Capitulo 26

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Disclaimer:

LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN, YA SABEN A QUIEN SI JK, LA HISTORIA ES DE ALISSA BRONTE YO SOLAMENTE

Adapto esta historia para el disfrute de los dramioneros


CAPÍTULO26


Llegamos al furgón, donde el otro individuo trata de aprovechar que está sin vigilancia para procurar, en vano, soltarse.

—Haz los honores, Malfoy —pide Kingsley.

Draco, sin esperar más, le saca el pasamontañas y, al ver quién es, se queda de piedra. Y yo también.

—¡¿Alina?! —exclamamos a la vez.

—¿La conocéis? —pregunta Kingsley.

—Es la mujer de Potter —me explica Draco.

—Y tú, Hermione, ¿de qué la conoces?

—Yo... es... creía que era una amiga —balbuceo—. Va a mis reuniones de mujeres maltratadas.

—¡Zorra! —me grita—. ¡Todo esto es por tu puta culpa!

—¿Tú no eras una mujer... como yo?

—Sólo quería acercarme a ti por lo que sentía este imbécil por ti.

—Confié en ti —murmuro.

—Sí, y el estúpido de tu novio en su compañero, pero las cosas son como son.

—Al menos espero que de verdad ames a Potter —digo furiosa.

—Es en lo único que no mentí.

—Me alegro —digo con rabia—, porque está muerto.

Alina, de repente, pierde su actitud altiva y se queda pálida. Y, aunque he pensado que me iba a sentir bien al decírselo, la verdad es que me siento como una mierda. Una cobarde. No está bien herir a los demás, aunque se lo merezcan.

—Llevadla a la celda —ordena el capitán a sus hombres—. Así que su mujer estaba en el ajo...

—Me contó que había llegado de Rumanía engañada y que la habían obligado a prostituirse. Capitán —digo—, dentro de un rato díganle que no está muerto.

—Por supuesto, dentro de un buen rato. —Kingsley sonríe, algo muy extraño en él, lo que sorprende a Malfoy—. Hablaremos de todo otro día, ahora quiero que los examinen en cuanto lleguen al hospital.

—Gracias, jefe.

—De nada, Malfoy. Buen trabajo, de nuevo.

—Lo he hecho por ella —confiesa Draco entrelazando su mano a la mía.

—Lo sé, por eso te felicitaba. Por ella. No la pierdas —le advierte.

Noto cómo el rubor baña mi rostro; no estoy acostumbrada a ese tipo de comentarios y logran hacerme sentir... incómoda. La ambulancia llega y nos traslada a ambos al hospital; otra ambulancia lleva el cuerpo sin vida de Barty y a Carmona, que ya parece recobrar el conocimiento.

Después de que me visita el médico, me informa de que lo mejor es que permanezca en observación unas horas; tengo una contusión en la cabeza que parece que les preocupa y deciden dejarme controlada. Draco se encarga de llamar a mis padres y de pronto parece que tengo otra vez dieciséis años y que he ingresado por consumir drogas que ni siquiera sabía que existían.

Desde el Infierno con amor (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora