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Yoongi despertó, sentía su cuerpo muy pesado y cansado, ¿Qué había pasado? Miró a su hermano sentado en la silla de su escritorio, se talló los ojos para despejar un poco su vista, la cabeza le dolía y estaba mareado.

—Jin. — Lo llamó con voz adormilada, más el sueño de su hermano era muy pesado. Se levantó para moverlo un poco y despertara. —Seokjin. — Lo sacudió del hombro.

El mayor dio un salto y despertó enseguida.

—¿Cómo te sientes? — Bostezó y tocó la frente del menor para verificar que no tuviera fiebre.

—Me duele la cabeza, ¿Qué pasó? — Volvió a sentarse en la cama, Seokjin sabía que si le decía entonces podía volver a caer en crisis.

—Olvidaste tu medicamento. — Odiaba mentirle a su hermano, pero no quería verlo mal de nuevo.

Yoongi, como era de esperarse, no le creyó, pero no quería provocar problemas con su hermano, suspiró. Seokjin se levantó y sacó las pastillas.

—Tómala, te hará sentir mejor. — El menor la recibió y la tomó sin vacilar.

No pasó mucho tiempo para que su madre entrara a su cuarto.

—Yoonie, ¿Cómo te sientes hijo? — Su madre se sentó a su lado.

—Mejor mamá, gracias.

Su madre le hizo una señal a Seokjin para que ambos salieran de su cuarto.

—Ahora vengo Yoonie. — Su hermano le aseguró y salió de la habitación.

Una vez afuera la señora Min comenzó.

—Ve a dormir Jinnie, también necesitas descansar. — Su madre acomodó su cabello.

—Pero ¿Y mi hermano? — La única prioridad del mayor era él.

—Yo voy a cuidar de él, ve a la cama, no quiero que tú también te enfermes. — Le sonrió y a pesar de que el mayor no quería dejar a su hermano tampoco quería desobedecer a su madre.

Yoongi miró al reloj y éste marcaba poco más de las diez de la noche. Se sentía molesto, ya no quería tener esos molestos dolores de cabeza, estaba cansado.

Seokjin despertó, recordó que era su último sábado de vacaciones antes de volver a la universidad, se levantó usando toda su energía, después de todo tenía hambre.

Recordó lo que había pasado el día anterior con su hermano menor, fue hasta su habitación, y como esperaba estaba dormido, cerró la puerta y en su lugar fue a la cocina.

—¿Cómo está tu hermano? — Fue lo primero que preguntó su madre.

—Aun dormido, ¿Cómo la pasó anoche? — Jin tomó una manzana.

—Inquieto, pero mejor, llámalo a desayunar. — Le sonrió para luego ir por la comida de la estufa.

Jin sabía que su hermano odiaba que lo despertaran, era de las cosas que más odiaba, pero debía hacerlo. Entró a su cuarto, le pidió una disculpa mental y después lo movió.

—Hey, Yoonie, despierta. — Se alegró de evitar aquel manotazo que el menor le lanzó.

—Qué mierda quieres. — No, no era una pregunta, era una orden.

—Es hora de desayunar. — Su hermano podría golpearlo por despertarlo y todo lo que él quisiera, pero no importaba, Seokjin lo amaría igual.

Yoongi asintió, se incorporó sentándose en la cama, tenía hambre pero no ganas de bajar a comer.

—¿Cómo te sientes? — Le miró su hermano.

Através Del Espejo ◆YOONMIN◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora