Capitulo 17

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Disclaimer:

LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, YA SABEN A QUIEN SI JK, LA HISTORIA ES DE ALISSA BRONTE YO SOLAMENTE

Adapto esta historia para el disfrute de los dramioneros


CAPÍTULO17



Tras la puerta, un llanto ahogado, profundo y triste pasó desapercibido para ellos. En la cabeza de Anais, que acababa de oírlo todo por casualidad, pues su intención era contar a Hermione lo que había descubierto sobre la muerte de Katie, tan sólo resonaba esa palabra: «nada». No había nada que quisiera llevarse de ese lugar... ni siquiera a ella... a su mejor amiga, después de todo lo que había hecho por ella... pero no lo iba a tener fácil, nadie saldría de allí con vida antes que ella.

* * *

Draco abrió los ojos y encontró sólo oscuridad; le dolía la cabeza y supo que de nuevo estaba maniatado a una silla y con una capucha puesta. Dos veces en muy poco tiempo; se estaba convirtiendo en un guardia civil muy descuidado. Y torpe. Lo cierto era que en ese mismo instante no era capaz de llamarse teniente a sí mismo.

¿Quién habría sido? ¿Lo esbirros de Theodore? ¿Los de Viktor? ¿Los de Bellatrix? ¿En qué clase de lío estaría metido ? «Ahora, precisamente ahora, no, no me viene nada bien, la verdad. La he encontrado y estamos a punto de largarnos de este maldito lugar.»

Afinó el oído... Pasos, luces... cámara y acción. Era como estar en una peli, sólo que no tenía a un especialista para que le sustituyera en las escenas de riesgo.

Alguien tiró de la capucha con brusquedad, hiriéndole de nuevo la piel del cuello. Parpadeó varias veces para enfocar con claridad y acostumbrar los ojos a la brillante luz que lo apuntaba amenazante. Una luz muy potente, demasiado después de tanta negrura.

Era incapaz de distinguir rostros, tan sólo borrones con manchas, que dedujo que eran bocas y ojos. Palabras en ruso, algunas conocidas, otras no tanto. Estaba completamente desorientado hasta que una figura masculina, peligrosa, fría y a la que conocía, se acercó.

—Así que eres de los buenos... —La voz de Viktor era tan cortante y dura como su aspecto. Un demonio de piel clara y ojos fríos. Era aterrador. Si de algo estaba seguro era de que ese encuentro no iba a terminar bien... al menos para uno de ellos. Estaba tan triste, lo sentía tanto... no por él, sino por ella. Por su Hermione, su niña a la que por fin había encontrado... y sin embargo...

—Sí, lo soy; soy teniente de Scotland Yard, para más información. —Malfoy sabía que era inútil mentir a esos desgraciados; valoraban más la sinceridad y no toleraban que tratasen de tomarlos por idiotas.

—Lo sé, gracias por no pretender insultar mi inteligencia mintiéndome.

—Hablas muy bien ingles; pensé que no lo hacías.

—Sí. Lo hablo sólo cuando no me queda más remedio; no me gusta —explicó con desdén—. Demasiadas palabras para un mismo objeto, aunque, ahora, tal vez me venga bien. —Sonrió—. El teniente de Scotland Yard Draco Malfoy —leyó de un dosier—, interesante. ¿Cuánto llevas con Theodore?

—Casi un año.

—Eso es mucho tiempo para sostener una tapadera, debes de ser muy bueno... —murmuró.

—Al parecer, no tanto —contestó sonriendo.

A Viktor le gustó su descaro y seguridad, y sonrió complacido.

Desde el Infierno con amor (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora