrón me arrebató la oportunidad de descubrir el amor y el sexo de una forma natural, me quitó poder saborear el cortejo, las caricias, las palabras que se susurran los amantes antes de unirse en uno solo... Tan sólo me han usado como a una vulgar muñeca hinchable que, como extra, no necesita que le arreglen los pinchazos... Sin embargo, mi corazón hace ya mucho que perdió todo el aire y ahora no es más que un trozo de plástico deforme dentro de mi pecho.

Es cierto que sólo ha sido un hombre, el mismo durante todos estos años, cada noche... algunas veces en más de una ocasión, y lo peor era que tenía que fingir que me agradaba cuando lo que de verdad necesitaba era que acabase cuanto antes para salir corriendo al baño, lavarme y vomitar todo el dolor que no me dejaba respirar. Necesitaba retirar de mi cuerpo los restos de él, de su aroma, de su sudor, de sus flujos...

—No ha sido malo contigo —me digo a mí misma, pero sólo intento convencerme de algo que no es así.

Tal vez no me haya pegado tan a menudo como ocurría con mis compañeras, pero ha sido un salvaje cuando se trataba de poseerme, porque sé que él siempre ha querido más que mi cuerpo, ha querido mi corazón, mi alma. Pero era algo imposible... mi corazón está muerto desde aquella noche en que Marcus trató de abusar de mí, y mi alma la dejé entre las manos de Draco la noche que sin darse cuenta me robó algo más que un inocente beso. Es lo mejor de mí, esa parte, y lo es porque la tiene él.

A veces escuchaba conversaciones de otras chicas que parecían disfrutar, más de lo que yo lo he hecho, con su cautiverio. Hablaban de ellos como si fueran sus amantes, hombres a los que hubiesen elegido con libertad; alababan su manera de poseerlas... porque eso es lo único que saben hacer: poseer. Eso es todo. No había amor, ni tiernas caricias, ni cariño... tan sólo un deseo de posesión puro, una forma de demostrarnos que ellos tenían el poder y el control de nuestras vidas. Y era la realidad.

Una realidad que me ha tenido presa y de la que aún no creo que haya escapado. Lo veo irse, delante, unos pasos, y no puedo evitar desear sentir amor, ese sentimiento potente hacia él. Me refugié en ese lejano sentimiento, del que ahora apenas queda la sombra, que nació por un simple beso de ese chico que me necesitaba, que me deseaba. Un beso tierno, dulce y a la vez pasional.

Suspiro pesadamente; camina deprisa, soy consciente de que trata de huir, pero esta vez no de ellos, sino de mí. Necesito alejarme de aquí con la misma premura; quizá si dejo todo esto atrás pueda darle lo que ansía.

Aunque algo me dice que siempre me perseguirán, incluso en Inglaterra. Siento que no voy a estar a salvo, nunca. Puede que lo mejor sea que me rinda, que acaben conmigo; así, al menos, los que todavía me aman permanecerán a salvo.

Desde el Infierno con amor (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora