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Jungkook se encontraba solo en casa –como de costumbre– no había nada que hacer más que su tarea, y ésta ya estaba hecha, pudo ver una película, el problema es que no sabía que ver, pudo salir, pero le daba pereza y tampoco sabía a donde ir, prefería dormir un poco, al menos así se distraería.

Se preguntaba cuándo estarían sus padres para poder hablar con ellos como cuando era niño.

—Trabajamos para darte lo mejor Kookie. — Esa excusa la había escuchado miles de veces cuando intentaba acercarse a sus padres y rogarles por un poco de atención.

—Está bien. — Se dijo así mismo, enterró su cabeza en la almohada.

Comenzó a cerrar los ojos poco a poco, se entregó a los brazos de Morfeo sin resistencia alguna, estaba cansado de la semana que llevaba en la escuela, ciertamente su último año estaba siendo más pesado que los demás.

Llamaron a la puerta de su casa y eso fue suficiente para que lo poco que había logrado conciliar de sueño se fuera por el caño, usó toda su energía para levantarse e ir a atender.

—¿Sí? — Abrió la puerta, estaba de mal humor, estaba casi seguro de que tendría un sueño maravilloso.

—Hola amor, pensé que poder pasar todo el fin de semana contigo. — Su novio estaba frente a él.

—Hola Tae. — Su sueño se disipó un poco al verlo. —Si, pasa. — Se hizo a un lado y éste entro como si fuera su propia casa de la que se tratara.

—Te veo algo cansado, ¿estás bien? — Le tomo del rostro con ambas manos para verlo mejor.

—Estoy muy cansado, es todo. — Le sonrió, pero eso no le convenció a Taehyung.

—No solo de la escuela, ¿me equivoco? — Bajo sus manos hasta si nuca. Odiaba la manera en la que Tae le conocía, si, tenía razón, la verdad es que ya estaba cansado de todo en general.

—Si Tae, de todo. — Soltó un suspiro melancólico.

—Yo sé Kookie, que todo nos llega a fastidiar en algún punto, y es cuando tenemos que darnos un respiro. — Le sonrió.

—¿Qué quieres decir? — Esta vez fue Jungkook quien le tomó de la cintura.

—¿Por qué no salimos? Algo así como un fin de semana, vamos a acampar. — Le sonreía lleno de emoción.

La verdad es que no sonaba tan mala idea, quería despegarse un poco de todo, la verdad desde lo que pasó con Jimin no le vendría mal irse de todo por un rato.

—Está bien, pero ¿Por qué no mejor en vez de ir a acampar vamos a la playa? Mis padres tienen una casa en Busan. — En ese momento Tae amplió más su sonrisa.

—Si, me encanta la idea. — Lo pegó más a él. —Pero ¿cómo se supone que nos iremos, genio? — Llevó ambas manos a su cintura.

—Vamos por el auto. — Le arrastró hasta el garaje.

Las olas eran muy tranquilas, colisionaban en la arena con suavidad, la vista del sol sobre el mar era hermosa, la casa no era tan lujosa, pero si poseía una increíble vista.

—Es tan hermoso. — Tae miraba el mar desde la ventana. —Vamos a caminar por la orilla, ¿sí?

Jungkook solo sonrió. —Está bien.

Ambos se tomaron de las manos y salieron a caminar. La vista de aquel lugar era increíble, todo estaba tan tranquilo, de fondo el sonido de las olas del mar rompiendo en la playa; ninguno de los dos decía nada, solo había silencio, no era un silencio incómodo sino un silencio que traía paz consigo.

Através Del Espejo ◆YOONMIN◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora