CAPÍTULO 8

237 23 0
                                    


Disclaimer:

LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, YA SABEN A QUIEN SI JK, LA HISTORIA ES DE ALISSA BRONTE YO SOLAMENTE

Adapto esta historia para el disfrute de los dramioneros

CAPÍTULO 8


Le enseño a Katie la que será su habitación desde este momento y trato de calmarla, pero bien sé que es un acto inútil, que nunca va a conseguirlo. Además, no quiero mentirle, lo que está por llegar es una mierda y no podemos hacer nada para evitarlo, salvo, tal vez, tratar de no perder la cordura.

Me asomo a la ventana enrejada, igual a la mía, y observo los copos de nieve caer. Me gusta la nieve, es lo único hermoso de este infierno helado en el que vivo.

—¿También tenías miedo?

—Mucho.

—Yo nunca...

—Lo sé, por eso has conseguido un protector; si no, estarías abajo, esperando a que alguno de los clientes te eligiera.

—¿Sabes? No dejo de pensar en todo lo que está sucediendo, no entiendo por qué yo.

—Yo tampoco hasta que llegué a la conclusión de que Marcus era el culpable.

—¿Puedes contarme más... de tu historia? Tu voz me tranquiliza.

—Nunca he dicho nada al respecto, a nadie; vas a ser la primera.

Me siento en la cama y Katie me imita; es cierto, jamás he hablado en voz alta del joven por cuyo "amor" me condené en vida. Dejo que los recuerdos me trasladen a otra época, a otro tiempo en el que todo era felicidad, sonrisas y oportunidades de futuro.

—Después de esa noche...

—¿En la que chocaste con él? —me interrumpe, interesada.

—Sí, después de esa noche, la primera en la que nos encontramos, volví a verlo. Había quedado con mis amigas para ir de nuevo a la feria, esta vez al centro y, al llegar, lo vi. A él y otros dos chicos. Uno de ellos, Draco, era vecino mío, pero apenas lo conocía. A su lado estaba él, sobre su potente moto; nunca lo olvidaré... Llevaba unos vaqueros oscuros y una camiseta blanca que resaltaba su piel morena. Luna me presentó al resto y nos fuimos. Recuerdo... es curioso las cosas que a veces recuerda la mente con exactitud, que el autobús iba hasta arriba de gente y el olor a alcohol y sudor formaban una mezcla explosiva.

—Sí, es verdad: en verano, ir en un autobús abarrotado es lo peor. ¿Qué pasó luego?

—Bailamos, tomamos refrescos y comimos algo. Me senté porque me dolían los pies y Draco se sentó a mi lado...

—¿Te pone triste rememorarlo?

—Sí, ¡me lo advirtió tantas veces...!, pero yo estaba tan cegada por la luz que desprendía Marcus... «¿Cansada?», me preguntó. «Sí, mañana voy a tener agujetas de tanto reírme», le contesté. «Tienes una sonrisa muy bonita», susurró.

—Parece buen muchacho —comenta Katie.

—Sí, lo era... «Herms, aunque apenas nos conocemos, pareces una buena chica, demasiado buena para él. Por favor, mantente alejada», me avisó mi vecino y yo... yo me enfadé, le grité que qué demonios le pasaba a todo el mundo, que estaba harta de que me aconsejaran que lo alejara y, sin embargo, ellos seguían a su lado. «Está interesado en ti; tal vez en esta ocasión se enamore de verdad, pero no te fíes. Tiene sus problemas... Sólo quiero que lo tengas en cuenta.»

Desde el Infierno con amor (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora