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Jimin despertó temprano como de costumbre para iniciar sus labores escolares, se levantaba de buen humor e incluso se tomaba el tiempo de preparar su propio desayuno.

Todo era muy diferente, se sentía en paz consigo mismo, podía atreverse a afirmar que era alguien completamente distinto.

Salió de su casa y emprendió camino al instituto, desde el primer beso que tuvo con Yoongi esperaba con ansias llegar a su escuela, no había otra cosa que más le hiciera sentir emocionado que eso. Ya no usaba los auriculares para bloquear el sonido exterior y encerrarse en su propio mundo para deprimirse y lamentarse, de hecho, había cambiado toda su biblioteca de música, ya solo existía música que lo pusiera de buen humor.

Una vez que estuvo listo para partir tomó un respiro y sonrió, ya no habrían días llenos de miseria.

Durante el camino pensaba en todo lo que había pasado antes de Yoongi, los tres meses que había pasado llorando por él, si en ese momento alguien le hubiera dicho que se encontraría con otra persona en el futuro capaz de hacer que su mundo se pusiera de cabeza, lo más probable es que Jimin se hubiera reído y dicho que eso era imposible; ya no guardaba rencor por el pasado, sino que comprendió que todo había sido necesario para lo que estaba viviendo en ese momento, y estaba más que agradecido por eso.

Llegó al salón y se encontró con la presencia de Taehyung en este. Lo saludó como a un viejo amigo.

—Taehyung ssi — Le sonrió. —Es algo temprano, ¿no?

—Hola Jimin ssi, me levanté antes de lo usual — El de cabello rosa tomó asiento a su lado.

—Ya veo, a veces pasa.

Todo parecía indicar que ese había sido el final de la conversación, pero Kim se negaba a ello.

—Oye Jimin... Hay algo que quería preguntarte — Lo miró.

—Claro Tae, ¿qué es? — Jimin le prestó su total atención.

Kim no podía negar el hecho de que sentía cierta vergüenza al preguntar algo tan privado, pero también sabía que no pasaría nada.

—Tú y Yoongi, ¿están saliendo? — De inmediato las mejillas del pelirrosado adquirieron un leve rubor.

—A–Aún no — Sonrió nervioso. —Espero que pronto se pueda dar.

Yoongi, quien apenas llegaba, estaba escuchando todo del otro lado de la puerta, sabía que debía actuar rápido, pero quería hacer algo especial para su donsaeng, solo que aún no tenía planeado qué.

—Ya veo, pues espero que su momento llegue pronto. — Kim le sonrió con honestidad.

Min entró unos segundos después al aula.

—Hyung — Llamó Park.

—Hola Jiminie — Le miró con dulzura, de verdad quería besarlo ahí mismo y que a todas las interrogantes que les hiciesen preguntando si tenían una relación responder que sí.

Para cuando Yoongi llegó a su casa era un poco más tarde de lo usual, esto hizo que su madre se preocupara de más.

—No avisaste, pensé que algo malo te había pasado — La señora Min salió de la cocina para recibir a su hijo.

—No mamá, estoy bien, solo pasé a comprar algo — Le mostró la bolsa que llevaba consigo.

—¿Qué es?

—Es un cuaderno, nada especial. — Sonrió. —Estaré en mi habitación.

El resto del día la pasó en su pieza, escribiendo y borrando en ese cuaderno, dando vueltas en por toda la habitación, llevando las manos a su cabeza con frustración.

Através Del Espejo ◆YOONMIN◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora